Nubarrones de tierra, bonanza de mar suelen
decir los pescadores del mediterráneo. El caso es que el viento parece traer
olor a lluvia. Yo hace tiempo que la esperaba, pues el agua limpie el ambiente.
Mientras llega, nuevos vientos de cambio arriban de la taifa del sur. Griñán se
ha ido dejando en la presidencia a una niña con escasez de entendederas. Ella
hará bueno al hijo del escolta de Franco, igual que éste hizo bueno al
mismísimo Chaves. Murphy, como saben, elaboró su teoría tras visitar la tierra
de María Santísima.
La mediocridad es la negación misma del ridículo
que hace el ex presidente andaluz al afirmar, y no se le cae la cara de
vergüenza, que deja el cargo por no hacer daño a Andalucía. Viene a decirnos
que se sacrifica por el bien de todos. No se va porque cuando llegó el paro era
de un 17,8% de paro y lo haya dejado en un rotundo 36%. Tampoco porque el
desempleo juvenil haya pasado, bajo su presidencia, de un 29% a un 65%. Nada de
eso. Se marcha porque le han pillado con el carrito de los helados. Eran tantos
los testigos y tantas las pruebas de intervención que Don José Antonio toma la
senda del senado de los elefantes para que la juez Ayala no pueda juzgarlo. Sin
embargo, él, yo, y todos, sabemos cuan culpable es del mayor latrocinio
institucionalizado de la historia de España. Un robo a los más necesitados para
que los miembros de su organización criminal; La Garduña Socialista
siga viviendo del sudor del de enfrente.
Caía la noche
cuando analizaba el vídeo de Griñán diciendo adiós. Su lenguaje corporal
era clarificador; los ojos inyectados en sangre, el rostro serio, muy serio.
Por momentos parecía un convaleciente, ausente y deprimido. Trataba de hacernos
creer su inocencia que no creen ya ni los suyos. Su tono era duro a las
preguntas de los periodistas. Su desencanto era evidente. A cualquier ciudadano
medianamente inteligente no totalmente cretinizado por las cosas de Canal Sur,
la última rueda de prensa del socialista era la prueba evidente de que la
justicia ha ganado y, Griñán ha perdido. Su riada de tristeza contrastaba con
la de su sucesora en el último consejo de gobierno presidido por el hombre que
la puso a dedo.
Se ha ido el caimán, el supuesto muñidor de
los ERE falsos en la región más pobre de España. Un lugar que es un continuo
cafarnaún en delirio. No ha dejado nada para llevarnos a la boca. Por robar,
nos ha hurtado hasta la esperanza. Su tiempo como presidente demuestra que el
PSOE andaluz navega entre dos mares; el del atraco a mano armada o el de la
idiocia. Un tipo tan sórdido, tan pobre de espíritu y de ideas con mayúsculas con
esa tendencia clara hacia la corrupción, se sentía protegido hasta que la
cazadora de cocodrilos le ha cazado mientras le cantaba aquel clásico del Rock
and Roll; See you later alligator.
Veo pasar el viento furioso sobre la mar que
cura todas mis heridas justo cuando dejo de visionar el vídeo del reptil
socialista. Siento una gran sensación de triunfo al imaginarle rumiando sólo su
derrota. Él, con lo que le gustaba el poder. Él, con lo seguro que se sentía
tras la armada socialista. Al final, la muerte política le ha llegado por más
que trate de hacernos ver que ya no es un cadáver. Pero lo es y apesta. Me
siento tan eufórico que abro una botella de espumoso del Penedes para
celebrarlo. Ya es madrugada y en la bóveda celestial las estrellan brillan.
Estoy solo y sonrío.
Sergio Calle Llorens
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