Los servicios de inteligencia de una dictadura
que ha pasado a ser una democracia, o en proceso de serlo, deben adaptar sus
métodos de represión a aquellos que permitan proteger al mismo pueblo que antes
vejaba. España supo con la ayuda del Mossad modernizarse y cambiar la
mentalidad de los agentes operativos. Rusia, en cambio, ha seguido realizando
operaciones encubiertas de asesinatos de líderes políticos opositores al régimen
de Putin. En los últimos tiempos, los rusos asesinaron a 14 periodistas rusos
que informaban sobre Chechenia desde un punto de vista muy crítico con el
Kremlin. Cosas de un sistema corrupto y
asesino como el ruso. Sin embargo, también hay muchos gobiernos democráticos
que usan a sus servicios de inteligencia para cometer fechorías de todo tipo. Hoy vamos a repasar algunas
informaciones al respecto que pueden parecerle inquietantes al profano en la
materia.
Los servicios de inteligencia tienen como
misión fundamental asesorar a los presidentes y gestionar situaciones de
crisis. Para ello recaban información que pueda suponer jugar con ventaja
frente al enemigo y, llegado el caso, eliminar a cualquier elemento que suponga
un riesgo para la seguridad nacional de los países para los que trabajan los
servicios de inteligencia. Por lo tanto, hay que reconocer que los agentes se
mueven siempre en el filo de la navaja. Hay ocasiones en las que se saltan la
ley y, las menos, en las que la respetan.
Con la amenaza islamista que sufre el mundo
occidental, los gobiernos de medio mundo han puesto en marcha medidas que
suponen una violación fragrante de la libertad individual de los ciudadanos. Y
todo, claro está, en nombre de la seguridad de todos. En ocasiones, los
responsables políticos quieren ir más lejos en el recorte de derechos con
propuestas como las siguientes:
-
Alemania: el ministro del interior
propuso la ejecución de terroristas en el extranjero. Una sugerencia que venía
precedida por su antecesor en el cargo defendió la posibilidad de pinchar los
teléfonos a abogados.
-
Francia: Sarkozy intentó
establecer un sistema de cámaras espías por todo el país.
-
Gran Bretaña: Gordon Brown trató,
sin éxito, elevar el período de Habeas Corpus de los detenidos.
-
Estados Unidos: Introducción del
acta patriótica que permite vulnerar derechos ciudadanos con la excusa del
terrorismo.
Muchos ciudadanos no les importan ser espiados
pues alegan, tal vez con razón, que al no tener nada que ocultar, los gobiernos
pueden centrarse en los verdaderos criminales. Yo no estoy tan seguro. El caso
es que la lucha contra el terrorismo internacional en general y, contra el
islámico en particular, requiere de grandes sacrificios. Después de todo, nunca
podremos ser iguales que los árabes porque ellos matan para vivir y los
occidentales vivimos para no morir. Por eso, ni nunca nos entenderemos, ni
jamás podremos bajar la guardia.
Algunas medidas adoptadas por los gobiernos no
son tan negativas La UE
ha establecido 160 medidas contra el terrorismo y blanqueo de dinero. Italia ha
empujado a sus aliados a crear una base de datos sobre robo de explosivos. En
cualquier caso, el peligro de sobreactuar está presente en las acciones de los
gobiernos y sus servicios de inteligencia. Sin olvidar que la información que
tienen de nosotros podría caer en las manos equivocadas.
En España, aunque muchos no lo sepan, tenemos
el sistema de espionaje SITEL: Sistema integral de comunicaciones electrónicas.
Un programa elaborado por Ericsson para el gobierno español de Aznar que
permite pinchar todos los teléfonos de España al mismo tiempo y, conocer además
de las conversaciones, la identidad del sujeto, su operador telefónico y el
punto geográfico desde donde se realiza la llamada. El sistema puede incluso
conocer todos los mensajes de SMS que mandamos y el contenido de nuestros
mensajes en Internet. Como al vigilante no lo vigila nadie, el CNI pincha
teléfonos sin autorización judicial. Dicho de otra manera, los servicios de
inteligencia españoles tienen un poder basado en la constitución española pero
que luego conculca esos derechos que supuestamente ampara la norma suprema de
los españoles. Para los más rezagados informativamente hablando, he de añadir
que el sistema SITEL fue introducido por Aznar pero utilizado mayormente por
Zapatero y Rubalcaba.
Entiendo que no se puede tener libertad al
100% sin recorte de libertades ciudadanas. Empero, ya que tenemos grandes
medios de espionaje, también podrían ser utilizados para defender a los
ciudadanos. De hecho, me permito lanzar una idea; cada año, las compañías se
reúnen clandestinamente para subir el precio de la gasolina y, justo antes de
vacaciones. No estaría mal que el gobierno de turno pusiera fin a esta práctica
abusiva. Pero claro, como el estado se llama el 0,80 por ciento de cada vez que
repostamos, seguirá sin usar SITEL para exponerles ante la opinión pública. Lo
mismo podríamos decir de las compañías de la electricidad con sus subidas
pactadas ilegalmente.
Vivimos en la época de Internet y cada vez hay
más posibilidades de que sepan todo acerca de nosotros. Es imposible evitar el
espionaje electrónico. Microsoft y el Explorer presentan puertas traseras desde
la que acceder a nuestra información. Ni siquiera estamos tranquilos con el
procesador más usado del mundo, el Microsoft Word. Si no me creen, hagan una
prueba; Tomen un documento y ábranlo usando el bloc de notas que incluye el
sistema operativo Windows, descubrirán una serie de símbolos y gráficos, entre
ellos, podrán ver incluso las horas en las que han escrito el documento e
incluso aquellas partes del texto que fueron borradas antes de dar por cerrado
el documento. Por desgracia, no hay forma de escapar del Gran Hermano. No
obstante, estaría bien que los Servicios de Inteligencia se dedicarán a luchar
contra los verdaderos responsables de la crisis mundial que padecemos los
ciudadanos, sin olvidarse de los islamistas. Sencillamente sufrir más
restricciones no supone ser más seguros, a veces ocurre justo lo contrario.
Sergio Calle Llorens
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