viernes, 17 de mayo de 2013

ANDALUCÍA NO VALE LA PENA



Las buenas estafas siempre son sencillas porque juegan con lo más primario, y no hay nada más primario que el deseo de vivir bien. En Andalucía, el timo de la estampita lo ejecutan personas que dicen lo que el pueblo llano quiere escuchar; igualdad, solidaridad, desarrollo sostenible, educación pública y empleo. En el caso del trabajo es sintomático que aquellos que nos venden medidas contra el desempleo, cuan vendedores de crecepelo, jamás han creado ni un puesto de trabajo en el sector privado. Cuando uno les hace ver que no cuela, los socialistas andaluces, incansables al desaliento, y al argumento, proponen nuevas medidas que nos llevan directamente al pleno paro. Le quitan el dinero a Caritas que la organización católica destina al empleo, mientras sigue subvencionando a sindicatos corruptos y a sus amiguetes.

La gran diferencia entre los antropoides peninsulares del sur con los del resto de la nación, se basa en una ausencia absoluta de sociedad civil. Nunca la ha habido, y si seguimos claramente las indicaciones del régimen, jamás la habrá. Si España necesita un cambio hacia atrás para recuperar el sentido común, el sur que ha perdido el norte precisa de una emigración masiva para que entiendan, de una puñetera vez, lo que significa el progreso. Comprenderán que en los desmanes de la autonomía andaluza, los desmanes no son ajenos, sino propios.

La realidad es que el autogobierno sólo ha servido para que una casta socialista y sus allegados viajen por el mundo con todos los gastos pagados. Acabar con este privilegio debería ser el primer mandamiento de la ciudadanía que les paga la fiesta. Empero, se dedican a mirar para otro lado. No sólo es la cobardía del pueblo andaluz sino el permanente estado de idiocia en el que vive instalado.

Sé que mis palabras son duras pero les ruego que me concedan, por unos instantes, la presunción de inocencia. Llevo suficientemente tiempo analizando las dolencias que aquejan a una sociedad enferma, y mi única duda es saber cuando se le encogió el cerebro a todos aquellos que permiten con su voto, o su inacción, que Andalucía sea la región más patética de la Unión Europea. Esa que dice Griñán que no vale la pena después de haber financiado gran parte de la Andalucía imparable.

Sergio Calle Llorens

No hay comentarios:

Publicar un comentario