Como saben soy un gran admirador de la prosa y la poesía de
Don Francisco de Quevedo. Estamos hablando del mejor escritor de la historia en
lengua española. Eso no quita para que fuera un tipo despreciable. Su ideología
hoy estaría catalogada de un ultracatólico antisemita. Un hombre que fue desde
espía hasta espadachín con muchos claroscuros que no afectan para nada la obra
que nos dejó para la posteridad. Llevo algunos años indagando sobre ese
episodio suyo veneciano en el que intentó, tras ver como se desmoronaban los
muros de la patria, crear un nuevo reino en el Veneto. De no haberse ido de la
maldita con esa amante inglesa, tal vez,
digo tal vez, podría haber triunfado su conjura. Que ame su obra literaria no
implica que comparta su perversa forma de comportarse y, mucho menos, su
ideario político.
Por eso cuando un actor defiende públicamente una causa, sus
opiniones no afectan a mi concepto sobre su trabajo. Personalmente Javier
Bardem me parece un grandísimo actor. En cambio, su querida esposa Penelope siempre
me ha recordado a una groupie barata que se mueve con la torpeza de un ganso en las películas que
aparece. Todavía la recuerdo con Nicholas Cage en Captains Correlli’s Mandolin
junto a Nicholas Cage donde hace literalmente el más espantoso de los ridículos.
Es obvio que no estoy de acuerdo con ninguna de las interpretaciones que el matrimonio hace de la actualidad pero, ya les digo, lo
importante es su trabajo de faranduleros.
Bardem no me parece un antisemita. Creo que está en su
derecho de criticar los ataques de Israel a Gaza aunque haya tenido a su hijo
en un hospital judío. De Penelope mejor no añadir nada, pues la vida que ha
llevado nos dice todo de ella; se hizo novia del músico más rico del momento,
se fue a Nueva York con él, y desde entonces ha seguido teniendo novios ricos
mientras nos daba la barrila con el zen, el budismo y sus manías antitaurinas.
Una predicadora que siempre ha hecho todo lo contrario de lo que pregonaba. En este punto la pareja coincide en lo
esencial; jamás han condenado la muerte de cristianos en África y, mucho menos
en Siria.
Pilar Manjón, Presidenta de la Fundación 11-M, declaró
su odio al “negro de la Casa Blanca ”
y calificó de “puta” a su mujer. Sus insultos le valieron el cierre de su
cuenta en Twitter. Desgraciadamente en España la gente tiene miedo a llevarle
la contraria a una persona que ha sufrido una desgracia o tiene una tara física.
Sin embargo, hay que decir que yo he conocido a ciegos que eran unos auténticos
cretinos. Incluso hay paralíticos que tienen un corazón más negro que el carbón. No volvamos a confundirnos. Que la señora Manjon haya perdido a un hijo no significa en modo alguno que
tengamos que compartir su odio y sus fobias. En este tiempo sólo ha demostrado
su sectarismo ideológico, su falta de educación y sus carencias a la hora de
representar a todas las víctimas del terrorismo islamista en este país.
Toda esta gente tendría más credibilidad si criticara de vez
en cuando la ablación del clítoris entre las niñas musulmanas, los ahorcamientos
a homosexuales o los asesinatos de niños cristianos. Pero no lo hacen, porque
lo de predicar sobre el peligro del Islam no se lleva entre sus huestes “progresistas”.
Y no lo harán jamás no porque sean malas personas, sino porque son, básicamente,
unos gilipollas integrales.
Sergio Calle Llorens
Por qué si alguien está en contra de la masacre israelí contra el pueblo palestino, le acusas de ser antisemita?odia Bardem(y el mundo entero)a los judios porque apoya mayoritariamente al pueblo palestino?soy yo tambien antisemita por no pensar como tú?
ResponderEliminarPenelope tiene un oscar a la mejor actriz secundaria.No será tan mala actriz.
Saludos de un defensor de la paz(al igual que tú) y de la libertagd de las NO etiquetas morales.
Lea usted bien; he afirmado justo lo contrario. He dejado escrito que Bardem no es antisemita por criticar a Israel. En cuanto a lo de Pene Cruz, bueno a Obama le dieron el Nobel de la Paz por no hacer nada. Hágame caso, es malísima. Saludos
Eliminar