domingo, 12 de mayo de 2024

¡EUROVISION 2024|

 



Lo mejor de Eurovisión 2024 es que ya ha terminado. Y es que la mayoría de temas presentados parecían publicidad de las saunas del suegro de Pedro Sánchez. La segunda noticia positiva que nos deja el festival es la detención de Greta Thunberg. Esa niña tan extraña que no necesita ir a la escuela porque ella es experta en la foca capuchina o en geoestrategia mundial. Lo sabe todo y es infalible. Sin embargo, he de recordar que manifestarse con banderas palestinas en un festival de música después de que Hamas violase y masacrase a cientos de jóvenes que bailaban por la paz, perdonen ustedes, es de tarados mentales. Otros que tienen una tara importante son los que apuestan por temas reivindicativos en el festival. Es una especie de trastorno compulsivo que lleva a elegir canciones infumables interpretados por cantantes sin voz. ¿Qué será lo próximo? ¿Apostar por Leticia Sabater?

Es evidente que en época del reggaetón la gente no tiene derecho a votar nada. No sólo porque la democracia es un abuso exagerado de la estadística, sino porque abres el teléfono del voto popular y la gente elige a Falete y María del Monte como mejores artistas del siglo XXI.

En términos futbolísticos España juega en segunda división de Eurovisión y no está a la altura de países como Suecia en cuyas casas se esconden varios candidatos a vencer en el certamen cada año. Y así no hay manera. Además, las opciones de ganar se reducen mucho con temas como el último de Zorra cuya etimología sorprendería a más de uno. Y es que en general los nombres españoles de los animales que han vivido desde tiempos inmemoriales en Europa provienen de palabras latinas correspondientes. Es el caso de las serpientes, caballos, burros, cabras y ovejas. No pasa igual con zorra al no poseer una denominación derivada de vulpes, que era la palabra latina con que se distingue a este simpático animalito. Y de hecho tampoco se usa en catalán (guineu), gallego (raposo) o francés (rénard). La explicación es muy simple; el pueblo tenía miedo de llamar a los animales salvajes y destructivos por sus nombres reales y los sustituían por otros que existían, incluyendo el zorro.

Después de todo esto, cabe preguntarse a qué conclusión llegamos; pues que Eurovisión se ha convertido en un homenaje al mal gusto y que canciones como Zorra podrían ser vetadas por aquello de que la tortura está prohibida por la Convención de Ginebra. Y hablando de ginebra, hay que estar muy mamado para tratar de convencer al personal de que quedar en el puesto 22 de 25 países es un éxito rotundo para España, pero ahí tienen a la prensa patria esta mañana dándolo todo por Nebulosa.  ¡Patanes con pluma! ¡Los reyes del wokismo!

Sergio Calle Llorens

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