jueves, 4 de julio de 2013

MALENI

Elena Valenciano no es una completa inútil, al menos sirve para dar mal ejemplo. Ahora vuelve a demostrarlo acusando a la juez Alaya de hacer coincidir sus autos judiciales sobre el caso de los ERE con actos relevantes del PSOE en Andalucía. ¡Vaya usted a saber que entienda la Vicesecretaria general de los socialistas por relevantes! El problema es que al final el asunto no era un caso de dos o tres chorizos, sino de grandes personalidades de la secta del capullo. Ahora es Magdalena Álvarez la imputada y, el propio Griñán ve acercarse una X gigantesca. Crecen los nervios como aumentan las posibilidades de que el mayor caso de corrupción en la historia de España les lleve a su desaparición. Los socialistas están viendo como la investigación está llegando a otras consejerías de la mano firme de una juez que debería tener ya una estatua en cada pueblo de Andalucía.

Lo que los socialistas deberían preguntarse es como alguien con menos talento que un saltamontes campestre haya llegado a ser ministra del Reino de España. Cómo han podido encumbrar a esta pandilla de patanes. También estaría bien que compararan esas afirmaciones de respeto absoluto a las decisiones judiciales cuando la cosa no les afecta, con las acusaciones veladas con el apoyo de sus medios cuando son ellos los acusados.  O se cree en la justicia o no se cree. En realidad, siempre han actuado así; recordemos como han apoyado causas a favor de los derechos humanos para terminar creando los GAL, o defender la democracia sólo cuando ganan- recordemos su pacto con el dictador Primo de Rivera- En definitiva, tienen históricamente dos varas de medir y un morro que se lo pisan. Aquí no hay una causa general contra el PSOE, sino muchas causas para meterles definitivamente en la cárcel. Alaya mueve sus fichas como una experta jugadora de ajedrez. Se va comiendo fichas y ellos, afortunadamente, no tienen ni posibilidad de enroque.

No es ningún secreto que Andalucía, con sus socialistas a la cabeza, está alejada de una auténtica actividad científica. Está encerrada en su dogmatismo de izquierdas que tiene al latrocinio institucionalizado a su primer mandamiento. Esto es lo que pasa cuando se gobierna interrumpidamente tantas décadas que al final, obviamente, se piensa que la casa es un cortijo y que ellos son sus únicos propietarios. Se creían por encima de cualquier ley. Y ahora, por supuesto, lo van a pagar caro. Ya van 120 imputados, algunos ya en prisión, y todos socialistas o sindicalistas. Queda saber que ocurrirá cuando la Guardia Civil termine sus investigaciones en otros entes de la Junta como la Agencia Idea. La cosa no va a terminar aquí y eso, como saben, es un alivio para todos los que llevamos años denunciando la corrupción en Andalucía. Una especie de premio de consolación.

 Maleni y Almunia han sido noticia en la última semana. La primera por ser imputada siendo, como es, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones. El segundo por intentar destruir el sector naval de su propio país. Álvarez es una indigente intelectual, Almunia un hombre muy preparado, pero los dos tienen el veneno inoculado de la indecencia. Los socialistas podrán seguir echando balones fuera sobre su responsabilidad a la hora de hundir España. Sin embargo, ahora le toca a España cobrarse estas piezas. Sencillamente es un jaque mate. 

Sergio Calle Llorens

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