Desde hace algún tiempo hago campaña en Málaga por Ciudadanos y, debo
confesar que me he topado con gran resistencia a aceptar mi entusiasmo por la
formación que lidera Albert Rivera. Los
que me dicen naranjas de la China son gentes de gran nivel intelectual, nada
que ver con los papanatas locales que apenas saber farfullar tres frases. Así
que comencé una ronda de entrevistas para ver qué se escondía, y se esconde,
tras esta negativa a votar por mi candidato entre la gente culta.
La entrevista que más me llamó la atención tuvo lugar muy cerca de la sinagoga
de Málaga adonde, por cierto, mi interlocutor acude con regularidad. Hablamos
ligeramente de estudios talmúdicos antes de
ir directamente al grano. Su respuesta, como la de tantos otros
malagueños, viene a ser la siguiente; "Mira, la rival de Málaga no es
Sevilla, sino Barcelona. Bien es cierto que desde la Junta de Andalucía han
tratado de torpedear todos los proyectos de la provincia pero, al final nos
hemos salido con la nuestra y ocupamos el primer puesto de casi todo. Ahora es
momento de mirar a la Ciudad Condal para alcanzarla. Rivera es natural de esa
ciudad y no nos lo pondría nada fácil.
El nacionalismo catalán nos está haciendo un gran favor porque aunque no
van a conseguir ninguna independencia y las inversiones buscan acomodo en
ciudades mediterráneas como Málaga".Como tengo gran confianza en mi interlocutor y ya he escuchado eso antes, acudo al gentilicio malagueño de la madre de Rivera pero ni por esas. Me suelta un discurso histórico;" En Málaga, a diferencia de otras ciudades andaluzas, no tiene Círculo Ganadero o Agrarios sino Mercantiles. Nuestra burguesía es de origen extranjero y aquí prima el comercio por encima de todo. Barcelona nos torpedeó los altos hornos y nuestra industria textil. Recuerda la beligerancia contra Intelhorce de los textiles catalanes. Sencillamente no nos fiamos de Rivera".
Le comento que pienso que Rivera encarna ese sueño liberal de que todos los españoles seamos iguales ante la ley por encima de luchas provinciales. Le doy motivos económicos e históricos para que no dejemos pasar la oportunidad de votar por un tipo que tiene el Estado en la cabeza. Entonces, me sonríe y me cuenta que en muy poco tiempo abrirán sus puertas el Pompidou de Málaga y el Centro Ruso. Además también estará listo El Complejo Jerusalén en el centro histórico de la Capital de la Costa del Sol; un trozo de Tierra Santa en Málaga donde se recrea la ciudad con su arqueología bíblica y su gran bóveda que narra los avatares de ese maravilloso enclave. Un nuevo referente cultural para un destino urbano que no deja de sorprender a propios y extraños. - ¿Y eso qué tiene que ver con votar a Rivera o no?- le espetó en pleno corazón del Soho. Su respuesta es letal: " Málaga es la única provincia de España con tres núcleos de población judía; Málaga, Torremolinos, Marbella y nuestro momento ha llegado. Volvemos a casa chaval y lo hacemos para convertir esta tierra en lo mejor de esta orilla. Votar por alguien que tiene tratos con Javier Nart es inaceptable. Votaremos por Ciudadanos cuando tú te presentes en sus filas".
Por primera vez entiendo muchas cosas; los movimientos, las inversiones, a los que mandan, a los que hacer como si son mandados. Sonrío porque ahora sé que esta gente tenía un plan y lo está ejecutando con brillantez. Barcelona persigue quimeras y Málaga se ha subido al barco de la realidad llamado éxito. Un mundo en el que no hay nada más bonito que hacer las cosas que te dijeron que nunca podrías hacer. En cualquier caso, yo votaré por Rivera, ellos, de momento, no.
Sergio Calle Llorens
Yo también voy a votar a Ciudadanos: me parece el proyecto más solido, y el único que parece encarnar los principios del liberalismo clásico: y sí, económicamente me parece mucho más dinámica Málaga que Sevilla, la cual vive del nombre.
ResponderEliminarPues ya somos dos; por cierto, como me gustaría quitar esas subvenciones de las que viven algunos. Uf. Saludos
EliminarPerdona Alex; he borrado un comentario tuyo de la última entrada al blog. Ha sido un error. Perdona. Puedes mandarlo cuando quieras. Un abrazo
EliminarTe leo e intento entender lo que me han dicho en cada región de España con relación a Cataluña, es como si impusieran una distancia, para mi absurda porque le conozco por dentro, y sé de muchos que se saben tan españoles como un malagueño. Y porque los políticos con cuotas de poder han ido adoctrinando durante treinta años en esta, "mi" Cataluña, creo que ese adoctrinamiento ha llegado a cada punto de la península, hasta llegar a sentirles ajenos. Esa sensación de abandono por parte del gobierno central, también existe desde el resto de España para con esos españoles, y eso me causa rebeldía, que no es lo mismo que el famoso victimismo catalán de los separatistas.
ResponderEliminarUna cosa es que Málaga asuma cuáles son sus puntos fuertes, para alcanzar el "éxito", y otra es sentir que peleas, desde Barcelona y cada pueblo de Cataluña contra un poder enorme, que se maneja y descaradamente reta tranquilamente a quienes sabemos que van contra las leyes. Eso pareciera importar a pocos.
La llegada de Rivera expone eso, la impunidad en la que vive Cataluña, pero también el de muchas otras regiones de España, como lo es Andalucía.
Siento en las palabras de tu interlocutor un resentimiento marcado por una "memoria histórica" en la cual están implicadas decisiones tomadas en su momento desde el gobierno central. Las textileras fueron a Cataluña no por decisión de los catalanes, aunque hubo muchos que sí invirtieron en ellas. Manos andaluzas y extremeñas también lo hicieron.
Creo que esta "división" en 17 feudos ha hecho un daño enorme a España. Pero como creo que los cambios vienen dados por una minoría, desde siempre en la historia de la humanidad, estoy segura que también vendrán para esta península, y si lo permiten, "amb un català, inclòs".
Suscribo, querida Carolina, punto por punto todo lo que me has dejado escrito. Es más, seguiré dando la batalla para que gane Albert Rivera que, además de ser un gran español, es un tipo que merece mucho la pena. Las textiles se fueron a Cataluña por presión de los catalanes y con el apoyo de muchos andaluces que por entonces ocupaban cargos de gobierno. Hay mucha gente que desconoce que los primeros altos hornos estuvieron en Málaga pero que por razones geográficas los llevaron al norte. Saludos
EliminarPor cierto, recomiendo el repaso de Javier Nart a la representante de Podemos el pasado sábado. Un gran tipo aunque sea pro-palestino.
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