MÁLAGA C.F: CONFIDENCIAL

No sé si se han dado cuenta de que la bandera andaluza se ha caído de la zamarra del Málaga C.F. Algunos dirán que es un asunto banal, sin embargo les aseguro que es muy ilustrativo de los últimos acontecimientos ocurridos en el club de la capital de la Costa del Sol. Lo curioso es que el detalle de la bandera andaluza , coincide con la clasificación del equipo para jugar la máxima competición continental; La liga de Campeones. Un hito que ha motivado que los jugadores del Barça y el propio club azulgrana felicitaran a los malagueños por el logro alcanzado. Jugadores como Gerard Piqué o Cesc Fabregas tuiteaban las felicitaciones a los nuestros. Eso sí, al club no llegó ningún mensaje de enhorabuena por parte de los otros clubes sureños, y, mucho menos, de la Junta de Andalucía. Huelga añadir que la prensa madrileña se mostró parca en palabras de reconocimiento, y que programas como Punto Pelota mostraron un monumental cabreo por la clasificación de los boquerones.

Imagino que a nadie le puede sorprender, a estas alturas, que el Málaga Club de Fútbol no sea tratado correctamente por la prensa deportiva de este país, y mucho menos por las televisiones privadas. La misma Cuatro lleva todo el verano apuntando a que el club estaba en segunda B, ya que trataban de que la plaza de champions fuese para el Atlético de Madrid. Tampoco puede chocar el hecho de que canal sur televisión no dedicase  programa deportivo alguno de homenaje. Algo que, por descontado, hubiese realizado si el Betis o el Sevilla hubiesen logrado algo semejante. Pero, ¿y la bandera andaluza? Lo que les voy a relatar, lo saben algunos plumillas de la prensa malagueña que han preferido callar, desgraciadamente, por aquello de que sus medios sigan cobrando subvenciones a cargo de la publicidad institucional. Duele mucho en el caso del diario Sur, y no extraña nada en el grupo Jolly, ya que el jefe de deportes de Málaga Hoy, es un asturiano que desprecia al Málaga con todas sus fuerzas. Algún día les contaré más.

El caso es que la historia del Jeque en Málaga viene cojeando porque Abdullah Al Thani vino para invertir, y lo hizo, pero también llegó para buscar notoriedad y hacer negocio. Y es aquí donde el árabe se equivocó claramente al elegir a Pepote de la Borbolla como intermediario del qatarí. Fue el ex presidente andaluz el que entró en la reunión con el jeque y Pepito Grillán. La imagen fue objeto de portada en los medios del 20 de julio de 2007. A algunos les chirriaba que aquellos que se cubren- cuando les conviene- con la bandera de Rodiezmo, se unan a multimillonarios a la hora de hacerse de oro. Y eso era precisamente de lo que se trababa. De hecho, así lo expuso el jeque al presidente andaluz, a Rosa Aguilar, entonces Consejera de Obras Públicas y a Antonio Ávila- otro artista de los ERE- y Consjero de desempleo andaluz. El árabe fue directo al grano y se ofreció para invertir en la provincia de Málaga. Al Thani, hombre muy bien informado, conocía que la Junta buscaba impulsar mediante colaboración público-privada proyectos como el puerto de la Bajadilla en Marbella. Una inversión que supondría dotar de 700 amarres para embarcaciones deportivas frente a las 268 actuales. Actuación que supondría una inversión de unos 70 millones de euros. Los andaluces de la Junta escucharon con atención al nuevo dueño del Málaga, y le citaron para otra reunión. En los tiempos de crisis que corren, todos veían una muy buena opción la opción del jeque. Sin embargo, el PSOE y su Junta reaccionaron con fingida frialdad a la propuesta. De ahí la gélida nota de prensa que sacaron al día siguiente. Para entonces, la alcaldesa de Marbella, con la que el qatarí ya se había reunido, cruzaba los dedos para que la inversión se llevara a cabo. También su colega de la capital, tuvo una reunión con el dueño del Málaga para hablar de la ciudad deportiva del club al que iban a bautizar como la academia.

Empero, nada de eso sucedió. En parte por la lentitud secular demostrada por las autoridades andaluces que, obviamente, trataron de sacar tajada, como suelen. Luego, intentaron convencer al jeque de que invirtiera en la capital de Andalucía. Algo a lo que se negó en rotundo, pues él sólo estaba, y está, interesado en la joya de la corona. Viendo que aquello no conducía a nada, Griñán y los suyos decidieron ralentizar todos los proyectos del jeque. De ahí que la ciudad deportiva no haya visto ni una piedra puesta, y mucho menos el puerto de Marbella.

Nada de lo expuesto hasta aquí desvela las causas sobre los problemas económicas que han motivado la venta de jugadores como Cazorla o Rondón. La explicación oficial es que alguien del club habría estado metiendo la mano en la caja y, por eso, el Málaga no podía hacer frente a las altas fichas de los jugadores. He de decir que hay algo de verdad en estas afirmaciones, pero no es toda la verdad. La causa de que el club las haya pasado canutas se deben a las peticiones de las autoridades andaluzas al jeque. Un asunto que, tal vez, vea la luz en el futuro cuando el qatarí harto de poner pero no de recibir, se vaya con los petrodolares a otra parte. Y es que mientras algunos se muerden la lengua para no contar lo que ha pasado, otros cobran la mordida. A buen entendedor pocas palabras bastan.

A nadie le debe extrañar, por tanto, que el Málaga, por orden expresa de su dueño, haya decidido eliminar de un plumazo la bandera de Andalucía de su camiseta. Un aviso a navegantes. Una advertencia de que el que quiera hacer negocios con el club, deberá pasar por las oficinas de la Rosaleda que, más que nunca, es campo internacional. La publicidad se cobra, siendo de champions, a precio de oro. Y en ningún caso, se va a promocionar la marca Andalucía en nuestras camisetas. A no ser, claro está, que allanen el camino de las inversiones por las que el jeque pagó un adelanto.

Finalmente, he de referirme, una vez más, a la ínclita María Gámez cuyo cerebro de colibrí le hace criticar al Alcalde por asistir, invitado y pagado por el Málaga, al partido disputado en tierras griegas. Esa hija de farero con menos luces que un barco pirata que cada vez que jamás entra en una cocina, por aquello de que siempre se encuentra con un bote con la leyenda Sal, se le ha olvidado que fue precisamente el señor de la Borbolla el que subvencionó al Betis años atrás y dejó que el Málaga desapareciese. Y es que entre los enemigos del Málaga, siempre han estado la Junta y su PSOE. Debería saber esta señorita, y todos sus familiares colocados en la Junta, que en Málaga también tenemos una roca tarpeya.

Sergio Calle Llorens