domingo, 28 de julio de 2024

¡ESPAÑA Y LOS AMARGADOS!

 



España es la única nación del mundo que ha ganado tres competiciones internacionales seguidas; Eurocopa, Mundial, Eurocopa. La única selección de fútbol que tiene cuatro Eurocopas. El selectivo equipo capaz de campeonar tras vencer en el mismo torneo a Italia, Alemania, Francia e Inglaterra. En el último campeonato hemos vencido en la final con un juego espectacular para hundir la nave de la Pérfida Albión y dejar a sus piratas tiritando de puro miedo.

Todos los españoles de bien estamos muy contentos por los logros deportivos que se unen a los de la selección femenina. Los irlandeses y los escoceses lo celebran como si hubiesen sido ellos los que habían derrotado a sus viejos enemigos. Los escandinavos también lo festejan cantando aquello de England is never coming home. Sin embargo, hay un rinconcito que se resiste a abrazar está ola de felicidad y optimismo. Es la tribu de los amargados que halló la fórmula mágica de tocarnos la moral aludiendo al color de la piel de Nico Williams y Lamine Yamal cuando en la selección, el equipo de todos, sólo cuenta el rojo de la zamarra. La paleta cromática es y será siempre secundaria. De hecho, los blaugranas aplauden a Carvajal, los blancos a los azulgranas, los verdiblancos a los blancos sevillistas y viceversa. Por ello, cuando los nuestros alzaron el trofeo de campeones al cielo, algo que pareció dolerles sobremanera, comenzaron a buscar una nueva fórmula para tratar de aguarnos la fiesta. La encontraron con los cánticos de Gibraltar español y las frías maneras de algunos jugadores del equipo con Pedrito Sánchez en el Palacio de la Moncloa. Respecto a lo primero quiero recordar que la ONU considera a La Roca un territorio a descolonizar y en cuando a lo segundo, que se sepa, los deportistas no han leído en ningún sitio, porque no existe, ese manual de modales para saludar en posición genuflexa al Presidente. Y encima, las calles de Cataluña y País Vasco se llenan de banderas nacionales y las celebraciones han sido espectaculares. Esto ya ha sido demasiado para sus corazones de amargados.

A resultas de todo esto, quiero declarar que España es la bendición de Dios en la tierra. El paraíso soñado de los poetas que no está exento de excesos o defectos. El jardín del Edén cuyos encantos embrujan el alma de propios y extraños. El mejor de los mundos. La alegría de sentirse vivos. La cuna de la filosofía hedonista. El hogar de los hombres valientes. La universidad de los genios. La genética del no rendirse ni después de muertos. Deberíamos todos arrodillarnos y pedir perdón al Santo Padre en nombre de esta pandilla de resentidos cuya mayor falta es la de estar ciegos. Además, también hay que darles las gracias porque sin lo amargo, lo dulce no es tan dulce.

¡Hemos ganado y ellos han vuelto a perder!

Sergio Calle Llorens


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