Gran parte de nuestros compatriotas vive en un universo paralelo que
constituye un peligroso rebaño de borregos. Manada que se traga cualquier
patraña que le presente el cabrero de turno y eso incluye, por supuesto,
seguirle hasta el mayor de los precipicios. Y es que España es la única nación
del mundo que desprecia su historia. Algo que no tiene parangón en el mundo. La
gente, sencillamente, no quiere saber. Estamos ante una renuncia colectiva
voluntaria que abraza mitos pero olvida lo que realmente fuimos como
nación. Para ilustrarles sobre el
asunto, voy a tratar dos fechas que se encuentran mitificadas por una inmensa
mayoría; el 23F y el 28F.
Cuando se cumplen 34 años del intento de golpe de Estado protagonizado
en el Congreso por un Teniente Coronel algo chusquero, Tejero y, en Valencia
por el Teniente General Milans del Bosch, todos parecen seguir buscando al
elefante blanco cuando, en realidad, todo olía a la pata negra del CESID. Hoy
sabemos, aunque mejor debería decir algunos sabemos, que varios agentes de la
Agrupación Operativa de Misiones Especiales (AOME) condujeron el autobús de los
golpistas hasta el congreso, algo que denunció el Sargento Rando Parra, uno de
los miembros de esa unidad. Algo que le comunicó al Comandante Camacho quien a
su vez le pasó la información al responsable del servicio secreto en aquel
momento. Éste hizo todo lo posible por frenar la investigación que implicaba al
CESID y, lo hizo porque era muy amigo del jefe de la AOME, el Comandante
Cortina. Rando llegó a sufrir intentos de asesinato. Sin embargo, Cortina quedó
libre en el juicio pero su segundo en el mando, Gómez Iglesias, fue condenado.
Al llegar Emilio Alonso Manglano a la dirección de los servicios de
inteligencia, hizo una limpia para transformar a "La Casa" en un
auténtico servidor de un Estado democrático. Recordemos como el CESID era el
heredero del SECED franquista. Cuando Aznar llegó al poder, nombró a Javier
Calderón jefe del servicio y lo primero que hizo fue echar a Camacho y Rando
como venganza por sus denuncias sobre el 23F. La realidad es evidente a pesar
de la propaganda oficial; el CESID hizo todo lo que pudo para que el golpe
triunfara y que la gran mayoría no lo sepa, no quiere decir que no sea cierto.
Otro golpe mucho más sutil ocurrió en ese esperpento meridional llamado
Andalucía. Acababa de llegar al poder la secta del capullo abrazando la causa
de la autonomía para la región que, por cierto, nunca había tenido unión
política. He de recordar como la Carta
Magna configuró dos distintos procedimientos para acceder a la autonomía:
*El previsto en el artículo 143, más lento en su tramitación, no
preconfiguraba las instituciones autonómicas y limitaba las competencias que se
podrían asumirse. Las del artículo 148.1.
*El establecido en el artículo 151, procedimiento más rápido que
garantizaba un poder político propio y un horizonte competencial mayor, con el
límite de las reservadas exclusivamente al Estado por el artículo 149.1. Esta
vía exigía que la iniciativa fuera ratificada mediante referéndum convocado
mediante ley orgánica, por el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los
electores de cada provincia implicada.
En Andalucía se impuso la opción del artículo 151, siendo la única que
accedió a la autonomía por esta vía con la intención de equipararse al País
Vasco, Galicia y Cataluña. Sin embargo, el referéndum fue ratificado por
mayoría absoluta en todas las provincias sureñas menos la almeriense donde los
votos favorables supusieron un 42,07% de todos los electores, muy lejos del 50%
requerido. Aquello terminó en un cambalache entre la UCD y el PSOE con una ley
ad hoc para resolver el entuerto. En conclusión, el referéndum autonómico
andaluz no fue ratificado conforme a las exigencias del artículo 151 de la
constitución española. Por tanto, los andaluces, o sea lo que sea que somos los
habitantes del sur de la península ibérica, hemos estado regidos por un
Estatuto ciertamente inconstitucional ya que en la estricta aplicación del
principio de jerarquía normativa (Artículo 9.3 de la Constitución española) la
norma autonómica sufre de un vicio de nulidad, e, igualmente nulas e ineficaces
son todas las consecuencias derivadas de dicho referéndum.
El problema es que al pueblo español se traga cualquier cosa con tal de
que coincidir con su cristalización ideológica. Y así, como ustedes
comprenderán, no nos salva ni San José bendito.
Sergio Calle Llorens
Recuerdo perfectamente los dos golpes de estado descritos: el del 23F y el de la autonomía andaluza. Falta la tercera pata del banco: el 11M.
ResponderEliminarUno de los grandes misterios de nuestra democracia. Saludos
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