domingo, 8 de septiembre de 2013

SE FUE EL CAIMÁN

Nubarrones de tierra, bonanza de mar suelen decir los pescadores del mediterráneo. El caso es que el viento parece traer olor a lluvia. Yo hace tiempo que la esperaba, pues el agua limpie el ambiente. Mientras llega, nuevos vientos de cambio arriban de la taifa del sur. Griñán se ha ido dejando en la presidencia a una niña con escasez de entendederas. Ella hará bueno al hijo del escolta de Franco, igual que éste hizo bueno al mismísimo Chaves. Murphy, como saben, elaboró su teoría tras visitar la tierra de María Santísima.

La mediocridad es la negación misma del ridículo que hace el ex presidente andaluz al afirmar, y no se le cae la cara de vergüenza, que deja el cargo por no hacer daño a Andalucía. Viene a decirnos que se sacrifica por el bien de todos. No se va porque cuando llegó el paro era de un 17,8% de paro y lo haya dejado en un rotundo 36%. Tampoco porque el desempleo juvenil haya pasado, bajo su presidencia, de un 29% a un 65%. Nada de eso. Se marcha porque le han pillado con el carrito de los helados. Eran tantos los testigos y tantas las pruebas de intervención que Don José Antonio toma la senda del senado de los elefantes para que la juez Ayala no pueda juzgarlo. Sin embargo, él, yo, y todos, sabemos cuan culpable es del mayor latrocinio institucionalizado de la historia de España. Un robo a los más necesitados para que los miembros de su organización criminal; La Garduña Socialista siga viviendo del sudor del de enfrente.

Caía la noche  cuando analizaba el vídeo de Griñán diciendo adiós. Su lenguaje corporal era clarificador; los ojos inyectados en sangre, el rostro serio, muy serio. Por momentos parecía un convaleciente, ausente y deprimido. Trataba de hacernos creer su inocencia que no creen ya ni los suyos. Su tono era duro a las preguntas de los periodistas. Su desencanto era evidente. A cualquier ciudadano medianamente inteligente no totalmente cretinizado por las cosas de Canal Sur, la última rueda de prensa del socialista era la prueba evidente de que la justicia ha ganado y, Griñán ha perdido. Su riada de tristeza contrastaba con la de su sucesora en el último consejo de gobierno presidido por el hombre que la puso a dedo.

Se ha ido el caimán, el supuesto muñidor de los ERE falsos en la región más pobre de España. Un lugar que es un continuo cafarnaún en delirio. No ha dejado nada para llevarnos a la boca. Por robar, nos ha hurtado hasta la esperanza. Su tiempo como presidente demuestra que el PSOE andaluz navega entre dos mares; el del atraco a mano armada o el de la idiocia. Un tipo tan sórdido, tan pobre de espíritu y de ideas con mayúsculas con esa tendencia clara hacia la corrupción, se sentía protegido hasta que la cazadora de cocodrilos le ha cazado mientras le cantaba aquel clásico del Rock and Roll; See you later alligator.

Veo pasar el viento furioso sobre la mar que cura todas mis heridas justo cuando dejo de visionar el vídeo del reptil socialista. Siento una gran sensación de triunfo al imaginarle rumiando sólo su derrota. Él, con lo que le gustaba el poder. Él, con lo seguro que se sentía tras la armada socialista. Al final, la muerte política le ha llegado por más que trate de hacernos ver que ya no es un cadáver. Pero lo es y apesta. Me siento tan eufórico que abro una botella de espumoso del Penedes para celebrarlo. Ya es madrugada y en la bóveda celestial las estrellan brillan. Estoy solo y sonrío.

Sergio Calle Llorens


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