En la noche fría de Estocolmo del 28 de febrero de 1986, Olof Palme recibió dos disparos que acabaron con su vida. Caminaba junto a su mujer tras ver una película . Iba sin guardaespaldas porque, en realidad, nunca quiso perder el contacto con su pueblo Aquella muerte sigue siendo para muchos un verdadero engima.
Ha llovido mucho desde aquella infausta jornada para la
historia de Suecia. Sin embargo, la versión oficial siempre ha sido la de un
asesino sin vínculo político alguno. Reconocer que había una motivación en ese
sentido ponía y, de hecho, parece seguir poniendo la democracia sueca en
entredicho.
Volvamos los ojos a las semanas previas al asesinato. Al
parecer, Ivan Von Birchan un ex mercenario recibió una oferta sorprendente por
parte de un antiguo camarada norteamericano. Matar a Palme. El individuo en
cuestión era Charles Morgan. El precio por la cabeza del Primer Ministro sueco
era de 2 millones de dólares. Tras rechazar la oferta, Birchan se puso en
contacto con el inspector Alf Karlsson que, en aquellos años, era el
responsable de la seguridad antiterrorista en Suecia. Posteriormente, llegó a
contactar otras tres veces con Karlsson pero éste nunca tomó en serio las
revelaciones del mercenario. Inger Bavner, otro mando policial, confirmó que él
mismo había pasado la información a los
servicios de inteligencia suecos; Säpo. Son múltiples los testimonios que
aseguran que Birchan advirtió en reiteradas ocasiones a la policía. Curiosamente,
Karlsson terminó de trabajar en Säpo un año después del asesinato de Palme.
Se puede concluir que había una conspiración para asesinar
al Primer Ministro y, sorprendentemente, los suecos no hicieron nada. La pregunta
es la siguiente; ¿quién estaba detrás de la conspiración? Para muchos la CIA y, el hecho de que fuera
un personaje como Charles Morgan detrás de la propuesta de asesinato, arroja
algo de luz sobre el asunto. Existen en la actualidad dos teorías que explican
las motivaciones de los norteamericanos para deshacerse de Palme:
1-) Palme era un agente de los soviéticos que comprometía
los planes secretos de la OTAN. El
hecho de que fuera amigo de políticos como Castro alimenta esta teoría.
2-) Palme iba a presentarse a la candidatura para secretario
general de las naciones unidas lo que iba en contra de los Estados Unidos.
En mi modesta opinión, ninguna de estas teorías excluye a la
otra sino que la complementa. Los norteamericanos estaban decididos a no
permitir que alguien tan contrario a sus intereses dirigiera los designios de
las Naciones Unidas. Entonces nos hacemos la segunda pregunta: ¿Fueron agentes
norteamericanos los que ejecutaron a Palme? Para contestarla, hemos de tornar
nuestros ojos a la noche del crimen.
El Asesinato
La noche del asesinato Olof Palme y su mujer salieron de su
casa situada en el barrio de Gamla Stan a las 20:30. Justo cuando compraban los
billetes del metro, unos testigos vieron a un hombre a 200 metros de la pareja.
Llevaba un Walkie-Talkie y parecía seguir sus movimientos. El conductor del
suburbano también vio a través de una cámara como un hombre con Walkie-Talkie
seguía al Primer Ministro y señora.
Otros testigos también aseguran haber visto lo mismo esa
noche. Desconocidos usando esa forma de comunicación mientras marcaban de cerca
a la pareja. Incluso hubo gente que vio como un individuo usaba un Walkie-Talkie
dentro del Grand Cine donde estaban los Palme.
Lo más sorprendente es que la propia policía sueca dejó esa
noche de usar la radio para comunicarse con los Walkie- Talkie. A las 23:17 más
testigos vieron a un coche de la policía hablando de forma disimulada con otro
Walkie- Talkie- . Apuntaron los tres últimos
números de la matrícula; 520. Un testigo identificado como Christian vio en las
inmediaciones a Thomas Lyndt, un policía considerado próximo a la ultraderecha
sueca. Posteriormente, el testigo recibió
amenazas de muerte para que cambiara su testimonio.
A las 23:21 Palme daba los últimos pasos de su vida cuando
un individuo sin identificar le pegó dos tiros muriendo instantáneamente. El
asesino salió corriendo y su pista se pierde de forma sospechosa tras subir por
unas escaleras. . Y digo sospechosa porque el tunnelgatan adonde corrió estaba
el coche policía con la matrícula que tenía el 520. ¿Dónde pudo esconderse si
no fue en el propio coche de los agentes? Le seguían a escasa distancia pero al
llegar a esa calle, se esfuma.
Cinco minutos más tarde, un fotógrafo interceptó una
comunicación de Walkie-Talkie en la que se decía que el presidente había sido
asesinado y, aunque cueste creerlo, la única respuesta fue el silencio.
A las 23:23 se recibió la comunicación de que el Primer
Ministro ha sido asesinado. Empero, tardaron más tiempo en llegar al lugar. Eso
se explica porque no se subió a alarma 1 sino a la 3, la más baja, por lo que
no se repetía la alarma constantemente para todos los agentes que no pudieran
haberla oído la primera vez. Todo indica que se estaba dando tiempo a los
asesinos a ponerse a salvo. El responsable de las comunicaciones de la policía
también era otro miembro destacado de la extrema derecha. Lo más grave es que
las actas de comunicación de la policía fueron falsificadas a posteriori. La
realidad es que los agentes llegaron a las 23:30 a Gösta Soderstrom y no a las
23:23 como aseguraban. La falta de reacción policial es inexplicable y ni tan
siquiera fueron capaces de llamar a una ambulancia para que atendiera a Palme.
A las 23:25 dos hombres se suben al autobús 43 en
Eriksbergatan. Los dos sudan y, más tarde el conductor del bus identificó a
Thomas Lyndt y a otro policía vinculado con la extrema derecha.
Ni Thomas Lyndt ni los demás sospechosos tenían coartadas para
la noche del crimen pero, a pesar de ello, jamás se les investigó. Todos los
policías pertenecían a un club de tiro dominado por la ultraderecha. Se les
conocía como The Baseball League. Habían adoptado el saludo hitleriano y eran
conocidos por su brutalidad en diferentes casos. Tanto es así que tuvieron que
separarlos en dos brigadas diferentes por las quejas ciudadanas.
Christer Pattersen fue el único acusado por el crimen pero
aunque se le condenó en un principio, el alto tribunal sueco lo liberó por
falta de pruebas. Murió en extrañas circunstancias. Era un pobre hombre incapaz
de organizar nada.
El Misterio Continua
La investigación fue un desastre desde el principio. No se
acordonó la zona, uno de los cartuchos fue encontrado por un turista indio, el
sumario se traspapeló varias veces y se tardó más de una hora en declararse la
alarma nacional lo que pudo facilitar la huida de los culpables.
La bala disparada por el arma homicida (una Smith and
Wetson) era del tipo rompedor, poco o nada habitual en la época y era capaz de
atravesar un chaleco antibalas. El asesinato de Olof Palme ha dado lugar a la
formación en Suecia de tres comisiones gubernamentales. La última publicó un crítico
informe el 29 de junio de 1999 por ignorar numerosos indicios. Se habló de la
pista chilena, de la yugoslava, de una Fracción del Ejército Rojo pero se
olvidaron, y de que forma, de que los asesinos podrían estar en casa. Ese
informe establecía claramente la conexión entre los policías suecos con el
movimiento de extrema derecha.
El policía a cargo de la investigación desde 1997, Stig
Edqvist siempre ha negado esa evidencia porque, como pueden imaginar, menoscaba
los cimientos de la propia democracia sueca. Sencillamente no lo tuvieron en
cuenta porque la verdad era demasiado terrible para que el público sueco la soportara
y, siempre es mucho mejor echar la culpa a los extranjeros.
Ingvar Carlsson fue el sucesor de Palme como Primer Ministro
de Suecia. Y aquí viene lo más extraño de todo; justo cuando él gobernaba, el
ministro de Finanzas Kjell Olof Feldt hizo unas declaraciones en las que decía
sospechar de la participación de la policía en el asesinato de Palme. Poco
después dos hombres trepan hasta el tejado de la casa del Primer Ministro,
encima del mismo dormitorio de Carlsson. Los dos hombres fueron arrestados
porque fueron descubiertos por los guardias de seguridad de una empresa
privada. Ambos tenían conexiones con el club de tiro y The Baseballe League. Horas
más tarde fueron liberados sin cargos y, el Primer Ministro dimite alegando
razones personales. Tan rápido fue todo que su sucesora en el cargo sólo se
enteró de su renuncia en la rueda de prensa. A día de hoy, sigue siendo un
misterio tanto la renuncia de Carlsson como la presencia de dos individuos en
el tejado del Primer Ministro cuya seguridad correspondía a Säpo-
Rikspolisstyrelsens-el servicio secreto sueco- desde la muerte de Palme.
Sergio Calle Llorens
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