Seamos sinceros muchachos: el Real Madrid ganó la Copa de Europa jugando con rivales con el mismo
peso internacional que el Mollerusa.
Digamos la verdad amigos: Portugal se alzó con la Eurocopa habiendo vencido solo a un rival en el tiempo
reglamentario. Y encima era Gales cuyos
futbolistas federados son minoría en un país en el que, por cierto, las ovejas
superan en número al de habitantes. Algo así como Islandia. Además, sin el esperpento de la nueva normativa en el que
se incluían a los mejores terceros para clasificarse, los lusos se habrían ido
para casa, como de costumbre. En el
plano individual, Cristiano Ronaldo,
que en la España laica debería de llamarse Agnóstico, tuvo una actuación infame
en el plano deportivo, en el de las buenas formas tirando incluso el micrófono
de un periodista a un lago, y en el del narcisismo faltando incluso el respeto
a los rivales. Recordemos que, como decían los clásicos, el ser poco estético es poco ético. Por
consiguiente, un señor como Ronaldo
no merece ganar el balón de oro y, mucho menos, si recordamos las siete
agresiones- todas ellas quedaron sin sanción- a jugadores rivales de la liga
española.
Messí, por su
parte, hizo doble en España ganando
liga y copa pero, en mi modesta opinión, el argentino tampoco merece ganar ese
galardón tan preciado pues su selección volvió a fracasar estrepitosamente en un torneo internacional. Un equipo compuesto por Leo,
Mascherano y nueve mantas incapaces de hacer buenas las patéticas
instrucciones del Tata Martino. Un
entrenador deplorable desde el punto de vista táctico.
Desgraciadamente, volveremos a ver el lamentable esperpento
de la prensa nacionalizada portuguesa de Madrid
volcada con la candidatura de Ronaldo al balón de oro. Por su parte, la de Barcelona hará todo lo posible por
apoyar a Messi mientras torpedea la
del chico maleducado de Madeira. Y
digo yo que si hubieran puesto la misma energía en apoyar al mago de balón
llamado Don Andrés Iniesta, otro
gallo nos habría cantado a todos. Jugador, que todo hay que decirlo, sí ganó el
mundial mientras Messi y Cristiano
quedaban juntos para verlo por la tele. Como dijo un gran hombre, hay perros
que mueren de viejos sin haber aprendido a ladrar, hay periodistas que pasan
por la profesión sin haber asimilado lo que significa la decencia informativa.
Sergio Calle Llorens
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