MÁLAGA GANA

Málaga, Según el Instituto Nacional de Estadística, será la segunda provincia española que más población gane en los próximos quince años tras Madrid. En cambio, las cifras de las otras provincias de la República Bananera de Andalucía quedarán de la siguiente forma:

·         Almería +43407

·         Cádiz- 33559

·         Córdoba -44958

·         Granada -14702

·         Huelva -3111

·         Jaén -61505

·         Sevilla -10679

Los datos son demoledores porque mientras Málaga recibirá a  109602 habitantes, Andalucía perderá- sin contar con  Almería y la tierra de Picasso y Manolo Alcántara- a 168524 almas. Los resultados de otros territorios también son significativos:

·         Barcelona+ 69090 

·         Murcia +19635

·         Alicante +12818

·         Baleares +87708

·         Las Palmas +62446

·         Tenerife +57838

·         Valencia -88708

·         Vizcaya -66336

·         Castellón -39589

·         Salamanca -36414

·         Guipuzcoa -19021

·         Pontevedra -66534

·         León -57522

·         Toledo - 33017  

·         Zaragoza - 34490

En definitiva, y como ya les vengo explicando a mis seguidores en los últimos tiempos, son las costas y el eje mediterráneo donde está teniendo lugar el crecimiento económico y demográfico español. Capítulo aparte merece el caso valenciano cuya pérdida de población rompe la tendencia general de las provincias costeras bañadas por el Mare Nostrum.

 En clave local, la pregunta es obligada; ¿Estarán los políticos a la altura de las circunstancias para preparar las infraestructuras necesarias para responder al desafío poblacional? Y es que las autoridades de la Diputación llevan años preocupadas por los 500.000 habitantes que se niegan a empadronarse en Málaga para no pagar los impuestos abusivos de la zorra de Andalucía.  Y ahora, con lo que nos viene encima, el desafío es dar respuesta al motor económico de la taifa andaluza donde se recaudan la mayoría de los impuestos. Es muy posible que la respuesta esté en la propia cuestión. En cualquier caso, incluso el tarado típico de  la Junta podría entender que el presente, y no les digo ya nada del futuro, se pinta con el azul intenso y brillante de nuestra patria salada. Esa de la que son incapaces de entender absolutamente nada.

Sergio Calle Llorens