En España nos topamos cada día con algún imbécil que quiere
resucitar a los dinosaurios. Ahí tiene al ministro Wert con su pésima ley
educativa dando vela a los obispos que ya creíamos encerrados en las vicarías.
Con el trabajo que nos costó a los liberales meterlos allí y, de paso, aplacar
a los bestias de los comecuras. En su ley para la educación no se dice nada de
ortografía, ni de latín, ni de historia, ni de lenguas extranjeras. Por no
hablar, no dice ni como se crea riqueza o empleo. Un desastre sin parangón que
en cuanto la izquierda llegue al poder, cambiará la ley para aplicar el
despropósito de la educación de la
LOGSE que tanto daño nos ha hecho, especialmente en Andalucía.
La región donde si escribes un artículo sobre el 19 de julio, te llaman
fascista porque ignoran que la fecha en cuestión tiene que ver con la batalla
de las Navas de Tolosa y no con el levantamiento de los militares el 18 de
julio de 1936.
Otro que tal baila es Valderas, Vicepresidente, por
sorpresa, de la República Bananera
de Andalucía. Individuo que va a lanzar una alianza con Cuba y Venezuela para
seguir avanzando con esos pueblos hermanos en la democracia y los derechos
humanos. Para el ex repartidor de butano, los miles de asesinados y los
expatriados son un invento de la prensa capitalista. En verdad cuesta creer la
admiración que tienen la izquierda española ante la visión de un cerdo. Yo,
personalmente, admiro mucho a este animal pero no me trato con ellos. Especialmente
si como Maduro identifica a 900.000 venezolanos que no fueron a votar por
ellos.
En Asturias, donde empieza España porque el resto es
territorio conquistado, los de izquierda van a cambiar la denominación de las
fiestas de Navidad por las de invierno. De momento no han dicho nada de subir
los impuestos a aquellos ciudadanos que pongan un nacimiento o un árbol de
navidad en sus domicilios. Símbolos, a su entender, que ofenden a los buenos musulmanes salafistas y cabroncetes que viven en nuestra patria.
Es evidente que toda esta gente nos baja al averno con sus
torturas mentales y su aburrimiento cósmico. Están dejando España como un solar
y el futuro es negro como el corazón de Fidel Castro. No podemos esperar nada
bueno en el país en el que Belén Esteba
ocupa las portadas de las revistas, y un impresentable como Jordi Évole- más
conocido como el Ébola- rey del sectarismo y un manipulador peligroso, figura
como referente informativo. No hay futuro, mejor es ir haciendo las maletas. El
infierno está en nosotros y nos quemaremos pronto.
Sergio Calle Llorens
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