viernes, 26 de septiembre de 2014

BOMBARDEAR BARCELONA


Estoy a favor de que Cataluña tenga reconocida su singularidad en la Constitución española; de ahí que a partir de hoy abogue por suprimir su autonomía. Ya ven, soy un experto en dar gusto a los demás. No querían caldo pues toma dos tazas. Y esto lo dice alguien que está muy enamorado de sus cosas. Empero, llega un momento en la que hemos de terminar con la tortura de estos tarados nacionalistas. Y no por nacionalistas, sino por tarados.

Cuesta creer que los catalanes se enfaden más con líderes como Albert Rivera que por el latrocinio instucionalizado del poco honorable Pujol. Es tal el despropósito que a los habitantes de esa región ya apenas les puede salvar el ingreso masivo en un hospital psiquiátrico. Un lugar acogedor que les cure de sus repugnantes pasiones, envidias y resentimientos.

El error conceptual ha sido pensar que porque la región catalana estaba cerca de Francia iban a ser más civilizados que el resto de monos peninsulares. La verdad es bien diferente como muy bien demuestran las intervenciones de la muchachada independentista defendiendo a Don Jordi Corleone. Por cierto, lo que tiene que estar disfrutando hoy el señor Boadella.

Hay que salvar a Cataluña de esta pandilla de eunucos masturbadores que se corren al contacto con la bandera del antiguo Reino de Aragón. Hay que cerrarles el chiringuito antes de que no haya ni una empresa en el mundo dispuesta a establecerse en su territorio. Hay que enseñar a sus niños que sus papis, simplemente, les mintieron con la fe ciega del converso. Hay que poner punto y final antes de que Cataluña sea reconocido como el mejor circo del mundo con el nombre de Paletonia.  Hay que evitar que a las mujeres catalanas las terminen violando los Mohamed, que no es árabe clásico pero sí un clásico árabe conocido como  violencia rectal en el nombre de Allah.

Señorías; hemos de rescatar a la región española de Cataluña de su cerril odio africano por el vecino. Mañana es demasiado tarde. Y si no actuamos pronto, alguno va a terminar dándole la razón al General Espartero con aquello de que hay que bombardear Barcelona cada 50 años. Y es que hay gente a la que le encanta apuntarse a un bombardeo.


Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Yo creo que mejor bombardeamos tu casa en un acto altruista de limpieza democrática

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    1. Entonces Cataluña perdería un amigo dispuesto a proteger a los honrados ciudadanos catalanes de la locura nazionalista que aboga por cazarles por pensar diferente. Lo que viene pasando en su dictadura cubana. Ahora le dejo que me espera su madre en el tálamo

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