El Jeque anuncia que deja Andalucía tras el nuevo varapalo a
su proyecto de La Academia
en la Capital
de la Costa del
Sol. Al parecer la Junta
vuelve a ejecutar ese maquiavélico plan por el cual pide los mismos documentos
una y otra vez hasta que los inversores deciden marcharse con la pasta a otra
parte. Ocurrió con Eurodisney y con tantos proyectos que la lista es más larga
que la de los Reyes Godos.
Del tema de la
Academia del Málaga C.F he de comentar varias cosas. La
primera es que el Jeque se equivocó al pensar que podía hacer negocio en estas
tierras cuando, de todos es sabido, que forman parte de un cortijo que domina
el PSOE andaluz. La segunda es que el Alcalde de la ciudad cometió una
irresponsabilidad al permitir que se fuera a construir el proyecto en la única
zona verde virgen que nos queda, dando motivos para que los enemigos de los
intereses malagueños pusieran todas las trabas del mundo. Si unimos ambos
elementos tenemos la causa por la que el proyecto lleve más de dos años
paralizado. Otras ciudades del sur ya han aprobado sus ciudades deportivas con
gran celeridad.
Desconozco si Abdulah Al Thani cumplirá su palabra de
abandonarnos. En verdad ha dicho tantos dimes y diretes que uno no sabe muy
bien interpretar sus mensajes. Lo que está claro es que para hacer negocios en la República Bananera
de Andalucía, hay que pagar mordidas o pertenecer a La Garduña Socialista.
La realidad es que hay muchos intereses para que el Málaga C.F no esté en lo más
alto. Y tanto molesta su presencia en la elite que la gran mayoría de medios de
comunicación ocultan que es uno de los clubes de futbol que menos deben a Hacienda.
El mismísimo Real Madrid tiene, y casi nadie menciona el dato, una deuda de más
de 600 millones de euros sin que al rosado Platini se le ocurra mencionar lo
del Fair Play financiero. Las razones del desprecio a los blanquiazules siguen
siendo tan crípticas como la utilidad de Canal Sur.
En la siguiente temporada el grupo Joly llegó a publicar un
artículo titulado “Empate a nada” tras el partido disputado entre el Levante y
el Málaga. Un trabajo que considero muy ilustrativo. El plumilla de turno no
tuvo a bien en considerar la veintena de saques de esquina lanzados ni el gol
anulado, legal por cierto, tras más de veinte tiros a puerta. Y si no nos
quieren en Andalucía, cómo podemos pensar que el resto de España no vaya a
tomar en serio. Si no somos ni capaces de que la pestilente Susana Díaz se nos
ponga al teléfono, ningún malagueño ha de aspirar a que le den un trato justo
al club de nuestros amores. Nuestro pasado de liga de Campeones fue únicamente
el sueño de una noche de verano que duró menos que el rocío de la mañana. La
culpa es nuestra por permitir que el pendón andaluz-nunca mejor dicho- señoree
en nuestro rincón mediterráneo.
Sergio Calle Llorens
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