Todos los que hemos nacido junto a la mar somos algo supersticiosos, especialmente cuando nos toca adentrarnos en ella. Esa dama capaz de mandarte al infierno con una frialdad diabólica cuando, un cuarto de hora antes, te mecía en sus olas rizadas. Los marinos de agua dulce no entienden de estas historias pero nosotros, los mediterráneos, crecimos escuchando memorias de naufragios, de buques fantasmas y de desapariciones extrañas. En noches de temporal, como en la que escribo estas líneas, suenan las campanas de las ermitas debido al viento que, según los lugareños, es movido por las almas de los difuntos que perecieron en las patrias saladas. Parece que quieren decirnos algo. Tal vez traten de echarnos en cara el olvido al que les hemos condenado.
Todos recordamos la historia del holandés errante condenado a navegar sin rumbo fijo y con un tiempo del demonio. El misterio del Kobenhavn que desapareció sin dejar rastro algunos, por no hablar de los barcos hundidos en guerras de todo tipo. El Príncipe de Asturias o el submarino republicano hundido por la marina nazi frente a las costas de Málaga. Narraciones que nos siguen cautivando a pesar del paso de los años. Relatos marineros que está noche han venido a visitarme a los pies de mi cama. Escucho el ulular del viento y no puedo evitar estremecerme. Pienso en esa brutalidad de la naturaleza que se cobra sus piezas. Y seguirá ocurriendo, como nos recordaba Joseph Conrad, mientras el hombre siga cruzando los mares, porque los Dioses de las aguas percibirán sus derechos de peaje. Por eso, siempre sorprenden a los marinos cuando bajan la guardia. La mar es para gente ruda, sabia a su manera, guerrera y hecha de otra pasta. De estas cosas no saben esos turistas que se acercan a la costa desconociendo el lenguaje secreto de las olas.
Susurro una oración por todos los que perecieron en la mar. Es una plegaria antigua en medio de la noche ventosa. Un grito ahogado por los naufragios. Un intento de calmar, por un lado las almas de los que se fueron y, por el otro, a la Diosa naturaleza. Gime la ventisca y unas luces parpadean en el pueblo marinero donde habito. La atalaya acostumbrada a la brutalidad de las deidades marinas que jamás duermen con la esperanza de cobrarse una nueva vida. No tienen prisa porque cuentan con la consabida estupidez humana. Mi obligación es contarlo. La suya es divulgar estas líneas escritas en lengua mediterránea. Cierro los ojos y arriba la madrugada.
Sergio Calle Llorens
Soy escritor, investigador, guionista, profesor de idiomas y muchas cosas más que no caben aquí. También tengo una sección en Espacio en Blanco de RNE. El mundo se divide en dos categorías, los que tienen el revolver cargado, y los que cavan, tú cavas.
sábado, 31 de enero de 2015
viernes, 30 de enero de 2015
AGOTADO
Tras un ligero chubasco, el viento abre las pérfidas nubes y el sol pone un destello brillante deslumbrador. En la mar, los colores pasan del gris al turquesa por la influencia directa del lorenzo. Flota en el aire una luz mojada y fresca. A lo lejos levantan el vuelo una pareja de perdices mediterráneas cada vez más escasas por el efecto de los fatídicos fertilizantes. Acelero porque presiento que no me queda mucho tiempo para recoger la leña.
Reflexiono sobre el plato que degustar en la noche. Tal vez unas simples chacinas de la tierra muy eficaces para calmar el hambre. Un cerdo rosado es otra opción que contemplo o alguna rosada perfumada de ricas especies. Y un buen vino de color cereza con aromas a frutos secos y notas a crema. Un caldo perfecto en su combinación con los platos que me vienen a la mente. La noche será fría y quiero leer junto a la lumbre. Y si puede ser hasta la madrugada. Es la manera que tengo de huir de la taimada y ciega estupidez general que me rodea a diario.
Me siento casando, agotado para ser exacto, y no encuentro interés alguno en mantener conversación con el resto de mortales. Apenas una mirada al nocturno para continuar disfrutando de los cielos de invierno. Luchar contra esa Andalucía oficial, la mayor idiocia que ha conocido el globo terráqueo, se me antoja una tarea deprimente. Más mis libros, mis artículos, mi trabajo, mi empresa. El doctor me ha dicho que baje el ritmo, que me tome las cosas con calma. Al mismo tiempo, una publicación me pide un pequeño texto reflexionando sobre Syriza. Y más concretamente sobre la ausencia de mujeres en el ejecutivo heleno. Le digo a la editora que los griegos inventaron la democracia pero no el feminismo. Además, los de Syriza me parecen muy sarasas. De otra forma, que no sea la misoginia, no se puede entender la ausencia de preciosas hembras en una reunión de hombres. Ellas tienen un sexto sentido que sirve para apreciar el peligro de los conflictos. Si las guerras están basadas en el principio de poder a matar a todo el mundo menos a los que realmente las hacen, los gobiernos sin ellas podrán resolver algunos asuntos, pero no los importantes. Ella me suelta una carcajada y me da las gracias porque acabo de inspirarle un artículo. Me alegro por ella y sigo recogiendo leña.
Sigo impresionado por la belleza de la alfombra marina y de los colores cambiantes. Camino con la leña a cuestas y veo a pasar a dos señoras del pueblo que me conceden un triste saludo. Finalmente me decanto por un arroz a la vizcaína y me siento decidido a no hacer nada. Como siempre que opto por esta opción, quedo sumido en un estado de estupidez que me puede durar varios días. Ars longa, Vita brevis. En fin.
Sergio Calle Llorens
Reflexiono sobre el plato que degustar en la noche. Tal vez unas simples chacinas de la tierra muy eficaces para calmar el hambre. Un cerdo rosado es otra opción que contemplo o alguna rosada perfumada de ricas especies. Y un buen vino de color cereza con aromas a frutos secos y notas a crema. Un caldo perfecto en su combinación con los platos que me vienen a la mente. La noche será fría y quiero leer junto a la lumbre. Y si puede ser hasta la madrugada. Es la manera que tengo de huir de la taimada y ciega estupidez general que me rodea a diario.
Me siento casando, agotado para ser exacto, y no encuentro interés alguno en mantener conversación con el resto de mortales. Apenas una mirada al nocturno para continuar disfrutando de los cielos de invierno. Luchar contra esa Andalucía oficial, la mayor idiocia que ha conocido el globo terráqueo, se me antoja una tarea deprimente. Más mis libros, mis artículos, mi trabajo, mi empresa. El doctor me ha dicho que baje el ritmo, que me tome las cosas con calma. Al mismo tiempo, una publicación me pide un pequeño texto reflexionando sobre Syriza. Y más concretamente sobre la ausencia de mujeres en el ejecutivo heleno. Le digo a la editora que los griegos inventaron la democracia pero no el feminismo. Además, los de Syriza me parecen muy sarasas. De otra forma, que no sea la misoginia, no se puede entender la ausencia de preciosas hembras en una reunión de hombres. Ellas tienen un sexto sentido que sirve para apreciar el peligro de los conflictos. Si las guerras están basadas en el principio de poder a matar a todo el mundo menos a los que realmente las hacen, los gobiernos sin ellas podrán resolver algunos asuntos, pero no los importantes. Ella me suelta una carcajada y me da las gracias porque acabo de inspirarle un artículo. Me alegro por ella y sigo recogiendo leña.
Sigo impresionado por la belleza de la alfombra marina y de los colores cambiantes. Camino con la leña a cuestas y veo a pasar a dos señoras del pueblo que me conceden un triste saludo. Finalmente me decanto por un arroz a la vizcaína y me siento decidido a no hacer nada. Como siempre que opto por esta opción, quedo sumido en un estado de estupidez que me puede durar varios días. Ars longa, Vita brevis. En fin.
Sergio Calle Llorens
miércoles, 28 de enero de 2015
LA DOCTRINA TEBAS
El Presidente de la LFP acaba de sentar jurisprudencia afirmando que lo importante no es que Cristiano Ronaldo haya agredido cuatro veces a dos jugadores contrarios. No, lo fundamental es que hubo arrepentimiento via redes sociales. Las declaraciones del señorito Tebas han sido aireadas por los voceros de esa dolencia psísquica que se llama madridismo. El resultado es que al portugués se ha salido con la suya y podrá jugar contra el Atlético de Madrid.
Si aplicaramos la doctrina Tebas en nuestras vidas, un marido debería obtener el mínimo castigo tras echarle los dientes abajo a su legítima si mediara arrepentimiento inmediato. Incluso usted, harta de que su prometido le ponga los cuernos, podría cortarle las pelotas, cocinarlas y luego comérselas a lo Hannibal Lecter si, ya sabe, lamentara la travesura vía Twitter.
Las declaraciones del impresentable de Tebas como las resoluciones del comité madridista no tendrían importancia alguna si, claro está, en los campos de toda España no estuviéramos viviendo esa violencia de los jugadores, de los padres, de los espectadores. Y si no me creen, vayan a cualquier club donde se disputen partidos de benjamines, infantiles o cadetes. Les juro que solo encontraran violencia y más violencia. Como suelen decir los gacetilleros del deporte, los niños aprenden de sus mayores así que prepárense. A partir de ahora, cada vez que un niño le rompa la pierna a un contrario, lo importante no será la fractura, sino el inmediato arrepentimiento del agresor.
Con todo lo que ha llovido en España con el asunto de los ultras, muertes incluidas, la doctrina Tebas llega en el peor momento. Imagino que habrá que practicarla en los próximos partidos. Por eso, hago responsable de toda violencia que se produzca en nuestro patético fútbol. Sé que el Madrid va a ganar la liga por decreto institucional, lo que desconozco es la violencia que nos espera por patanes como Tebas y su estúpida doctrina llena de primitivismo, idiocia y amor desmedido por el equipo de sus amores.
¡Que Dios les pille confesados!
Sergio Calle Llorens
Si aplicaramos la doctrina Tebas en nuestras vidas, un marido debería obtener el mínimo castigo tras echarle los dientes abajo a su legítima si mediara arrepentimiento inmediato. Incluso usted, harta de que su prometido le ponga los cuernos, podría cortarle las pelotas, cocinarlas y luego comérselas a lo Hannibal Lecter si, ya sabe, lamentara la travesura vía Twitter.
Las declaraciones del impresentable de Tebas como las resoluciones del comité madridista no tendrían importancia alguna si, claro está, en los campos de toda España no estuviéramos viviendo esa violencia de los jugadores, de los padres, de los espectadores. Y si no me creen, vayan a cualquier club donde se disputen partidos de benjamines, infantiles o cadetes. Les juro que solo encontraran violencia y más violencia. Como suelen decir los gacetilleros del deporte, los niños aprenden de sus mayores así que prepárense. A partir de ahora, cada vez que un niño le rompa la pierna a un contrario, lo importante no será la fractura, sino el inmediato arrepentimiento del agresor.
Con todo lo que ha llovido en España con el asunto de los ultras, muertes incluidas, la doctrina Tebas llega en el peor momento. Imagino que habrá que practicarla en los próximos partidos. Por eso, hago responsable de toda violencia que se produzca en nuestro patético fútbol. Sé que el Madrid va a ganar la liga por decreto institucional, lo que desconozco es la violencia que nos espera por patanes como Tebas y su estúpida doctrina llena de primitivismo, idiocia y amor desmedido por el equipo de sus amores.
¡Que Dios les pille confesados!
Sergio Calle Llorens
martes, 27 de enero de 2015
PAISAJES NEVADOS
Degusto un gazpachuelo en la vega antequerana. Un rincón del país malagueño al que acudo siempre en invierno. Nieva en el exterior copiosamente que va dejando un manto blanco en cada uno de los rincones de este lugar mágico. Mi amigo, el poeta maldito, está con la boca abierta por el espectáculo. Ni siquiera el molesto viento que entra en el restaurante cada vez que algún lugareño abre la puerta, le saca de su aire ensimismado. De pronto se levanta y sale al exterior para inmortalizar el momento. Me encanta la fotografía solo que, en esta ocasión, prefiero centrarme en el exquisito plato que tengo delante.
La climatología tiene una forma certera de recordarnos que todo tiene su fecha de caducidad. El invierno es la estación que tocan a muertos. Particularmente desconozco cuantos homínidos que llevan traje se dedican a observar los cielos como un servidor. Creo que no muchos pero, cualquiera sabe. Hoy todos son móviles y prisas. Yo de esto último, como ya les he comentado muchas veces, no he tenido nunca y, a pesar de ello, siempre contradigo la fama local de no llegar a los sitios a tiempo. Soy tan puntual que asusto a la gran mayoría de habitantes de mi patria chica. Incluso algún tedesco me ha comentado alguna vez que por mis venas corre algo de sangre goda. También me dicen que soy un hombre que miro y veo claramente, como la nieve en la vega antequerana, o los cielos durante el nocturno. Todo se explica porque los paisajes me abrigan el alma. Y a estas alturas no es cuestión de pasar frío.
Volvió el poeta a la mesa para empezar su plato al mismo tiempo que yo acometía unas maravllosas setas. Hablamos de las delicias culinarias que podiamos degustar por los alrededores a la caída de la tarde. También salió a relucir el tema de mi próxima aventura literaria pero, como casi siempre, preferí no darle demasiados detalles. Ahora era yo el que se encontraba completamente extasiado con la caída de los copos de nieve. Por otra parte, alguien me dijo alguna vez que es mejor sentirse culpable de un fracaso, antes que verte en el apuro de dar explicaciones por un éxito. Creo que la estación más fría del año es parcialmente responsable de mis reticencias a no explicar ni lo bueno, ni lo malo que pasa en mi vida.
Pasamos el resto de la velada hablando de poesía. Bueno él disertaba y yo escuchaba. Me recordó mis querecias añejas por los poetas orientales. Los años en los que nos bebíamos la vida a ritmo de Rock and Roll. Las lecturas prohibidas y esa canción de Loquillo que canturreabamos frente al Rompeolas que, sin mal no recuerdo, se llamaba "Siempre libres". Un himno de anarquistas de salón, muy logrado por cierto. De pronto olvidé la nieve y me recordé enfundado en una chupa de cuero cubierta de chapas, oliendo a cerveza barata y un tupé malpeinado dibujado en la frente. Mi padre estaba en el porche de casa escuchando a los grillos en una noche de verano. Me senté a su lado y sonrió haciéndose cargo de mi estado. Juntos vimos al mochuelo colocarse de nuevo en su atalaya esperando que algún despistado ratón se pusiera a tiro. La noche olía a dama de noche, esa flor tan mediterráneamente mágica. Es curioso como una simple estampa nevada, o una conversación casual me transportan a ese lugar y a ese tiempo. Un pretérito que sigue arañándome el corazón. Tras volver de mis recuerdos, quise salir al exterior y gritarles a todos que, antes de que fuera demasiado tarde, debían abrazar a todos aquellos que más pronto que tarde se convertirán en sombras. Y es que no le deseo a nadie el sentimiento de culpa por no haberle dado a mi padre ese último abrazo lleno de agradecimiento por todo lo que hizo por mí. Siguió nevando, claro.
Sergio Calle Llorens
La climatología tiene una forma certera de recordarnos que todo tiene su fecha de caducidad. El invierno es la estación que tocan a muertos. Particularmente desconozco cuantos homínidos que llevan traje se dedican a observar los cielos como un servidor. Creo que no muchos pero, cualquiera sabe. Hoy todos son móviles y prisas. Yo de esto último, como ya les he comentado muchas veces, no he tenido nunca y, a pesar de ello, siempre contradigo la fama local de no llegar a los sitios a tiempo. Soy tan puntual que asusto a la gran mayoría de habitantes de mi patria chica. Incluso algún tedesco me ha comentado alguna vez que por mis venas corre algo de sangre goda. También me dicen que soy un hombre que miro y veo claramente, como la nieve en la vega antequerana, o los cielos durante el nocturno. Todo se explica porque los paisajes me abrigan el alma. Y a estas alturas no es cuestión de pasar frío.
Volvió el poeta a la mesa para empezar su plato al mismo tiempo que yo acometía unas maravllosas setas. Hablamos de las delicias culinarias que podiamos degustar por los alrededores a la caída de la tarde. También salió a relucir el tema de mi próxima aventura literaria pero, como casi siempre, preferí no darle demasiados detalles. Ahora era yo el que se encontraba completamente extasiado con la caída de los copos de nieve. Por otra parte, alguien me dijo alguna vez que es mejor sentirse culpable de un fracaso, antes que verte en el apuro de dar explicaciones por un éxito. Creo que la estación más fría del año es parcialmente responsable de mis reticencias a no explicar ni lo bueno, ni lo malo que pasa en mi vida.
Pasamos el resto de la velada hablando de poesía. Bueno él disertaba y yo escuchaba. Me recordó mis querecias añejas por los poetas orientales. Los años en los que nos bebíamos la vida a ritmo de Rock and Roll. Las lecturas prohibidas y esa canción de Loquillo que canturreabamos frente al Rompeolas que, sin mal no recuerdo, se llamaba "Siempre libres". Un himno de anarquistas de salón, muy logrado por cierto. De pronto olvidé la nieve y me recordé enfundado en una chupa de cuero cubierta de chapas, oliendo a cerveza barata y un tupé malpeinado dibujado en la frente. Mi padre estaba en el porche de casa escuchando a los grillos en una noche de verano. Me senté a su lado y sonrió haciéndose cargo de mi estado. Juntos vimos al mochuelo colocarse de nuevo en su atalaya esperando que algún despistado ratón se pusiera a tiro. La noche olía a dama de noche, esa flor tan mediterráneamente mágica. Es curioso como una simple estampa nevada, o una conversación casual me transportan a ese lugar y a ese tiempo. Un pretérito que sigue arañándome el corazón. Tras volver de mis recuerdos, quise salir al exterior y gritarles a todos que, antes de que fuera demasiado tarde, debían abrazar a todos aquellos que más pronto que tarde se convertirán en sombras. Y es que no le deseo a nadie el sentimiento de culpa por no haberle dado a mi padre ese último abrazo lleno de agradecimiento por todo lo que hizo por mí. Siguió nevando, claro.
Sergio Calle Llorens
lunes, 26 de enero de 2015
DÍA MUNDIAL DEL TARADO
Creo que hoy es un buen día para recordar a toda esa prensa deportiva española que ha luchado, para su vergüenza, por los Balones de Oro de Cristiano Ronaldo. Esos mismos medios que jamás reinvidicaron a Andrés Iniesta para que se llevara el entorchado. Y es un buen día porque el portugués, que en la España laica debería de llamarse Agnóstico, ha vuelto a agredir a un contrario.
No le bastó al muchacho con romperle la nariz a un jugador del Málaga. No le fue suficiente con patear a Godin en la final de Copa que, por cierto, perdieron. Así que el pasado sábado lo hizo por partida doble con dos jugadores del Córdoba. No podía fallar al trencilla de turno equivocándose en la redacciòn del acta, aunque no es menos comprensible que tuviera que pasar tres agresiones antes de expulsar al maleducado jugador. A partir de ese momento imperdonable para la parroquia merengue, la maquinaria del Real Lechera se ha puesto en funcionamiento para que la sanción sea la más laxa posible. Nadie duda que lo conseguirán, como tampoco ya nadie, en su sano juicio, desconoce que la liga española lleva el rimbombante título de "Adelante", porque es lo que Tito Florentino dice a los suyos; "Adelante con los pagos" para que todo el campeonato quede atado y bien atado.
Tampoco es mal momento para recordar el ínclito líder de IU por Andalucía que acaba de declarar, tras la patada que les ha dado en el trasero Susana Díaz, que "el PSOE no es de fiar y que en cuanto puede te la clava". Ostras Antoñito, eso ya lo sabíamos los miles de ciudadanos sureños que luchamos contra el régimen corrupto de la Junta. Nos podrías haber preguntado antes de darle carta blanca a los responsables de los ERE, de los cursos fraudulentos para parados pero claro, la X que atribuíais a Griñán se tornó en pornográfica al meteros en la cama con esos asaltadores de caminos.
Maillo, que lo intentó todo para evitar lo inevitable incluído intentar abrir más el trasero, se ha quedado en tierra de nadie a la espera de que el huracán de las elecciones se los lleve por delante. Ya no habrá más visitas oficiales a Palestina. Ni llamadas de los productores de los programas de radio y televisión, porque apenas queda un último acto de contricción por no haber escuchado las voces que les advertíamos que terminarían como el patético partido andalucista.
Y todo eso ha pasado en unas últimas horas de gloria. Por ello, es mi intención declarar el 26 de enero día mundial del tarado profundo. Una jornada que debería ser fiesta en lo sucesivo para que rememoremos a Cristiano besándose la escarapela del prestigioso torneo "Solteros contra Casados" que ganaron en Marruecos. Sin olvidarnos de los hombres y mujeres de la formación bermeja cuyos viajes oficiales solidarios han acabado en una última visita al cementerio. Lo merecen, por tarados.
Sergio Calle Llorens
No le bastó al muchacho con romperle la nariz a un jugador del Málaga. No le fue suficiente con patear a Godin en la final de Copa que, por cierto, perdieron. Así que el pasado sábado lo hizo por partida doble con dos jugadores del Córdoba. No podía fallar al trencilla de turno equivocándose en la redacciòn del acta, aunque no es menos comprensible que tuviera que pasar tres agresiones antes de expulsar al maleducado jugador. A partir de ese momento imperdonable para la parroquia merengue, la maquinaria del Real Lechera se ha puesto en funcionamiento para que la sanción sea la más laxa posible. Nadie duda que lo conseguirán, como tampoco ya nadie, en su sano juicio, desconoce que la liga española lleva el rimbombante título de "Adelante", porque es lo que Tito Florentino dice a los suyos; "Adelante con los pagos" para que todo el campeonato quede atado y bien atado.
Tampoco es mal momento para recordar el ínclito líder de IU por Andalucía que acaba de declarar, tras la patada que les ha dado en el trasero Susana Díaz, que "el PSOE no es de fiar y que en cuanto puede te la clava". Ostras Antoñito, eso ya lo sabíamos los miles de ciudadanos sureños que luchamos contra el régimen corrupto de la Junta. Nos podrías haber preguntado antes de darle carta blanca a los responsables de los ERE, de los cursos fraudulentos para parados pero claro, la X que atribuíais a Griñán se tornó en pornográfica al meteros en la cama con esos asaltadores de caminos.
Maillo, que lo intentó todo para evitar lo inevitable incluído intentar abrir más el trasero, se ha quedado en tierra de nadie a la espera de que el huracán de las elecciones se los lleve por delante. Ya no habrá más visitas oficiales a Palestina. Ni llamadas de los productores de los programas de radio y televisión, porque apenas queda un último acto de contricción por no haber escuchado las voces que les advertíamos que terminarían como el patético partido andalucista.
Y todo eso ha pasado en unas últimas horas de gloria. Por ello, es mi intención declarar el 26 de enero día mundial del tarado profundo. Una jornada que debería ser fiesta en lo sucesivo para que rememoremos a Cristiano besándose la escarapela del prestigioso torneo "Solteros contra Casados" que ganaron en Marruecos. Sin olvidarnos de los hombres y mujeres de la formación bermeja cuyos viajes oficiales solidarios han acabado en una última visita al cementerio. Lo merecen, por tarados.
Sergio Calle Llorens
domingo, 25 de enero de 2015
LA SEXTA Y CUATRO
La primera finalidad de un Estado es evitar que se devoren mutuamente los ciudadanos. Eso implica que sus defensores deben estar ojo avizor sobre cualquier tendencia que exista en la sociedad para que todo explote por los aires. En España, a pesar de la impresionante bajada del paro, existe un descontento general. Esa pesadumbre que ha atrapado a quienes lo han perdido todo. El sentimiento es perfectamente comprensible. Sin embargo, esa gasolina sentimental es prendida, un día sí y otro también, por cadenas como la Sexta y Cuatro. Televisiones que jamás muestran una imagen positiva del país. Desde sus informativos, como desde programas como al Rojo Vivo, el tono es siempre apocalíptico. Da igual que sea el ébola, los desahucios o la corrupción. Empero, todos esos problemas nacionales se transforman en culpas ajenas cuando lo malo acontece en territorios donde señorea su bandera ideológica. En Andalucía, por usar un caso sangrante, los turiferarios de estas dos cadenas culpan del naufragio sureño a las olas, y nunca a la torpe timonel que ha resultado ser Susana Díaz.
Entiendo
que el periodismo es un oficio duro conducente a la dispersión, muy marcado por
la cristalización ideológica, pero no es de recibo que haya televisiones que
estén funcionando con el único objetivo de derribar a un gobierno porque en La
Moncloa no se encuentran los suyos. Ciertamente produce vergüenza ajena
escuchar a Jesús Cintora que compite, un día sí y otro también, con García
Ferreras por el puesto de jefe de prensa de Pablo Iglesias. Si el descontento
es la gasolina y las televisiones de izquierda ponen las cerillas, el resultado
podría ser gravísimo. No obstante, la situación nacional, lejos de ser
apocalíptica, ha mejorado considerablemente en comparación con la España que
nos dejó el zote de Zapatero.
Cadenas
televisivas como las citadas deberían hacer un profundo ejercicio reflexivo
sobre el tipo de periodismo panfletario que realizan. No les pido que saquen en
sus informativos que las provincias-gobernadas casi en su totalidad por el
enemigo ideológico- de Madrid y Málaga son las que más empleo han creado según
los datos de la última EPA, pero al menos podrían comenzar a regalarnos, aunque
sea de vez en cuando, con algún informativo en el que el resto de los españoles
puedan comprender la cloaca andaluza lejos de esa imagen ideal y nacarada de la
taifa del sur que proyectan.
Si
lo mejor que tiene Cuatro es una monja que se parece al feo de los hermanos
Calatrava para criticar a todo bicho viviente olvidándose, y siempre, de la corrupción
de Convergençia I Unió, estamos ciertamente apañados. Si lo más destacado que
tiene la Sexta que aportarnos, son imágenes de soldados nazis desfilando con el
paso de la oca cada vez que se refiere a la Alemania de Merkel, llego a la
conclusión de que no tienen nada en absoluto que regalarle a la democracia.
Si
abríamos esta columna afirmando que la primera finalidad del Estado es evitar
que los ciudadanos se devoren mutuamente. El objetivo de la Sexta y de Cuatro es
encender la mecha para que Podemos reine
sin saber, pobre de ellos, que España terminará devorando a un periodismo tan
irresponsable que enmascara el peor de los regímenes bolivarianos.
Sergio
Calle Llorens
sábado, 24 de enero de 2015
MEDITERRÁNEAMENTE
Contemplo desde la Cala del Moral una inmensa alfombra marina azulada que compite con el blanco de la Sierra de las Nieves. La estampa es sencillamente magistral y me detengo a inmortalizar el momento. Siento un frío húmedo intenso junto en el momento que una ola rizada rompe tímidamente contra el roqueo. Reflexiono sobre esta mediterraneidad que permite los contrastes más variopintos; la cocina, los acentos, las pinceladas pintorescas. En verdad, los lugares sin mar me aburren considerablemente. Es el elemento con el que me oriento en la vida. Sin él, el dolor se me hace insoportable.
Soy poco amante del exotismo y, por tanto, muy partidario de los viajes por países civilizados. Me gusta el orden y, no hay nada más organizado que su mar con sus vientos o las montañas nevadas. Luego arriba esa cocina rotunda de los pueblos, y las conversaciones a la hora de la tertulia. Esta fascinación mía me lleva asaltando desde la juventud. Intelectualmente hablando, el mediterráneo es un universo. Desde una de sus orillas, me he empapado de los moralistas franceses y de la prosa mágica de Pla. Stendhal, Heine, Alcantara y todo la sabiduría que he podido ir recopilando han hecho el resto para configurarme.
Mi vida está marcada por unos viajes y una literatura que siempre me hacen volver al lugar de partida; el mediterráneo; Denia, Roma, Corfú, Alicante, Ibiza, Nerja o Málaga son los paisajes patrios que más amo. El gusto de pisar estas playas para proyectar mi sombra que, indefectiblemente, es multicolor y me permite expresarme en diferentes parlas. No entiendo ese desprecio hispano por la diversidad lingüística de las naciones. Yo siento, amo, estudio y me expreso en diferentes lenguas al socaire de mi mediterraneidad. Haber nacido entre estos vientos, tal vez, no me haya hecho ser una persona mejor pero, seguro, algo distinta.
De mediterraneidad hablaba en valenciano con una amiga en Benahavís. Una localidad que es un balcón a la patria salada. Siempre que estoy en esta lengua, recuerdo a la tía Marita con su dulzura y sus profundos ojos azules. Repasamos a los poetas que mejor han tratado ese idioma y terminamos recordando Sicilia. Nuestros pasos resonaban en el empedrado de la localidad malagueña que significa "hijos del abismo". Alzamos nuestros ojos para contemplar la maravilla del Castillo de Montemayor, construcción anterior a la del mismo pueblo y nos quedamos en silencio en las faldas del Monte Matrona, en plena corazón de la Serranía de Ronda. El encanto del lugar se explica, en parte, porque la mayor parte del término municipal de Benahavís es forestal y no hay nada más bello que "Las Angosturas". Solo este pueblo malagueño merece una enciclopedia de elocuentes adjetivos calificativos pero, como imaginan, describir es infinitamente más difícil que opinar. Traté de capturar la magia en mi cámara cuando comenzó a balancearnos una ligera brisa. El cielo estaba impoluto y el nocturno lucía como casi siempre en los inviernos mediterráneos. Podría nacer mil veces pero siempre, lo juro, elegiría este mar sabio y antiguo. Me siento afortunado. Me siento mediterráneamente.
Sergio Calle Llorens
viernes, 23 de enero de 2015
BONOS Y MALOS
En Europa tenemos dos Bonos; uno es un artista irlandés que canta muy bien, y el otro es un político español que siempre da el cante. Lo último ha sido la reunión entre el manchego y los líderes de Podemos, a la que también asistió un zote llamado Zapatero. Ese soplanubes que nos llevó a la más abosoluta de las ruinas. Tras hacerse pública el encuentro, el personal se ha echado las manos a la cabeza. En cambio, soy de los que piensan que lo más natural para Bono, el español, es reunirse con gente de la calaña de Pablo Iglesias.
Recordemos que Bono viene de una familia de camisas azules, es decir, falangista. Esa rama del fascismo ideológico que aspira, como el comunismo o el nacionalsocialismo, a tomar el poder y no dejarlo jamás. Movimientos que, en algunos casos, llegan a ganar unas elecciones para terminar con todas las libertades individuales o colectivas. Podemos entronca a la perfección con esa forma de actuar y de pensar. Esos procesos consituyentes que abren, aprovechando el descontento general, para imponer, un cuarto de hora después, una dictadura en toda regla. Todo revestido de un mantra de justicia social con las nacionalizaciones que tanta gustan a los incapaces. La España autárquica de Franco tuvo que despedir a esos inútiles ministros falangistas para echarse en manos de los tecnócratas del Opus Dei. Venezuela o Cuba son otros dos ejemplos ilustrativos de economías intervenidas llevadas al más absoluto de los desastres.
Bono, por tanto, se siente cómodo obedeciendo a un líder supremo. Esa frase suya de "mi presidente me ha ordenado" cuando era ministro de Defensa dice mucho de la mentalidad cuartelera del individuo. Por eso, no entendió nunca a Tony Blair, al que llegó a insultar en público, renegando de la tercera vía del laborismo británico ya que lo suyo es la vía de escape de los incapaces.
Bono se ha reunido con Iglesias porque lo considera, aunque sea inconscientemente ,uno de los suyos. Además, estoy convecido de que Pepe sabía que la reunión secreta se terminaría conociendo. Así, por un lado Zapatero y todos los críticos daban un guantazo en toda regla en la cara del blandito Sánchez y, por el otro, el hijo del falangista volvía al candelero, como le gusta, para ser entrevistado y recordarnos, una vez más, que ni los más caros logopedas han podido solucionar su torpe parla. Al menos, la reunión, supuestamente secreta, nos ha enseñado que a Pablo Iglesias no le importa tener trato con la casta a la que aspira, por supuesto, a sustituir. Una vez más queda claro quienes somos los "Bonos y quienes los malos".
Sergio Calle Llorens
Recordemos que Bono viene de una familia de camisas azules, es decir, falangista. Esa rama del fascismo ideológico que aspira, como el comunismo o el nacionalsocialismo, a tomar el poder y no dejarlo jamás. Movimientos que, en algunos casos, llegan a ganar unas elecciones para terminar con todas las libertades individuales o colectivas. Podemos entronca a la perfección con esa forma de actuar y de pensar. Esos procesos consituyentes que abren, aprovechando el descontento general, para imponer, un cuarto de hora después, una dictadura en toda regla. Todo revestido de un mantra de justicia social con las nacionalizaciones que tanta gustan a los incapaces. La España autárquica de Franco tuvo que despedir a esos inútiles ministros falangistas para echarse en manos de los tecnócratas del Opus Dei. Venezuela o Cuba son otros dos ejemplos ilustrativos de economías intervenidas llevadas al más absoluto de los desastres.
Bono, por tanto, se siente cómodo obedeciendo a un líder supremo. Esa frase suya de "mi presidente me ha ordenado" cuando era ministro de Defensa dice mucho de la mentalidad cuartelera del individuo. Por eso, no entendió nunca a Tony Blair, al que llegó a insultar en público, renegando de la tercera vía del laborismo británico ya que lo suyo es la vía de escape de los incapaces.
Bono se ha reunido con Iglesias porque lo considera, aunque sea inconscientemente ,uno de los suyos. Además, estoy convecido de que Pepe sabía que la reunión secreta se terminaría conociendo. Así, por un lado Zapatero y todos los críticos daban un guantazo en toda regla en la cara del blandito Sánchez y, por el otro, el hijo del falangista volvía al candelero, como le gusta, para ser entrevistado y recordarnos, una vez más, que ni los más caros logopedas han podido solucionar su torpe parla. Al menos, la reunión, supuestamente secreta, nos ha enseñado que a Pablo Iglesias no le importa tener trato con la casta a la que aspira, por supuesto, a sustituir. Una vez más queda claro quienes somos los "Bonos y quienes los malos".
Sergio Calle Llorens
miércoles, 21 de enero de 2015
LA NIEVE
Llegaron las primeras nevadas al país malagueño y el personal le ha hecho todo tipo de fiesta. En la comarca de la Axarquía las cumbres están cubiertas de un manto blanco rotundo que compite con el azul del mediterráneo. En las de Ronda y Antequera el paisaje níveo contrasta con el cielo que se nos ha pintado de oscuro. Ahora estamos convencidos de que con cuatro tormentas de copos albinos, tendremos una primavera de hierbas maravillosas. La nieve es buena para rellenar los arroyos y los ríos pero, especialmente, para la agricultura de los lugareños que hablan de copiosas nevadas en el pasado. Nunca de dinero, si no es para quejarse, claro.
Una cosa sorprendente es como camina el personal cuando cae la nieve o la lluvia. Ponen cara compungida cuando entran en contacto con el líquido elemento. Pareciera que les hubieran dado la peor noticia de sus vidas. Yo, en cambio, acepto la nieve con el rostro henchido de felicidad. Una vez más avanzo entre pinsapos y quejigos cubiertos por un manto blanco de felicidad, con ese andar que tenemos los guapos al echar pasos por los caminos. Podría decir que lo peor es el viento que ulula y golpea con fuerza. Es como si quisiera advertirnos del peligro mientras ascendemos y vemos alejarse las poblaciones cercanas de la Sierra de las Nieves. El elemento blanco, en cualquier caso, puede ser un elemento peligroso si no va uno con cuidado. Lo mejor es no dejarse sorprender por ella, aunque hoy todo el mundo ha puesto cara de asombro al volver a reencontrarse con esta vieja amiga.
La nieve también nos deja bellas estampas en la capital de la Serranía; esos palacios y ese tajo que son aún más impresionantes, si cabe, adornados por ella. También en Yunquera donde hemos quedado para tomar un cochinillo lechal del país muy rico. Tras la copiosa comida, un silencio inenarrable junto a una chimenea rotunda y eficacísima. Estamos cansados de caminar por la nieve y hay que recuperar fuerzas, pero alguien apunta a tomar un vino en el "Por Fin", en la calle de los caldos. Dicen que se llama así porque es una vía placentera llena de bares y el último, por supuesto, hace referencia al grito de guerra de los locales; por fín me voy a beber el último.
Salimos al exterior donde la nieve ha alcanzado los rincones de esta parte tan mágica de Málaga. Comprobamos la invisibilidad del horizonte, el humo de la lumbre que sale de esas mágicas chimeneas. Llevamos el frío en el interior aunque estamos tapados hasta la gola. No hay manera de arreglarlo, la frialdad es inmensa en este invierno recién estrenado. Es un frío de alambique pero alejado de ese humedad persistente abajo en la Costa. De una iglesia cercana oímos el tañir de las campanas y el personal, el escaso personal con el que nos topamos, anda con celeridad.
En estas comarcas, los contrastes son severos; de la calor hemos pasado al frío tremebundo. Lo sorprendente es que a veces, muchas veces, esas diferencias de temperatura también se dan en los rincones del país. Esas playas en las que los turistas entran en calor al socaire del Lorenzo, mientras los lugareños de las tierras del norte pasan un frío intenso. Ahora, para nuestra suerte, los vientos han dejado de luchar para traernos la buena nueva de la nieve y los fríos. Se agradece el detalle de la tregua mientras entramos en un último bar a beber el último vino de la larga jornada. Allí escuchamos de boca de un lugareño, profesor y muy culto, leyendas que en su parla adquieren tonalidades de misterio. Se encienden las primeras lucecitas de estos pueblos hechizados. Si no tuviera que viajar, me quedaría aquí escuchando al viejo maestro mientras cae la nieve y en mi cabeza me dibujo mapas de mis próximas visita a los bosques. Cae la noche y, con ella, un servidor cae rendido ante tanta belleza y tanta caminata.
Sergi Calle Llorens
Una cosa sorprendente es como camina el personal cuando cae la nieve o la lluvia. Ponen cara compungida cuando entran en contacto con el líquido elemento. Pareciera que les hubieran dado la peor noticia de sus vidas. Yo, en cambio, acepto la nieve con el rostro henchido de felicidad. Una vez más avanzo entre pinsapos y quejigos cubiertos por un manto blanco de felicidad, con ese andar que tenemos los guapos al echar pasos por los caminos. Podría decir que lo peor es el viento que ulula y golpea con fuerza. Es como si quisiera advertirnos del peligro mientras ascendemos y vemos alejarse las poblaciones cercanas de la Sierra de las Nieves. El elemento blanco, en cualquier caso, puede ser un elemento peligroso si no va uno con cuidado. Lo mejor es no dejarse sorprender por ella, aunque hoy todo el mundo ha puesto cara de asombro al volver a reencontrarse con esta vieja amiga.
La nieve también nos deja bellas estampas en la capital de la Serranía; esos palacios y ese tajo que son aún más impresionantes, si cabe, adornados por ella. También en Yunquera donde hemos quedado para tomar un cochinillo lechal del país muy rico. Tras la copiosa comida, un silencio inenarrable junto a una chimenea rotunda y eficacísima. Estamos cansados de caminar por la nieve y hay que recuperar fuerzas, pero alguien apunta a tomar un vino en el "Por Fin", en la calle de los caldos. Dicen que se llama así porque es una vía placentera llena de bares y el último, por supuesto, hace referencia al grito de guerra de los locales; por fín me voy a beber el último.
Salimos al exterior donde la nieve ha alcanzado los rincones de esta parte tan mágica de Málaga. Comprobamos la invisibilidad del horizonte, el humo de la lumbre que sale de esas mágicas chimeneas. Llevamos el frío en el interior aunque estamos tapados hasta la gola. No hay manera de arreglarlo, la frialdad es inmensa en este invierno recién estrenado. Es un frío de alambique pero alejado de ese humedad persistente abajo en la Costa. De una iglesia cercana oímos el tañir de las campanas y el personal, el escaso personal con el que nos topamos, anda con celeridad.
En estas comarcas, los contrastes son severos; de la calor hemos pasado al frío tremebundo. Lo sorprendente es que a veces, muchas veces, esas diferencias de temperatura también se dan en los rincones del país. Esas playas en las que los turistas entran en calor al socaire del Lorenzo, mientras los lugareños de las tierras del norte pasan un frío intenso. Ahora, para nuestra suerte, los vientos han dejado de luchar para traernos la buena nueva de la nieve y los fríos. Se agradece el detalle de la tregua mientras entramos en un último bar a beber el último vino de la larga jornada. Allí escuchamos de boca de un lugareño, profesor y muy culto, leyendas que en su parla adquieren tonalidades de misterio. Se encienden las primeras lucecitas de estos pueblos hechizados. Si no tuviera que viajar, me quedaría aquí escuchando al viejo maestro mientras cae la nieve y en mi cabeza me dibujo mapas de mis próximas visita a los bosques. Cae la noche y, con ella, un servidor cae rendido ante tanta belleza y tanta caminata.
Sergi Calle Llorens
lunes, 19 de enero de 2015
ADELANTO ELECTORAL
Escribo este artículo en la T3 del aeropuerto de Málaga donde aguardo un vuelo para llevarme lejos. Tenía en mente no publicar demasiado este semana pero, por supuesto, la actualidad manda y esta noticia no podía dejarla pasar. Siento que he de escribir sobre ella, aunque sea entre maletas, llamadas por magafonía y conversaciones en varias lenguas. Señorías, la primicia que les traigo es la siguiente; Andalucía va a tener elecciones anticipadas.
En esta taifa tan extraña y pueril, la puesta de urnas no viene producida por el liderazgo andaluz en todo lo malo. Ni siquiera por esta a la cola de todo lo bueno. Tampoco por los ERE fraudulentos. Ni mucho menos por la canallada del fraude de los cursos de formación a parados. No, el adelanto del período electoral se produce porque Susana Díaz no tiene el período. Seré más explícito para que los telespectadores de Canal Sur me entiendan; la Presidenta está en estado de buena esperanza, lo que da ilusión a la sufrida oposición que trata de poner fin a 35 años de chalauras socialistas. El bombo de la presidenta, que es de tres meses, ya compite con los bombos de los Manolos de turno que gritan alabanzas sobre su perona cuan seguidores radicales de balonpié. Ayer mismo, estos turiferarios inundaban la red con la etiqueta "hija de fontanero", sin saber que, tal vez, deberían habernos adelantado que un fontanero le había arreglado las cañerías a la líder. Nada censurable hay en ello pero el hagstag podría haber sido el de "El fontanero y su mujer y o tras cosas de meter".
El embarazo de Susi deja en una situación muy comprometida a sus socios de gobierno. Esa formación que por unos carguitos y otras prebendas no ha querido ir más allá en la investigación de los casos de corrupción. Por unos meses, no podrán escenificar una ruptura. Y todo porque Díaz y su señor esposo no tuvieron a bien usar profiláctico en una noche de pasión que no quiero imaginar. Nunca un polvo dará lugar a unos lodos que convertirán a Izquierda Unida en hundida. Las encuestas, todas las encuestas, les dan unos pésimos resultados. Tampoco contaba con este embarazo el líder de Parálisis Permanente, PP andaluz, Juanma Moreno que cuando se pasea por el barrio de La Malagueta, se oye el murmullo de; ¡Blandito sea el señor! En cualquier caso, la pasión susanesca ha dado paso a un pánico generalizado entre todas las formaciones políticas, incluída la secta del capullo. Hay miedo a no dar la talla. Hay miedo a no cumplir en el lecho de la política que hace extraños compañeros de cama. Por primera vez, ni los sesudos comentaristas políticos tienen ni repajolera idea del resultado final de las elecciones andaluzas.
Finalmente no quiero ser menos que todos estos gacetilleros que llevan toda la mañana mostrando un cariño cercano a Susana por su buena nueva y, como no podía ser de otra manera, le deseo un embarazo suave y sin complicaciones a la jefa. Sin embargo, quiero ir un poco más lejos y, por tanto, me ofrezco a cuidarle el niño la criatura los días pares, llevarlo al parque y enseñarle idiomas por tiempo indefinido. A cambio quiero que me prometa, que el niño, o la niña, no va a vivir de los presupuestos andaluces como ocurre con toda la parentela de los socialistas. Y mientras ella decide si se sube a mi barco, yo he de embarcar en un vuelo hacia el norte. Me marcho con el regalo de Susana Díaz en cinta con un lacito que tiene dedicatoria; el presente esconde una bomba.
Sergio Calle Llorens
viernes, 16 de enero de 2015
EL FRÍO
Llegó el frío, al fin, y las olas se rizan en la mar en la que quedan reflejadas las luces del pueblo donde habito. Son luces mortecinas en una noche gélida en la que escribo junto a la lumbre. Arden los troncos desprendiendo unos llamas azuladas que apuntan a misterio. En el exterior el cielo se curva en la una madrugada aterciopelada cuajada de estrellas. Lo sé porque he salido a buscar madera. Creo que no hay nada como el cielo límpido del invierno. Desgraciadamente, los lugareños prefieren refugiarse del frío en sus moradas mientras en compañía de la caja tonta. Luego se queja la gente de que el arte esté por debajo de Altamira. Y lo que nos queda por ver.
Vuelvo a la seguridad de la chimenea. Ahora sé por qué los hombres llevan encendiendo hogueras desde la antiguedad. Pienso en ello cuando caen las primeras gotas y el bosque está susurrando. Siento que es hiriente constatar la noche fría que nos envuelve. Floto en el oscuro mar de la madrugada y miles de pensamientos piden paso en todos los rincones del ático de mi cerebro; Versos, relfexiones, voces, mujeres amadas, fallecidos van pasando ante los ojos de mi mente. Incluso se me aparece algún verso de carácter satírico que dice así:
Mohamed yo te aseguro
que en medio de estas querellas
si nos piden cien doncellas
nos ponen en un apuro.
Sigue ardiendo la leña que me aleja del frío de alambique que hace pero no las tengo todas conmigo. Como decían mis ancestros; "no es pot dir blat que sigui al sac y ben lligat". Vaya que la temperatura sigue bajando a pesar de mis intentos de calentar la habitación. Meto más leña al fuego, nunca mejor dicho, y escucho al alma de la madrugada. El corazón no habla pero adivina lo que echo en falta en la oscuridad, y no es otra cosa que una conversación inteligente regada por un buen vino. Admiro, de todas formas, el silencio que apenas se rompe por el crepitar de la madera. Ese ruido característco que hace la leña cuando sus paredes exteriores se contraen y resquebrajan por el intenso calor del fuego. Esas llamas que ahora me elevan hacia el infinito. Estoy solo pero en la gloria. Ni siquiera me acuerdo de los ausentes. En verdad, si hay personas que les gusta de presentar una dilatada parentela, yo soy muy moroso y reluctante a aceptarla en gran número. Sí que estoy solo, pero el fuego hace por fin su trabajo y mis pensamientos se van calmando. Ando como hipnotizado ante las llamas que emanan de esos troncos que ayer me traje de esa parte del bosque que yo llamo "Terra di nessuno". Del lenguaje de la foresta al de la fría madrugada, muy alejados ambos del griterío habitual. No es que yo sufra de esa inadaptación agónica de Larra, sino que simplemente prefiero el silencio y la tertulia a sotto voce. Recuedo que el hombre del tiempo ha dicho que mañana nevará a una altura de 700 metros y sonrío; Any de neu, any de Déu. Y con ese pensamiento, tomo un viejo libro de páginas gastadas y leo hasta que mis párpados no pueden más. Bona nit.
Sergio Calle Llorens
Vuelvo a la seguridad de la chimenea. Ahora sé por qué los hombres llevan encendiendo hogueras desde la antiguedad. Pienso en ello cuando caen las primeras gotas y el bosque está susurrando. Siento que es hiriente constatar la noche fría que nos envuelve. Floto en el oscuro mar de la madrugada y miles de pensamientos piden paso en todos los rincones del ático de mi cerebro; Versos, relfexiones, voces, mujeres amadas, fallecidos van pasando ante los ojos de mi mente. Incluso se me aparece algún verso de carácter satírico que dice así:
Mohamed yo te aseguro
que en medio de estas querellas
si nos piden cien doncellas
nos ponen en un apuro.
Sigue ardiendo la leña que me aleja del frío de alambique que hace pero no las tengo todas conmigo. Como decían mis ancestros; "no es pot dir blat que sigui al sac y ben lligat". Vaya que la temperatura sigue bajando a pesar de mis intentos de calentar la habitación. Meto más leña al fuego, nunca mejor dicho, y escucho al alma de la madrugada. El corazón no habla pero adivina lo que echo en falta en la oscuridad, y no es otra cosa que una conversación inteligente regada por un buen vino. Admiro, de todas formas, el silencio que apenas se rompe por el crepitar de la madera. Ese ruido característco que hace la leña cuando sus paredes exteriores se contraen y resquebrajan por el intenso calor del fuego. Esas llamas que ahora me elevan hacia el infinito. Estoy solo pero en la gloria. Ni siquiera me acuerdo de los ausentes. En verdad, si hay personas que les gusta de presentar una dilatada parentela, yo soy muy moroso y reluctante a aceptarla en gran número. Sí que estoy solo, pero el fuego hace por fin su trabajo y mis pensamientos se van calmando. Ando como hipnotizado ante las llamas que emanan de esos troncos que ayer me traje de esa parte del bosque que yo llamo "Terra di nessuno". Del lenguaje de la foresta al de la fría madrugada, muy alejados ambos del griterío habitual. No es que yo sufra de esa inadaptación agónica de Larra, sino que simplemente prefiero el silencio y la tertulia a sotto voce. Recuedo que el hombre del tiempo ha dicho que mañana nevará a una altura de 700 metros y sonrío; Any de neu, any de Déu. Y con ese pensamiento, tomo un viejo libro de páginas gastadas y leo hasta que mis párpados no pueden más. Bona nit.
Sergio Calle Llorens
jueves, 15 de enero de 2015
EL LIDERAZGO DE MÁLAGA
Acudí a la gala organizada por la Diputación de Málaga en la que el Patronato de Turismo se convertía oficialmente en S.L.U. Por primera vez, un ente oficial reconocía que Málaga es la provincia más poblada del sur con más de 2,2 millones de almas. Miles de ellas no registradas por los abusos impositivos del desgobierno de la Junta de Andalucía. Además, creo que a los presentes les quedó claro que casi todo lo bueno que ha ocurrido en el país malagueño ha venido de la mano de la iniciativa privada. Desde esos viejos ferrocarriles de capital británico hasta los pioneros de la Costa del Sol. En otras palabras, sin el componente cosmopolita y mediterráneo Málaga no sería lo que es hoy. Los José Banús y compañía trajeron la creación de un aeropuerto internacional y, de ahí, todo ha ido para arriba. No es de extrañar que el aeródromo malacitano haya recibido más de 13 millones de pasajeros. El de Sevilla se queda en 3,611,280.
Los datos de este año en materia de turismo en 2014 fueron espectaculares. Málaga acogió a 10,2 millones de turistas de un total de 17,2 millones de toda Andalucía. Esas cifras se traducen en un impacto económico de 10.200 millones de euros. Solo la capital de la Costa del Sol tuvo un impacto de 1300 millones de euros, muy por encima de la gran mayoría de provincias del sur. De hecho, Málaga es el gran destino cultural de city break solo superada por Barcelona. El museo ruso de arte junto con el de Bellas Artes y el Arqueológico a lo que se le suma el Centro Pompidou francés, abren unas expectativas impresionantes para la ciudad del paraíso. Junto al Festival de Cine Español- el único no financiado por la Junta- y Museos como el Carmen Thyssen, Picasso y otras joyas arquitectónicas han roto los discursos agoreros sobre el presente- futuro.
No obstante, en la Gala hubo alguna mención velada hacia la inseguridad jurídica del ordenamiento legal andaluz y, próximas realidades como el Caminito del Rey, o la senda litoral de la Costa. También hubo ausencias notables como los regidores de Torremolinos o de Málaga Capital. Nadie advirtió de la no presencia de autoridades junteras, muy mal vistas por estas tierras. También se habló del Parque Tecnólogico, del hecho de tener más autónomos que nadie en Andalucía y, de industrias como la del vino en las Sierras nortes de la provincia. Finalmente, todo terminó en una foto de familia y en un cocktail regado por buen vino de la tierra y otras viandas riquísimas.
No creo equivocarme al afirmar que estamos ante una manera de trabajar basada en la profesionalidad. En dejar que los expertos decidan sorteando las dificultades y obstáculos que coloca la Junta de Andalucía en el camino. Una forma que nos ha llevado al éxito en este y otros sectores. Sin embargo, también tenemos sombras alargadas como la del paro.
También es buen momento para recordar lo que hicieron aquellos a los que les regalamos las llaves privadas del Balneario de los Baños del Carmen. Un paraíso reservado que se convirtió, por aquello de la papanata pública, en el mayor de los infiernos.
La tarta malagueña está riqúisima y nos queda, que no es moco de pavo, cerrar la herida del Guadalmedina, reducir impuestos, acabar con la inseguridad jurídica, llevar los trenes hasta Nerja y Estepona. Para ello, lo mejor será desobedecer en todo a la Junta de Andalucía. Y, claro, seguir trabajando.
Sergio Calle Llorens
ASNOS
Una vez más se demuestra que el madridismo no es una religión sino una enfermedad mental incurable. Lo último, o mejor seria decir lo penúltimo porque con esta gente nunca se sabe, ha sido la portada del Diario deportivo AS, primera sílaba de la palabra asnos, en la que Tomás Roncero, junto a otros compañeros que parecen haber escapado de un manicomio cercano, invoca al espíritu del malagueño Juanito en una sesión de espiritismo. El motivo es una competición deportiva en la que el equipo más tramposo en la historia del deporte mundial va por detrás en la eliminatoria.
En verdad el AS y el Marca hace mucho tiempo que perdieron el norte de la neutralidad razonable que se le exige a cualquier medio. Su única obsesión es apoyar al Real Madrid por encima, incluso, de las selecciones deportivas nacionales. Es más, si hubieran usado todo su tiempo en respaldar a Andrés Iniesta para ganar el Balón de Oro , otro gallo le hubiera cantado al jugador del Barça. Sin embargo, no lo hicieron porque Florentino Pérez no veía con buenos ojos que el héroe del mundial de Sudáfrica se llevara todos los reconocimientos. Y donde hay patrón, no manda marinero. Comparen las portadas de entonces con las de ahora para comprobar el apoyo que sí tiene el portugués Ronaldo y, supongo, sentirán vergüenza ajena.
Lo de la Ouija de Tomás Roncero no solo es un insulto a la inteligencia más elemental, sino una afrenta para todos los periodistas de este país que están en el paro en la actualidad. También es ignominioso para la familia que un periodista tarado, y colaborador del refugio de incapaces que es el Chiringuito, invoque el espíritu de su ser querido. No saben estos loquinarios que si el futbolista de Fuengirola pudiera volver del otro lado, iba a correr a gorrazos a esta pandilla de zumbados por molestar su descanso. Nuestro reposo, en cambio, se basa en no leer jamás esos diarios deportivos tan patéticos hechos por, y para descerebrados.
Sergio Calle Llorens
En verdad el AS y el Marca hace mucho tiempo que perdieron el norte de la neutralidad razonable que se le exige a cualquier medio. Su única obsesión es apoyar al Real Madrid por encima, incluso, de las selecciones deportivas nacionales. Es más, si hubieran usado todo su tiempo en respaldar a Andrés Iniesta para ganar el Balón de Oro , otro gallo le hubiera cantado al jugador del Barça. Sin embargo, no lo hicieron porque Florentino Pérez no veía con buenos ojos que el héroe del mundial de Sudáfrica se llevara todos los reconocimientos. Y donde hay patrón, no manda marinero. Comparen las portadas de entonces con las de ahora para comprobar el apoyo que sí tiene el portugués Ronaldo y, supongo, sentirán vergüenza ajena.
Lo de la Ouija de Tomás Roncero no solo es un insulto a la inteligencia más elemental, sino una afrenta para todos los periodistas de este país que están en el paro en la actualidad. También es ignominioso para la familia que un periodista tarado, y colaborador del refugio de incapaces que es el Chiringuito, invoque el espíritu de su ser querido. No saben estos loquinarios que si el futbolista de Fuengirola pudiera volver del otro lado, iba a correr a gorrazos a esta pandilla de zumbados por molestar su descanso. Nuestro reposo, en cambio, se basa en no leer jamás esos diarios deportivos tan patéticos hechos por, y para descerebrados.
Sergio Calle Llorens
martes, 13 de enero de 2015
PIROPOS
Yo, Sergio Calle Llorens, miembro de honor de la Orden de los Caballeros de Alborán, confirmo que llevo más de una década sin decirle un piropo a ninguna señorita de muslos mordisqueables. Y cuando digo ninguna, quiero decir ninguna. Por ello, la propuesta de la Presidenta de la Asociación contra la Violencia de Género, Ángeles Carmona, no me afectaría lo más mínimo. Sin embargo, no he de pasar esta oportunidad que me brindan estas señoras para compartir con ustedes mi modesta opinión.
Creo que en ciertas ocasiones algunos hombres llevan los piropos demasiado lejos y, por supuesto, algunas hembras pueden sentir que están invadiendo su libertad. No obstante, a lo largo de mi vida, insisto siempre en el pasado, he regalado a amigas o compañeras múltiples comentarios positivos sobre su belleza. Eso sí, con todo el respeto del mundo. En todos los casos, las recibidoras de los cumplidos disfrutaban de lo lindo con mis comentarios. No obstante, un día tomé la decisión de no volver a hacerlo. Ocurrió de forma gradual. No tuve ninguna experiencia traumática, simplemente sentía, y siento, que los hombres somos considerados enemigos por una pandilla de feministas trasnochadas con mucha mano, desgraciadamente, a la hora de crear leyes contra el colectivo de hombres heterosexuales. Hoy día, según la ley española somos culpables hasta que no se demuestre lo contrario. Así que de motu propio, cerré el grifo de los piropos.
En verdad, desconozco si la señora Carmona sufrió mucho en su juventud como mujer. Tal vez está resentida todavía porque a ella nunca nadie la sacaba a la pista en los bailes del colegio. Quizá, como muchas de esas criaturas que odian a los hombres, necesita que alguien le arregle las cañerías que llevan tanto tiempo en desuso. En cualquier caso, no seré yo la solución a sus problemas de fontanería. Lo que pasa es que estoy convencido de que llegará el día que estas talibanes feministas quieran prohibir, ya lo verán, cualquier alusión a Dios durante el coito; por ser una figura patriarcal y porque en una España laica cualquier alusión religiosa debe de estar proscrita en nuestra sociedad. Antes ya habrán acabado con los árboles de Navidad cristiana y con la dictadura del pene. Vivirán y morirán sin piropos pero también sin saber que el peor enemigo de una mujer es, casi siempre, otra mujer.
Sergio Calle Llorens
Creo que en ciertas ocasiones algunos hombres llevan los piropos demasiado lejos y, por supuesto, algunas hembras pueden sentir que están invadiendo su libertad. No obstante, a lo largo de mi vida, insisto siempre en el pasado, he regalado a amigas o compañeras múltiples comentarios positivos sobre su belleza. Eso sí, con todo el respeto del mundo. En todos los casos, las recibidoras de los cumplidos disfrutaban de lo lindo con mis comentarios. No obstante, un día tomé la decisión de no volver a hacerlo. Ocurrió de forma gradual. No tuve ninguna experiencia traumática, simplemente sentía, y siento, que los hombres somos considerados enemigos por una pandilla de feministas trasnochadas con mucha mano, desgraciadamente, a la hora de crear leyes contra el colectivo de hombres heterosexuales. Hoy día, según la ley española somos culpables hasta que no se demuestre lo contrario. Así que de motu propio, cerré el grifo de los piropos.
En verdad, desconozco si la señora Carmona sufrió mucho en su juventud como mujer. Tal vez está resentida todavía porque a ella nunca nadie la sacaba a la pista en los bailes del colegio. Quizá, como muchas de esas criaturas que odian a los hombres, necesita que alguien le arregle las cañerías que llevan tanto tiempo en desuso. En cualquier caso, no seré yo la solución a sus problemas de fontanería. Lo que pasa es que estoy convencido de que llegará el día que estas talibanes feministas quieran prohibir, ya lo verán, cualquier alusión a Dios durante el coito; por ser una figura patriarcal y porque en una España laica cualquier alusión religiosa debe de estar proscrita en nuestra sociedad. Antes ya habrán acabado con los árboles de Navidad cristiana y con la dictadura del pene. Vivirán y morirán sin piropos pero también sin saber que el peor enemigo de una mujer es, casi siempre, otra mujer.
Sergio Calle Llorens
lunes, 12 de enero de 2015
DURÍSIMO
La marcha contra el terrorismo de Paris estaba encabezada por líderes de todo el mundo, incluído Rajoy que de líder tiene poco. Los pobres de Artur Mas y el alcalde de Barcelona se tuvieron que conformar con una posición mucho más modesta pero que, en cambio, era la que les correspondía; un reservado para los alcaldes y otros mindundis por más que hoy TV3 intentara mostrar lo contrario.
En realidad, debe de ser muy duro para la muchachada independentista constatar que, tras el proceso y años de adoctrinamiento en sus escuelas, sigan siendo una región más de España. Sí, debe de haber sido durísimo creer en la fecha mágica del 2014 para que les peguen una nueva patada en el culo. Y es que fuera de la tele catalana, las palabras de su presidente gafe importan menos que las de Toñi Moreno en un congreso de mentes brillantes.
En Andalucía también hay expertos en ocultar la realidad, y tanto la tapan con sus mentiras de la región que iba a ser la California del sur de Europa, que suelen terminar creyéndose sus propios embustes. Luego salen a la calle y se encuentran con un público diferente al de los programas simiescos de Juan Imedio, con cientos de mujeres entregadas a buscar una alegría para la entrepierna. Sí, debe ser duro que crezca el número de andaluces que quiere el cierre de ese abyecto canal llamado Canal Sur a pesar de la propaganda.
Luego tenemos a esos turiferarios del odio hacia todo lo cristiano, judío o norteamericano capaz de inventarse la realidad con tal de llevar la razón. Empero, no es lo mismo creer en una religión que te promete el cielo si no matas, que otra que te promete el paraíso si matas al infiel. Resultado de que mientras unos hemos pasado por el renacimiento y la ilustración, otros siguen anclados en la baja edad media.
La realidad es algo muy duro y hay muchas formas de evadirnos de ella. Desde el ácido lisérgico hasta una pelícua de Disney. Lo malo es que cuando han pasado los efectos del remedio, el individuo dispero sigue creyendo a pies juntillas en países imaginarios o en soluciones mágica colectivas. Y no digamos de ilusiones como en las de las vírgenes esperando en el paraíso a los luchadores de Alá.
La solución política pasa por más educación y más liberalismo para que podamos alejarnos de las sectas religiosas o políticas que impiden el verdadero desarrollo humano. El remedio debe sentar sus bases en una política basada en que todos tengamos los mismos derechos como ciudadanos y, nunca en privilegios o absurdos abusos medievales.
Debe de ser duro, sin duda, ser tan estúpidos para creerse tantas patrañas en pleno siglo XXI con miles de bibliotecas abiertas al gran público. Sin embargo, es lo que hay cuando la semilla del fanatismo crece en las mentes de tantos papanatas alrededor del mundo. De nosotros depende enseñar la verdad a esta pandilla de tarados e incapaces.
¿Me ayudan?
Sergio Calle Llorens
En realidad, debe de ser muy duro para la muchachada independentista constatar que, tras el proceso y años de adoctrinamiento en sus escuelas, sigan siendo una región más de España. Sí, debe de haber sido durísimo creer en la fecha mágica del 2014 para que les peguen una nueva patada en el culo. Y es que fuera de la tele catalana, las palabras de su presidente gafe importan menos que las de Toñi Moreno en un congreso de mentes brillantes.
En Andalucía también hay expertos en ocultar la realidad, y tanto la tapan con sus mentiras de la región que iba a ser la California del sur de Europa, que suelen terminar creyéndose sus propios embustes. Luego salen a la calle y se encuentran con un público diferente al de los programas simiescos de Juan Imedio, con cientos de mujeres entregadas a buscar una alegría para la entrepierna. Sí, debe ser duro que crezca el número de andaluces que quiere el cierre de ese abyecto canal llamado Canal Sur a pesar de la propaganda.
Luego tenemos a esos turiferarios del odio hacia todo lo cristiano, judío o norteamericano capaz de inventarse la realidad con tal de llevar la razón. Empero, no es lo mismo creer en una religión que te promete el cielo si no matas, que otra que te promete el paraíso si matas al infiel. Resultado de que mientras unos hemos pasado por el renacimiento y la ilustración, otros siguen anclados en la baja edad media.
La realidad es algo muy duro y hay muchas formas de evadirnos de ella. Desde el ácido lisérgico hasta una pelícua de Disney. Lo malo es que cuando han pasado los efectos del remedio, el individuo dispero sigue creyendo a pies juntillas en países imaginarios o en soluciones mágica colectivas. Y no digamos de ilusiones como en las de las vírgenes esperando en el paraíso a los luchadores de Alá.
La solución política pasa por más educación y más liberalismo para que podamos alejarnos de las sectas religiosas o políticas que impiden el verdadero desarrollo humano. El remedio debe sentar sus bases en una política basada en que todos tengamos los mismos derechos como ciudadanos y, nunca en privilegios o absurdos abusos medievales.
Debe de ser duro, sin duda, ser tan estúpidos para creerse tantas patrañas en pleno siglo XXI con miles de bibliotecas abiertas al gran público. Sin embargo, es lo que hay cuando la semilla del fanatismo crece en las mentes de tantos papanatas alrededor del mundo. De nosotros depende enseñar la verdad a esta pandilla de tarados e incapaces.
¿Me ayudan?
Sergio Calle Llorens
sábado, 10 de enero de 2015
CARTA A UN IMBÉCIL
Cuando escribo que estoy en contra del islamismo radical y usted entiende que me opongo a los musulmanes, no es que yo sea islamófobo es que vos es un completo imbécil.
Cuando critico a la Junta de Andalucía por 35 años de latrocinio institucionalizado, y su excelencia me confunde con un facha, no es que yo tengo querencias por el Franquismo, es que usted quiere poco a la realidad.
Cuando defiendo a Israel por ser el dique que contiene a la barbarie y usted me califica de peligroso sionista, tan solo puede decir que no me deja jodido sino que soy alguien con sangre judía que defiende la libertad y la democracia.
Cuando escribo en catalán y a renglón seguido me acusa de ser un "polaco asqueroso" apenas puedo oponer que soy más español que toda su familia unida y que, en realidad, plasmar ideas en otra lengua española no me resta un àpice a mi nacionalidad.
Cuando ilustro mis artículos con fotos de bellas señoritas no es que sea un machista, resulta que soy el admirador numero uno de las criaturas de ese sexo tan difícil de entender. Y esa admiración no es sólo física sino espiritual.
Cuando retrato a esa casta sindical que vive de los presupuestos, y sin dar un palo al agua, no es que yo sea un explotador como suele indicarme, sino que mi cabeza explota de que existan papanatas tan lentos de pensamientos como su persona.
Cuando describo a un pueblo andaluz lerdo, acrítico y ciertamente patán, estoy haciendo eso precisamente; describir luchando por encontrar el adjetivo correcto para una población que, lejos de enfadarse con ello, aplaude con las orejas.
Entienda que soy el resultado de un paisaje, de un mar sabio y de miles de experiencias personales. Una vida rodeada de libros. Una existencia en varias lenguas. Un paseo por el mundo aplicando aquello de "vivre chaque jour comme s'il etait le derniére" que me enseñó una bella belga. Un camino en el que me he cruzado con miles de imbéciles como usted y, sabe, tendría gracia que al final pudiera entender cualquier cosa que sale de mi pluma. Escuche este secreto; no hace falta que abra la boca para que nos percatemos de su imbecilidad incurable.
Siga con salud.
Sergio Calle Llorens
Cuando critico a la Junta de Andalucía por 35 años de latrocinio institucionalizado, y su excelencia me confunde con un facha, no es que yo tengo querencias por el Franquismo, es que usted quiere poco a la realidad.
Cuando defiendo a Israel por ser el dique que contiene a la barbarie y usted me califica de peligroso sionista, tan solo puede decir que no me deja jodido sino que soy alguien con sangre judía que defiende la libertad y la democracia.
Cuando escribo en catalán y a renglón seguido me acusa de ser un "polaco asqueroso" apenas puedo oponer que soy más español que toda su familia unida y que, en realidad, plasmar ideas en otra lengua española no me resta un àpice a mi nacionalidad.
Cuando ilustro mis artículos con fotos de bellas señoritas no es que sea un machista, resulta que soy el admirador numero uno de las criaturas de ese sexo tan difícil de entender. Y esa admiración no es sólo física sino espiritual.
Cuando retrato a esa casta sindical que vive de los presupuestos, y sin dar un palo al agua, no es que yo sea un explotador como suele indicarme, sino que mi cabeza explota de que existan papanatas tan lentos de pensamientos como su persona.
Cuando describo a un pueblo andaluz lerdo, acrítico y ciertamente patán, estoy haciendo eso precisamente; describir luchando por encontrar el adjetivo correcto para una población que, lejos de enfadarse con ello, aplaude con las orejas.
Entienda que soy el resultado de un paisaje, de un mar sabio y de miles de experiencias personales. Una vida rodeada de libros. Una existencia en varias lenguas. Un paseo por el mundo aplicando aquello de "vivre chaque jour comme s'il etait le derniére" que me enseñó una bella belga. Un camino en el que me he cruzado con miles de imbéciles como usted y, sabe, tendría gracia que al final pudiera entender cualquier cosa que sale de mi pluma. Escuche este secreto; no hace falta que abra la boca para que nos percatemos de su imbecilidad incurable.
Siga con salud.
Sergio Calle Llorens
jueves, 8 de enero de 2015
AYER Y SIEMPRE
Me conmueve hasta la lágrima que haya gente que piense combatir con la palabra a una ideología que viene directamente del medievo. Me sorprende, y no debería, que haya tanto papanata suelto afirmando que el Islam es una religión de paz. Me enerva que los que ayer defendían la alianza de civilizaciones, hoy se apunten a la defensa de la libertad de expresión.
Hoy es un buen día para mencionar aquel artículo de Rodríguez Zapatero en el International Herald Tribune en el que afirmaba, ojo al dato, "que no existen derechos sin responsabilidad y sin respeto por la sensibilidad diferentes. La publicación de caricaturas puede ser perfectamente legal, pero no es indiferente, y por tanto, debería ser rechazada desde un punto de vista moral y político". Ya ven, el zote intelectual de ZP abogando por una autocensura para no molestar a esos bárbaros. Y ayer, por supuesto, acudió a una concentración de repulsa al ataque sufrido por la revista Charlie Hebdo. De la alianza de civilizaciones a reconocer, supongo, que ha protagonizado el más espantoso de los ridículos. Hubo un día en el que su partido llamaba a rodear las sedes del PP en plena jornada electoral. Ayer, en cambio, el leonés mostraba esa solidaridad con el pueblo francés y su gobierno que no tuvo con el de casa.
También es una buena jornada para recordar como en España los etarras remataban a sus víctimas en el suelo y, muchos hablaban de que esos crímenes escondían un conflicto político, hoy lo sigue haciendo Pablo Iglesias- el mismo que ayer sí mostraba solidaridad con las víctimas- sin que se le mueva una ceja. A su vez, es la hora perfecta para rememorar a esos gobiernos catalanes fomentando la inmigración magrebí, a la que prometían el oro y el moro, si apoyaban el proceso independentista al saberse en clara minoría en Cataluña. Buen momento también para mencionar todos los artículos del gran Antonio Gala, todos anticristianos y casi ninguna referencia al peligro del islamismo radical. Sí, esos artículos llenos de clausulas adversativas de "sí pero", para echar balones fuera y seguir con su ensoñación andalusí.
Ayer mientras la Sexta ponía el enfasis en que con el atentado solo ganaba el Frente Nacional de Le Pen, e incluso buscaba algún palo con el que atizar a los católicos y a todo el mundo occidental, algunos hacíamos memoria. Decíamos, y decimos, que Israel es la frontera perfecta para contener a los bárbaros. Pensábamos, y pensamos, que si los musulmanes quieren diferenciarse de esa gentuza, deben dar un paso adelante y demostrar que están con nuestra civilización o marcharse de una vez por todas. Afirmábamos, y afirmamos, que pertenecemos a una cultura superior en la que un parlamento es el templo supremo y la palabra el Dios absoluto. Esa que se usa en muchas mezquitas europeas para destruir nuestra civilización. No se puede defender un día una cosa, y al siguiente justamente lo contrario. Ayer, hoy y siempre el islam debe elegir entre permitir que unos periodistas le caricaturicen o que sus bárbaros lo retraten con sus actos criminales. Nosotros, en cambio, siempre hemos quedado inmortalizados en la imagen como liberales que defendemos la libertad de todos con mayúsculas. Dicho de otro modo, somos los que siempre tendrán al otro lado de la trinchera.
Sergio Calle Llorens
Hoy es un buen día para mencionar aquel artículo de Rodríguez Zapatero en el International Herald Tribune en el que afirmaba, ojo al dato, "que no existen derechos sin responsabilidad y sin respeto por la sensibilidad diferentes. La publicación de caricaturas puede ser perfectamente legal, pero no es indiferente, y por tanto, debería ser rechazada desde un punto de vista moral y político". Ya ven, el zote intelectual de ZP abogando por una autocensura para no molestar a esos bárbaros. Y ayer, por supuesto, acudió a una concentración de repulsa al ataque sufrido por la revista Charlie Hebdo. De la alianza de civilizaciones a reconocer, supongo, que ha protagonizado el más espantoso de los ridículos. Hubo un día en el que su partido llamaba a rodear las sedes del PP en plena jornada electoral. Ayer, en cambio, el leonés mostraba esa solidaridad con el pueblo francés y su gobierno que no tuvo con el de casa.
También es una buena jornada para recordar como en España los etarras remataban a sus víctimas en el suelo y, muchos hablaban de que esos crímenes escondían un conflicto político, hoy lo sigue haciendo Pablo Iglesias- el mismo que ayer sí mostraba solidaridad con las víctimas- sin que se le mueva una ceja. A su vez, es la hora perfecta para rememorar a esos gobiernos catalanes fomentando la inmigración magrebí, a la que prometían el oro y el moro, si apoyaban el proceso independentista al saberse en clara minoría en Cataluña. Buen momento también para mencionar todos los artículos del gran Antonio Gala, todos anticristianos y casi ninguna referencia al peligro del islamismo radical. Sí, esos artículos llenos de clausulas adversativas de "sí pero", para echar balones fuera y seguir con su ensoñación andalusí.
Ayer mientras la Sexta ponía el enfasis en que con el atentado solo ganaba el Frente Nacional de Le Pen, e incluso buscaba algún palo con el que atizar a los católicos y a todo el mundo occidental, algunos hacíamos memoria. Decíamos, y decimos, que Israel es la frontera perfecta para contener a los bárbaros. Pensábamos, y pensamos, que si los musulmanes quieren diferenciarse de esa gentuza, deben dar un paso adelante y demostrar que están con nuestra civilización o marcharse de una vez por todas. Afirmábamos, y afirmamos, que pertenecemos a una cultura superior en la que un parlamento es el templo supremo y la palabra el Dios absoluto. Esa que se usa en muchas mezquitas europeas para destruir nuestra civilización. No se puede defender un día una cosa, y al siguiente justamente lo contrario. Ayer, hoy y siempre el islam debe elegir entre permitir que unos periodistas le caricaturicen o que sus bárbaros lo retraten con sus actos criminales. Nosotros, en cambio, siempre hemos quedado inmortalizados en la imagen como liberales que defendemos la libertad de todos con mayúsculas. Dicho de otro modo, somos los que siempre tendrán al otro lado de la trinchera.
Sergio Calle Llorens
miércoles, 7 de enero de 2015
¡A REPOSICIÓN!
Las mujeres de veinte años son como los electricistas porque nunca dejan pasar un buen empalme. Sin embargo, estamos ante cosas distintas, igual que no es lo mismo un historiador serio que un fabulista acarajotado como Blas Infante. Por lo tanto, muchos suelen empalmar historias aunque no peguen ni con cola. De eso les voy a hablar hoy.
Abrir una empresa en España te puede costar unos tres mil euros. En Inglaterra te puede salir por setenta. En estas tierras del sur, debes empezar a pagar impuestos desde el primer día, junto con esas terribles declaraciones de IVA trimestrales. En el Reino Unido, no pagas nada hasta que llegues a ganar unos 100.000 euros anuales. En verdad, no hay que acoquinar nada hasta que pasen veintiún meses desde que se da de alta a la empresa, pero, insisto, eso ocurre cuando se tienen beneficios. Además, si uno tiene prisa en poner el negocio a funcionar, en un día todo está hecho y, a golpe de click.
En el Reino Unido no hay ningún miedo a llamar a las cosas por su nombre. De ahí que el empresario sea llamado como tal y, no como en España que usamos eufemismos como emprendedores para no excitar la imaginación de los envidiosos. Una forma, como otra cualquiera, de calmar a la turba que jamás pudo dormir en un hotel de cinco estrellas
Empalmar cables en España, desde un punto de vista empresarial, termina en múltiples quemaduras por la sobrecarga eléctrica de los impuestos pero, por supuesto, hay mucho más. Uno de esos aspectos que llevan al achicharramiento del Homo Empresarialis, es esa costumbre a no pagar por los servicios prestados. La administración paga, si todo va bien, a noventa días. Los comercios a reposición.
Recuerdo cuando vendía caldos locales en el país malagueño, y en cada lugar, en cada esquina, siempre se iban quedando con la mercancia al grito de "a reposición". Incluso tuve, luego eso cambió, que pagar por el IVA que yo no había cobrado. Esa estúpida frase me llevó a imaginarme diciéndole a ese mismo dueño de restaurante tras una copiosa cena, que le pagaría a reposición, es decir, cuando a un servidor le viniera en gana volver a consumir sus estupendas viandas. Por supuesto, el empresario no lo hubiera entendido. Yo tampoco Por eso, decidí que solo aquelllos que pagaran la mercancia en el momento de recibirla, serían servidos. Aquella decisión mía, de la que no me arrepiento, dio con el cierre del negocio. Hoy sigo convencido de que tomé la decisión correcta.
Pocas personas saben que la mar es un medio excelente para envejecer el vino e, incluso, madurar las ideas. Yo me senté frente a la patria salada y de una de sus olas rizadas me vino la solución ideal a mis problemas. Olvidé esos caldos y me concentré en el negocio que me salvaría la vida. Comencé a bailar, junto a la Diosa Noctiluca, al ver la luz cegadora de la sabiduría. Hoy la palabra reposición apenas evoca en mi cerebro un deseo de volver a ver algunas series nórdicas de misterio de las que soy un ferviente seguidor.
¡Que repongan sus muertos!
Sergio Calle Llorens
Abrir una empresa en España te puede costar unos tres mil euros. En Inglaterra te puede salir por setenta. En estas tierras del sur, debes empezar a pagar impuestos desde el primer día, junto con esas terribles declaraciones de IVA trimestrales. En el Reino Unido, no pagas nada hasta que llegues a ganar unos 100.000 euros anuales. En verdad, no hay que acoquinar nada hasta que pasen veintiún meses desde que se da de alta a la empresa, pero, insisto, eso ocurre cuando se tienen beneficios. Además, si uno tiene prisa en poner el negocio a funcionar, en un día todo está hecho y, a golpe de click.
En el Reino Unido no hay ningún miedo a llamar a las cosas por su nombre. De ahí que el empresario sea llamado como tal y, no como en España que usamos eufemismos como emprendedores para no excitar la imaginación de los envidiosos. Una forma, como otra cualquiera, de calmar a la turba que jamás pudo dormir en un hotel de cinco estrellas
Empalmar cables en España, desde un punto de vista empresarial, termina en múltiples quemaduras por la sobrecarga eléctrica de los impuestos pero, por supuesto, hay mucho más. Uno de esos aspectos que llevan al achicharramiento del Homo Empresarialis, es esa costumbre a no pagar por los servicios prestados. La administración paga, si todo va bien, a noventa días. Los comercios a reposición.
Recuerdo cuando vendía caldos locales en el país malagueño, y en cada lugar, en cada esquina, siempre se iban quedando con la mercancia al grito de "a reposición". Incluso tuve, luego eso cambió, que pagar por el IVA que yo no había cobrado. Esa estúpida frase me llevó a imaginarme diciéndole a ese mismo dueño de restaurante tras una copiosa cena, que le pagaría a reposición, es decir, cuando a un servidor le viniera en gana volver a consumir sus estupendas viandas. Por supuesto, el empresario no lo hubiera entendido. Yo tampoco Por eso, decidí que solo aquelllos que pagaran la mercancia en el momento de recibirla, serían servidos. Aquella decisión mía, de la que no me arrepiento, dio con el cierre del negocio. Hoy sigo convencido de que tomé la decisión correcta.
Pocas personas saben que la mar es un medio excelente para envejecer el vino e, incluso, madurar las ideas. Yo me senté frente a la patria salada y de una de sus olas rizadas me vino la solución ideal a mis problemas. Olvidé esos caldos y me concentré en el negocio que me salvaría la vida. Comencé a bailar, junto a la Diosa Noctiluca, al ver la luz cegadora de la sabiduría. Hoy la palabra reposición apenas evoca en mi cerebro un deseo de volver a ver algunas series nórdicas de misterio de las que soy un ferviente seguidor.
¡Que repongan sus muertos!
Sergio Calle Llorens
lunes, 5 de enero de 2015
EL DIOS ANDALUZ
Según la Biblia, Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza lo que no ha sido probado por ninguna criatura inteligente a lo largo de la historia. Lo que sí es seguro es que las divinidades de las que se ha dotado cada sociedad humana dice mucho del carácter de los que las forman y, creo, sería mucho más correcto afirmar que cada pueblo crea un Dios a su imagen y semejanza.
El Dios andaluz es, por tanto, un ser paleto y descerebrado que conduce al fracaso más estrepitoso. Un altísimo que siempre elige la peor opción. Una deidad que apuesta por las decisiones demoradas y por el suicidio a largo plazo. No hay problema que no empeore por las sugerencias de ese Dios palurdo que, cada cuarto de hora, susurra nuevas propuestas loquinarias a su pueblo que, de ser el elegido, lo sería para el circo.
El ideal platónico, las enseñanzas de Newton o de Einstein no entran dentro de la religión andaluza. La tradición cabalística judía ha sido prolífica a la hora de entender el lenguaje secreto de Dios, llevando a emplear hasta sesenta sistemas diferentes que van, desde atribuir a cada letra el cuadrado de su valor normal, hasta atribuir el 1 a la primera letra; el 3=1+2 a la segunda; el 6=1+2+3, a la tercera, y así sucesivamente. Y todo porque el creador, tal vez, no lo había dejado todo demasiado claro. Sin embargo, la cábala andaluza tiene un único número; el cero patatero que clava, como nadie el valor de una autonomía absurda y demencial. De Yahvé pasamos a ya ve que Dios más tonto el de los andaluces.
En la difusiòn del cristianimo, el valor numérico de las palabras adquirió un significado místico a la manera judaica pero, en la anunciación del andalucismo todo adquire un valor nulo. Por eso no le debe extrañar a nadie que el símbolo andaluz sea el cero a la izquierda.
En la descripición bíblica del Tabernáculo Dios da instrucciones tan precisas a Moisés que, perdonen la extravagancia, uno tiene la impresión de estar leyendo un catálogo de IKEA. Como dicen algunos sabios, el problema del creador siempre ha sido el mismo; convencer a personas ajenas al oficio de constructor sean capaces de montar un artilugio ciertamente complejo. Lo que no llego a entender que el resultado del andamiaje andaluz no haya valido ni para construir una casa de aperos que llevarnos a la boca. Y es que todas las construcciones que nos ha dictado el Dios andaluz han terminado en una carcajada general.
Si en el Arca de la Alianza, Yahvé mandó fundir cuatro anillos de oro para ponerlos en las cuatro esquinas, el creador andaluz ha mandado fundir todas las esquinas para que su casta sacerdotal viva sin dar palo al agua. Cabe especular, ya lo he apuntado en líneas anteriores, que en los cinco libros del Pentateuco haya un mensaje cifrado. Esa es, después de todo, la base de la cábala pero, en la andaluza lo único cifrado son los ceros que tienen en sus cuentas los que llevan el símbolo de la secta del capullo.
Cada uno crea su Dios a su imagen y semejanza. Los andaluces también y creen en él con la fe del converso. Más preocupados en no poderse tomar unas uvas que en la zorra que se las roba año sí, y año también, el verdadero creador hace tiempo que dejó de prestar atención a un pueblo tan analfabeto que le resulta familiar por aquello de las siete plagas de Egipto.
La religión andaluza se basa en el hecho indiscutible que para entrar en el infierno no hace falta morir. Y todo lo que venga después de ese averno sureño, debe ser el paraíso. Resultado de vivir bajo un Dios absurdo, maníqueo, de manos largas y con querencia por el ácido lisérgico; su creación, como no podía ser de otra manera, le ha salido ciertamente cochambrosa. De nosotros depende acabar con esa deidad tan terrible antes de que sea demasiado tarde.
Sergio Calle Llorens
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