jueves, 21 de octubre de 2021

¡SINTIENDO TODO!

 


El anuncio de Durex invisible manda un anuncio contundente: follar con su nueva marca de preservativos es algo maravilloso.  El comercial tiene una duración de veintes segundos. Puro ingenio publicitario. Un homenaje a aquello de lo breve si bueno, dos veces bueno.  En resumen; tres parejas reales reciben el regalito para que luego compartan sus experiencias con el invento. El protagonista masculino dice que “la sensación es como si no llevases nada”, pero la cosa lleva a la risa tonta cuando ella afirma rotunda: “totalmente conectada con él. Sintiendo todo”.  En el caso de la segunda pareja sólo habla él para decir que “es tan fino que no lo notas” y ella se le agarra al cuello para besarlo apasionadamente. Parece pedirle una nueva penetración. La tercera parejita es, además de gay, desternillante. Y es que el barbudo primero exclama que “te olvidas que está”, y el segundo barbudo contesta ufano: “te da más placer que es lo que importa”.

Nadie puede negar que la agencia de publicidad ha dado en el clavo porque el anuncio no pasa indiferente. Sin embargo, yo me pregunto cómo alguien tiene los santos cojones de aparecer en televisión diciendo esas cosas. Miremos a la primera chica que viene a comunicarnos, aunque de forma más fina, que ha sentido todo el cipote mientras su novio le daba candela. Por no hablar de la pareja de hombres. El primero nos aclara que es él la parte activa porque cuando lo usa: “se le olvida que está” y su amorcito nos desvela su condición de honrado comealmohadas  ¿Really, George?

 Yo entiendo que el dinero es muy goloso y por pasta, por una buena cantidad de pasta, el personal es capaz de anunciar papilla de bebé con una zanahoria clavada en el culo. Llegado a este punto me gustaría saber cuándo se perdió el rubor. Esa cosa que inventó los vestidos para disfrutar más de los desnudos. Seguro que hay explicaciones para todos los gustos. Después de todo las hipótesis abundan. Las teorías no se acaban nunca. Pero los hechos ciertos y probados son muy raros.  El caso es que las grandes compañías, y eso incluye a todas las redes sociales, ganan cuando exponemos nuestras vergüenzas sin ningún límite. Ahí tienen a las mujeres posando ligeritas de ropa en el libro de las caras o en Instagram. Por no hablar de cómo el personal hace públicas todas sus desavenencias. Todo se expone. Todo se muestra. Y todo por un módico precio ya que los psicólogos salen muy caros. Lo que no sabe el personal que a la larga la factura a pagar por tanto sobreexposición sale mucho más gravosa. 

Vivimos tiempos extraños y la única verdad es que con las redes sociales y con el gobierno pasa como con los preservativos invisibles: que nos follan mejor a todos.

¡Blandito sea el Señor!

Sergio Calle Llorens


No hay comentarios:

Publicar un comentario