CHANEL, COCAÍNA Y DON PERIGNON

.Los socialistas buscan al Moisés de turno que les guíe por su travesía del desierto. Los candidatos a elegir son Carme Chacón y Rubalcaba el machacón, mientras machacan a sus súbditos. Lean y asómbrense. Según publica hoy el diario El Mundo, el Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional cree que Iván Chaves, el hijo del ex presidente andaluz Manuel Chaves, puede estar vinculado a lo que definen como una trama de tráfico de influencias. Por su parte, ABC nos presenta un trabajo en el que afirma que nadie de la Junta de Andalucía ha solicitado a Juan Francisco Trujillo, ex chófer del que fuera director general andaluz que devuelva las cantidades que le otorgaron. Según consta en su declaración, “ningún organismo de la Junta o cualquier otro se ha puesto en contacto con él o le han pedido explicaciones del destino del dinero”- como si no lo supieran-


Los periodistas del diario madrileño también publican, con todo lujo de detalles, que el ex director general de Empleo de la Junta de Andalucía Francisco Javier Guerrero se quedaba con parte del dinero que destinaba a pagar los ERE para gastárselo en cocaína, copas y fiestas. Esa es la principal conclusión de la declaración que prestó ante la policía su chófer el pasado 15 de diciembre dentro de la investigación judicial que se lleva a cabo por el fraude en las subvenciones concedidas por el gobierno de la taifa.


Ya ven, parece que estuviéramos ante una nueva versión de aquella canción de Loquillo y Trogloditas: Chanel, cocaína y Don Perignon pagada por todos los contribuyentes. Y de eso se trata precisamente, de seguir votando a un partido que se queda con el dinero de los parados para que sus afiliados y familiares vivan como un maharajá pensando que todos somos majaras de nacimiento. Desafortunadamente para ellos, no todos somos espectadores acríticos de canal sur- nodo andaluz de corte franquista- donde no tocarán, ni de refilón, los asuntos mencionados. Porque en que cabeza cabe que mencionen el informe que asegura que los contratos mercantiles que el hijo del cabezas denunció que le habían birlado, son pruebas de la existencia de una red de empresas y testaferros en cuyo centro estaría Iván- comisionista- Chaves. Tampoco tocarán la falsedad de la Junta que ha proclamado en infinidad de ocasiones que recuperaría el dinero defraudado. Sin duda, al ente autonómico televisivo experto en fenómenos para anormales, les debe parecer pecata minuta las investigaciones del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Udyco. Mucho menos que un ex director de empleo se gaste la pasta en meterse polvitos por la nariz. Aquí tenemos las políticas sociales del PSOE andaluz: Copa, puro, puta, coche oficial y maricón el último.


No debe importar, por tanto, que los voceros del régimen den sus últimos coletazos, tasando fachas imaginarios o acusando a la juez Mercedes Alaya de ser el mismísimo anticristo. Estamos ante el final de una forma de identificar la administración con su cortijo. Un epílogo triste a treinta años interpretando el papel de Alí Baba. Después de todo, la ociosidad de los socialistas camina tan despacho que todos los vicios conocidos les alcanzan. Por esta razón es tan duro dejar el poder. Se han convertido en alcohólicos que saben que es bueno dejar la bebida pero malo no acordarse donde. Ante estas denuncias sobre la corrupción socialista en Andalucía, los de la secta declaran que ellos no tienen problemas con la droga del poder, los problemas son la policía y los jueces que no están bajo su cuerda. No estaría de más, por una vez, que la usaran para colgarse del árbol más cercano como haría cualquier persona con un poco de decencia, tras ser descubierta robando a los más necesitados.