sábado, 23 de junio de 2012

TRINIDAD Y ANDALUCÍA TECH

Trinidad Jiménez acaba de aparecer de nuevo en Málaga con la convicción del ignorante. Reclama dinero contante y sonante para el campus de excelencia Andalucía Tech que, increíblemente, une a la universidad de Málaga con la de Sevilla. Un proyecto novedoso que se ha quedado sin financiación en los presupuestos generales del año 2012. Una inversión que, según la enemiga del pueblo saharaui, “es la base para que Málaga ponga en marcha un potencial de conocimiento que ya existe y que solo hace falta impulsar”. No seré yo quien se oponga a este proyecto, pero claro no de la mano de la ex ministra cuyo estado de imbecilidad ya superó a la babosa aquella del pleistoceno.

 Verán, Doña Trinidad no tuvo reparo alguno en conceder un día después de perder las elecciones a varios proyectos de cooperación, algunos tan peregrinos como los destinados a los honrados comealmohadas y a las feministas de Mali, por valor de unos 500.000 euros de nada. Tal vez algún día, en época de vacas gordas, alguien me subvencione mi asociación “enamorados de las pelirrojas”, porque todo es cuestión de manipular a la opinión pública y, a su vez, encontrar a alguien como que tenga menos sentido común que un lactante. Estilo Trinidad, vaya. Pero no perdamos el hilo de mi exposición. Les recordaba esas últimas subvenciones que firmó su manita, entre las que destaca “la resolución de conflictos con los hipopótamos en Guinea Bissau, dotada de unos 300.000 euros de nada. Así que no es difícil comprender que el gobierno de España no tenga un duro ni para Andalucía Tech, ni para pipas, debido al despilfarro del gobierno anterior.

 Por supuesto, la petición de la ex ministra, ha sido recibida muy bien por aquellos que viven en un estado de  idiocia permanente, porque una cosa es pertenecer a un partido como el PSOE andaluz, último reducto tribal del gremialismo simiesco, y otra bien distinta es no saber ni en que país se vive. No hay dinero, las cajas están con telarañas porque el socialismo fracasa cuando, como decía Thatcher, se termina el dinero de los demás. Solo una persona más ignorante que un zote, no se ha dado cuenta de que el país está en bancarrota por culpa de personas como Trinidad Jiménez.

 Hubiera estado bien que la paisana hubiera pedido también para el metro malagueño, para el tren litoral o para el saneamiento integral de la Costa del Sol, pero eso hubiera supuesto un enfrentamiento con Griñán y compañía. Y es que Trinidad nunca se ha caracterizado por su valentía, recuerden como no fue capaz de dar un puñetazo en la mesa cuando los marroquíes mataron a un saharaui con pasaporte español en las calles de la ex colonia. Lo suyo, claro está, es la resolución de conflictos con los hipopótamos. Una visión del mundo que me lleva a pensar que Darwin era un soñador, seguro, pues la evolución en Andalucía jamás tuvo lugar. Es más, escuchando el parloteo de la señora Jiménez, me hace concluir que mujeres como ella no vienen del mono, sino de la gallina. A ellas, y a todos los que la pusieron en sus puestos, habría que preguntarles por la etimología de la palabra capullo. ¿Andalucía Tech? LOS COJONES.


Sergio Calle Llorens

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