El pueblo, tan crepuscular siempre, se anima un poco con los
deportes locales. Lejos de ahí le trae sin cuidado todo, absolutamente todo; el
saneamiento integral de la Costa
del Sol por el que la Junta
cobra sin haberlo hecho, el tercer hospital, los Baños del Carmen, el Parque de
los Cuentos, la corrupción de la
UMA o la falta de cerebro de María Gámez son asuntos que
parece que no van con ellos. Por supuesto, cuando sale una noticia sobre
algunos de los asuntos tratados, se hacen los ofendidos y sus protestas terminan
con los efectos del cubata.
En mi vida de articulista son muchos los que se han asomado
tímidamente al balcón para verme pasar. A veces, en susurros, me pedían que
escribiera de un asunto en concreto. Confidentes de un día que luego, una vez
hecho el favor, se olvidaban de mi existencia. Siempre temerosos de que les
costara el puesto, o la vida, o ambas cosas, se ponían de perfil y si te he
visto no me acuerdo. En realidad, me han enseñado a comprender el alcance del
término cobardía.
Lo que he sacado en claro como articulista han sido amenazas
de la Ultraderecha ,
la Ultraizquierda
y, por supuesto, del odio del PSOE andaluz local. Incluso alguna que otra
amistad pasó a mejor vida. Hablemos claro, Málaga no me necesita. Málaga no me
considera propio y cada vez son más que me llaman “perro judío” o “asqueroso
catalán”. Al margen de la condición de can, he de reconocer que tengo algo de
provenzal y de hebreo.
Dicen que el primer año de casados habla el marido y la
mujer escucha, el segundo ocurre todo lo contrario, y el tercero hablan los dos y escuchan los
vecinos. Mi matrimonio con Málaga ha sido algo similar y ha llegado la hora del
divorcio
Hoy es el día de mi independencia como escritor y como
persona. Seguiré disfrutando de la
vivacidad de colores en la bahía de Málaga. Continuaré adorando a mi patria
salada mediterránea y, si nadie lo remedia, pensaré en ella de la misma forma
que hizo el poeta;
Sueña en Málaga
Que tu sueño en Málaga vivirá
Que en Málaga está más el que sueña
Que el que está
Sin embargo, no volveré a prestar mi pluma a una causa
perdida de antemano. La Málaga
liberal y abierta que yo viví se ha desvanecido como una lágrima en mi mar
escarlata ligeramente tocada de malva. Y el que quiera peces que se meta en el
agua a cogerlos. Les entrego mi pasaporte local imaginario. Me espera un bote
con la que navegar hacia la isla de los naufragios. Por fin, ¡qué liberación!
Sergio Calle Llorens
Hola Sergio, soy Petri, entiendo tu cansancio, y la utilización que han hecho muchos de tu persona, a mí me ocurre igualmente,he luchado tantas causa que no eran mías, y luego esas personas desagradecidas han olvidado todo lo que he hecho gratuitamente, es más me han abandonado a mi suerte,cuando realmente han tenido que dar la cara por mí, he perdido trabajo,he denunciado, ni una llamada de compañeros a los que les he salvado el culo nunca mejor dicho, me evitan , lo que ocurre es que yo a través de abogado les he citado al cabo de 2 años como testigos, ¡conmigo no se juega! y menos esas panda de mindundis desagradecidos y si tienen valor de mentir ante un Tribunal, voy a pedirles hasta cárcel.
ResponderEliminarComo dice una canción; no me creo mundos, ni causas que quemar, nada que me ate para siempre en libertad. Me he liberado y me siento mejor que nunca. Saludos y suerte.
EliminarPareciera que el Gañán estuviera esperando tu marcha para anunciar su jubilación - que no su retirada, ni mucho menos. Espero que sea tu caso. Suerte.
ResponderEliminarSeguiré escribiendo pero Málaga deja de ser la prioridad. No se me considera propio. Soy una gota en el inmenso océano. En cuanto a Griñanito, creo que lo que le sucede es aún peor. Saludos.
EliminarJamás me ha gustado que nadie hable por mí. Lo que piensa este Sergio, querido tocayo, lo dirá este mismo Sergio. Repito, o mejor amplío: no consiento que nadie hable por mi. Por ello, amigo, hay al menos una parte de Málaga que sí te considera propio, que sí te necesita, y que sí se rebela. Yo sí soy de esa otra Málaga, una Málaga donde a nadie se le pregunta su origen, porque da igual.
ResponderEliminarEs muy posible que nos hayamos sevillanizado. Ya sabes que en la Corte de los Milagros nacer a un lado o a otro de la misma Avenida de las Palmeras te permite entrar en unas casetas y no en otras, pero la gente de Málaga siempre ha nacido donde le ha salido de los cojones. Quizás sea cierto que eso está cambiando. Quizás, como decía el poeta, "Y se llegaron los moros y nos molieron a palos, / que siempre ganan los buenos / cuando son menos los malos".
Si no reconsideras tu marcha, nos quedaremos un poco más huérfanos. Más aún.
No obstante, entiendo tu postura. ¡Vaya si la entiendo! He terminado convenciéndome de que las personas, en general, no buscan su libertad sino su placer inmediato, cada vez con más ahínco, además, ya que gracias a tanto hijo de mala madre hemos terminado por aparcar cualquier valor que se funde en el esfuerzo individual.
Quizás Spencer no tenía razón. Quizás nunca haya existido un darwinismo social, sino una entropía social, un movimiento ineludible en el que todo termina convirtiéndose en un magma infecto sin posiblidad de separar sus elementos.
Como en la canción de Sabina, en cien kilómetros a la redonda el champán se va a terminar. Han ganado María Gámez, Susana Díaz, Bibiana Aído, Leyre Pajín...
Joder, qué mierda.
Mucha suerte, tocayo.
Sergio Líndell.
Muchas gracias amigo. Decirte que seguiré escribiendo pero me voy a dedicar más a la producción literaria. Como dije, Málaga no me necesita para nada. El día de mi independencia ha llegado y me siento mejor que nunca. Un abrazo.
EliminarNo hay que desesperar, ni tirar la toalla. Como el faro que ilumina las oscuras tinieblas de la costa, que se siente solo y abandonado, pero cuya luz sirve de guía a navegantes anónimos que gracias a él siguen el rumbo correcto a sus destino. Luchar juntos no significa que todos tengan que estar en el mismo campo de batalla, sino combatir el mismo enemigo. Nuestro objetivo es recobrar la libertad enajenada.
ResponderEliminarAnimo. IGP.
Dios te oiga porque en el caso de Málaga es como si le tiraran piedras al faro de la Malagueta por guiar a los barcos que buscan refugio en su puerto.
EliminarSaludos
Joder... me acabas de dejar planchao. Llevo siguiéndote desde el diario digital "Región de Málaga", no sabes lo que me ilusione al encontrar algo así, no me podía creer que existiese gente como tú que pelease de esa forma por Málaga.
ResponderEliminarNo pensé nunca que fueses a desfallecer y menos a manos de esos subnormales. Pero supongo que todo es muy fácil leyéndote desde un sillón sin recibir los palos.
Por supuesto te deseo lo mejor en tu nueva andadura, pero no te vayas diciendo que Málaga no te necesita por que la verdad es que necesitamos a 1.639.127 personas (según wikipedia) como tú.
Un abrazo.
Sergio G. Miranda
Gracias amigo pero no me he sentido completamente solo ante tanto ataque. Un abrazo.
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