El Franquismo era un sistema en sí mismo más que una
variante del fascismo. En eso, tanto Hugh Thomas como Stanley Payne coinciden.
El británico afirma que el sistema político de Franco era un hábil compromiso
entre el fascismo español (el falangismo), el catolicismo militante, el
carlismo, el legitimismo Alfonsino, un capitalismo ultranacionalista y un
patriotismo de estilo Bismarck en relación a los trabajadores.
Requetés unidos a falangistas que no eran monárquicos junto
a Alfonsinos no deja de ser un chiste de mal gusto. El propio dictador afirmaba
que el Movimiento era una claqué dispuesta para aplaudirle cualquier ocurrencia.
A veces, en cambio, lo olvidaba. Como cuando le dijo a Manuel Lara Tomayo que “Hoy
el régimen es más necesario que hace 20 años. ¿Qué régimen?- le contestó- no hay más que vuestra excelencia. Adolfo Suárez
también se lo hizo saber al ser interrogado por
Franco sobre el futuro, A lo que respondió: “tras su muerte, el
Movimiento desaparecerá”.
Una vez aclarado lo que era el franquismo, queda
preguntarnos cómo un hombre sin talento ninguno, con esa voz aflautada y sin
demasiados aliados, pudo gobernar España durante 40 años. La primera cosa que
ha de tenerse en cuenta es su suerte. Esa que los nativos del Rif llamaban
Baraka. Una suerte que buscó con ahínco en las guerras de Marruecos para subir
en el escalafón militar. Franco estuvo a punto de morir varias veces pero la Diosa fortuna quiso sacarle
del apuro. Se puede decir que el ferrolano era bastante echado para delante
aunque no un inconsciente. Es más, fue el último General en sumarse a la rebelión
contra la República Tras
ella, Fanjul y Goded fueron fusilados, Mola murió en un accidente de avioneta
cerca de Burgos, al igual que Sanjurjo. Incluso José Antonio Primo de Rivera
murió esperando a que el futuro Caudillo de España hiciera algo por salvarle la
vida. Se quedó sólo para liderar a la
España nacional con la ayuda de un puñado de fieles que
supieron, y muy bien, jugar la carta de Franco. También contó a su favor como
la marinería de la República
masacró a sus oficiales por considerarlos próximos a los rebeldes. De no
haberlo hecho, el General no podría haber cruzado a la península pues se
hubiera establecido un bloqueo efectivo y poderoso.
Al llegar al poder, su cuñado Serrano Súñer supo transformar
un estado de cuartel en un estado poderoso donde sólo mandaba su familiar. La II guerra mundial dio paso a
una de las ocurrencias de Franco que, lejos de salirle mal, le salvo el
pellejo. Se declaró a favor de Estados Unidos en su guerra en el sudeste asiático.
Además, daba su apoyo a Hitler y Mussolini en su batalla contra el comunismo y,
créanlo, en Europa se declaraba neutral. Con la llegada de la guerra fría y la
división de los vencedores en dos bloques, Franco se salía con la suya y se
dedicaba a abrazar al poder.
Tras saciar su sed de venganza, el César hispano le quedó el
delirio y la grandeza manifestado en el Valle de los Caídos. Cuenta la leyenda
que solía visitar de noche y a escondidas, aquellos bloques de granito y las
maquinas adormecidas. Se dice que el Valle era la querida de Franco. En verdad,
el dictador se identificaba con Felipe II, cuyo Escorial podía ver desde donde
se convertiría en su última morada.
Con una oposición dividida y torpe, Franco ejercía su
particular forma de poder; dividía para reinar y arbitrar entre las facciones
rivales, cuya necesidad de ambición y aspiraciones contradictorias estimulaba. Entre
medias, tenía tiempo para inaugurar pantanos y viviendas sociales. Incluso para
atribuirse a sí mismo la
Laureada de San Fernando, la más absoluta condecoración
española. Un caso insólito en el mundo.
De la autarquía falangista pasó al desarrollo del Opus Dei. Franco
que apenas entendía como hacer un balance económico se subía a los éxitos,
aunque no tuviera ni puñetera idea del proceso, más allá de los resultados. Pero
Franco tenía un extraordinario olfato para detectar a colaboradores valiosos, y
como no pretendía en absoluto imponer los medios para llegar a los objetivos
perseguidos y sólo se interesaba por esos mismos resultados. Por ello, dejaba
una gran libertad a sus ministros.
Una España postrada a sus pies a la que gobernó de forma
cuartelaria. Había miedo, represión y muy poca oposición interna. Con todos jugó,
y a todos ganó para perpetuarse en el poder como anticipó el General
Cabanellas. Hombre frío y ajeno al sufrimiento ajeno, sólo se le vio llorar
tras la muerte de Carrero porque, cuentan, veía a su más fiel aliado como la
extensión de su persona. Al verle morir, Franco supo que las campanas tañían
por su ocaso. Por primera vez en su vida, no aplicó aquello de que el primer
poder es el que se ejerce sobre sí mismo.
Sergio Calle Llorens
El franquismo murió con Franco lo mismo que el Estalinismo con Stalin. Mira que eres contradictorio y confuso juntaletras.
ResponderEliminarAunque no me gusta responder a tipos que no tiene ni pelotas para escribir su nombre y, amparados en el anonimato faltar al respeto, voy a hacer una excepción y te lo aclaro:
Eliminar1- Yo puedo ser un juntaletras, pero lo hago bien, escribo en prensa digital y publico libros. Otros no pueden decir lo mismo. Especialmente cuando sus comentarios parecen sacados de la mente de un botarate de menor cuantía.
2- Stalin murió pero no así el estalinismo porque ha tenido muchos imitadores en todo el mundo. Pol Pot, salvando las distancias culturales, fue uno de ellos. Estudia historia.
3- El gran historiador Stanley G. Payne e, incluso, Preston, coinciden en que el Franquismo era un caso extraño y diferente al fascismo. Hay varios trabajos publicados al respecto. Lo que ha quedado en España han sido los nostálgicos pero, el Franquismo como modelo político no puede existir. Suárez se lo dejó bien clarito a Franco.
3- Aquí no hay contradicción alguna y, mucho menos confusión que no sea la de tu mente que emplea un racionalismo de vuelo gallináceo y casero con perfume de selva virgen.
Por todo lo expuesto, y por el poder que me otorga ser miembro honorario de los Caballeros de Alborán, te declaro ganador del concurso "Bobo del mes de enero 2014"
Cuídate y, en la medida de lo posible, estudia.
Sigue con salud.