jueves, 18 de octubre de 2012

¡MÁLAGA A LA DERIVA!


Málaga siempre me ha parecido un barco. Desconozco, eso sí, donde está la proa y a que lado se encuentra estribor. Todo en ella huele a salitre de una mar vieja y sabia. En sus calles se oyen diferentes lenguas desde el origen de los tiempos. Abierta, liberal y mediterránea suele conducir sus pasos a ritmo fenicio, con sus trapicheos y sus voces marineras. A pesar de que muchos  intentan que el navío malacitano navegue igual que en un río, es la patria salada su verdadera vocación. Por eso, fue la primera en el peligro de la libertad. El milagro malagueño no está en sus edificios, sino en el hecho de que cuando pasas dos veces por una calle, ésta, inexplicablemente, siga allí, a la vuelta. Cosas de depender de gente que desconoce la esencia mediterránea de la urbe del sur. A veces, cuando la contemplo en la distancia, veo a Málaga suspendida entre el cielo y el suelo, con su imponente Castillo de Gibralfaro haciendo de centinela. Como toda ciudad junto al mar, tiene una historia oficial y, junto a ella  leyendas susurradas de tesoros perdidos, de naufragios y de sueños incumplidos. El resultado de los embates de la tormenta a la que inexpertos grumetes no supieron vencer.

Cuentan que los malagueños para hacer reír a Dios, sólo tienen que contarles sus planes. Unas veces es un futuro museo, la restauración de un teatro romano o la construcción del suburbano. Todos los sueños se eternizan en algún cajón lejos de la mar. A veces, incluso, cuando el barco parece llegar a buen puerto, el grumete de turno hace mal la maniobra de aproximación, y la nave termina volcando a una milla náutica de las costa. Miren el caso del metro en el que después de proyectos, cambios y estudios del terreno, los vagones siguen sin circular y, para más INRI, nadie tiene ni puñetera idea de cómo arribarán al centro de la ciudad imposible.

El metro, en cualquier caso, abrirá a finales de 2013 desde el Martín Carpena y Teatinos hasta la estación María Zambrano, retrasando la terminal del Guadalmedina a finales de 2014. La Junta propone ahora hacer el metro en superficie en el centro, ese lugar de Málaga en el que yo siempre vislumbro el camarote del capitán de la Nao. La medida pretende ahorrar dinero y extender el suburbano hasta el Palo, otra zona marinera.¿Estará aquí la popa?. El plan anterior de soterramiento se los llevó, por lo visto, el viento de levante que, como todos ustedes saben, es muy travieso. También el poniente hizo lo propio con  los planes para llevar los cercanías a la zona este de la provincia.

A pesar de los golpes de la mar, los marineros hablan mientras despliegan las velas y recogen los frutos de la mar. Discuten y argumentan sobre las mejores opciones para que la embarcación  se salve. Entre ellos, hay quienes dar un golpe de mano y arrebatarle el timón al Capitán, hombre viejo y ajado. Otros, en cambio, pretenden virar la nave, cargar los cañones y asaltar  el barco andaluz. En cualquier caso, el buque hace aguas por todos lados y lo más probable es que la nave siga como hasta ahora. Sin rumbo, sin capitán, sin noray al que amarrarla. Lo único claro es que nuestro futuro es tan negro como las profanidades del océano. Tan claro como que la Junta de Andalucía, una vez gastado el dinero en los marineros de agua dulce, sustituya el metro por el tranvía y éste por el medio de transporte que mejor representa a Andalucía: El burro taxi de Mijas. A este paso, esos hijos de la gran puta serán capaces de cambiarnos el barco malagueño por un hidropedal. Eso sí, verde y blanco.

Sergio Calle Llorens


4 comentarios:

  1. No sé, lo de Málaga con el Metro ya parece de Ciencia Ficción, casi tanto cómo que Andalucía lidere algún día, por arriba, el informe Pisa. Aún así, quizás tengaís suerte, en Jaén nos terminaron el tranvía. Veinte millones de Euros tirados a la basura para que después digan que la Junta no cumple sus promesas.

    Un saludazo.

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    1. La verdad es que jamás cumplen nada. En Vélez Málaga había un tranvía que iba a Torre del Mar volvía a Vélez pero no llegaba al centro. Todo muy bien planificado.

      Saludos

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  2. Me ha encantado el artículo pero no me queda muy claro que es lo que harías tú con el metro;

    Saludos

    Alsina

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    1. El metro se encuentra casi terminado hasta el intercambiador de la estación María Zambrano, y las maquinas se abren camino hasta el Puente de Tetuan, justo antes de entrar en la Alameda. Entonces quedan 2 KM hasta la Malagueta. Se podría hacer en superficie si se piensa en reducir el tráfico en la zona y peatonalizar la Alameda, lugar que ahora parece una estación de autobuses. Una zona peatonal al lado del Soho y del Puerto de Málaga con sus tres estaciones marítimas, sería algo impresionante.

      El problema es que han cambiado de planes varias veces y siempre por razones de mala planificación y, por supuesto, penurias económicas como las actuales. Lo que tengo claro es que el metro subterráneo es mejor pero que si se hace en superficie hasta el Palo, deberíamos hacerles firmar un documento en el que se comprometen a llevar soterrado el suburbano hasta el Rincón de la Victoria. De esta manera, podríamos conectar por tren con la zona oriental de la provincia.

      En la actualidad no hay un duro, sin embargo el consejero dice que sí hay dinero para hacerlo soterrado pero que prefiere hacerlo en superficie. Vaya que nos están tomando el pelo.

      Supongo que Málaga no se va a poner de acuerdo en lo que quiere, nunca lo hace, pero esperar más años para llevar el Metro al centro es una temeridad. Son sólo dos KM y el resto prácticamente es soterrado. Bueno es mi modesta opinión.

      Saludos

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