Anoche, desde lo alto de mi atalaya, se veía, un mar agitado
por un viento de levante. Mis ojos fijos en las olas rizadas. El Mediterráneo
inquieto y mi corazón alborotado por tanta belleza:
- - Seis meses-
comencé diciendo- seis meses sin
escribirles unas letras.
Supe que había arribado el momento de tomar la pluma para
dar alguna explicación de mi prolongado silencio. Mi única defensa, si es que
tengo defensa alguna, es que mi proyecto literario más ambicioso es escribir
sobre mi patria salada, y estar a su altura. Hasta ahora mis apuntes son como
un barco fantasma perdido en la niebla. Una prosa sin vuelo. Unas letras
pomposas. Un fracaso absoluto. Sin embargo, sigo intentando encontrar la fórmula
correcta que me permita describir esta maravilla acuosa. Tal vez, algún día
consiga dominar estas olas como esa muchachada que, a última hora de la tarde,
las cabalga con sus tablas de surf.
- - Seis meses-
repito y el mar sonríe con su aíre de fantasía flotante.
Seis meses en los que también he terminado un nuevo libro: “El liberalismo contado a los jóvenes y no
tan jóvenes” que Ediciones Rubeo sacará al mercado el próximo octubre. Seis
meses en los que he tenido tiempo para preparar la segunda parte de “El Guardián del Cementerio”. También he
logrado publicar una novela corta que he titulado: “Blandito sea el Señor. Un libro misterioso que camina por el
peligroso desfiladero de los engaños. Un crimen perfecto de la mano de un tipo
lleno de imperfecciones.
Seis meses dejándome
la vida trabajando para diferentes multinacionales. Seis meses de reencuentros con viejos amigos:
cervezas, risas, anécdotas, espetos de sardinas, Rock and Roll y esos
maravillosos brazos de mujer que rodean tiernamente mi cuello. Tampoco puede olvidar esos baños en mi playa de
diamante con la balada de los marineros muertos
haciéndome compañía.
Seis meses en los que
he organizado un tour llamado; “Hans
Christian Andersen en Málaga” que recrea su visita a “la Ciudad del Paraíso” en la centuria diecinueve. Un paseo guiado por un actor tocado por la
magia de los genios al que conocí interpretando a Drácula en un teatro.
Seis meses de innumerables sonrisas caminando entre sierras
cortadas por la luna de seda: hermosa, rotunda y mágica. Life can´t get much
better than this. Benditos paseos nocturnos en los que
mi alma conecta con el universo. Un tiempo en los que he escuchado la banda
sonora de los grillos y, entre otras cosas, he
podido admirar el vuelo silente de los mochuelos.
Medio año para renovarme y soltar lastre. Un tiempo para
mantenerme alejado del despropósito sureño. Una época para tomar el florete que,
como sabemos algunos, es una forma honorable de marcar distancias. Un período
lleno de dulzura, de amor y de honor. Seis
meses llenos de vivencias mágicas. En definitiva, mis enemigos tendrán que
seguir tragando quina. Y mis amigos, les advierto, mejor guardan los aplausos para
cuando lleguemos a la síntesis del ácido cítrico.
¡Seguimos!
Sergio Calle Llorens
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