Aunque la idea de abandonar la taifa del sur es firme, he decidido continuar como soldado raso y seguir dando batalla. Mi decisión está cargada de razones personales pero no voy a aburrirles con ellas. En principio sólo deben saber que soy amigo de pelear y me crezco en la adversidad. Mi desesperación hacia la gente que siempre miente por la gola me ha hecho reconsiderar mi muerte como Rebelde del Sur. Sigo herido pero las heridas van cicatrizando en mi tullido cuerpo. Por otra parte, en la soldadesca tenemos un dicho que afirma que más vale salto de matas que ruego de buenos. Y yo estoy deseando asaltar las trincheras de la Junta de Andalucía. Después de todo qué son cuatro años si al final del camino mandamos a esa jauría a cenar con Jesucristo. Ustedes me entienden.
La mayoría de los hombres se hunden en la insignificancia cuando dejan el cargo. Los hombres muy insignificantes adquieren peso cuando lo obtienen, a excepción, claro está, de los socialistas andaluces, que además de su insignificancia son siempre despreciables. Esos que en compañía de IU proponen un programa depredador, confiscatorio y letal para reanimar la prosperidad de Andalucía, inspirado por las doctrinas de la envidia, el odio y la malicia. A todos ellos pienso combatirlos con particular saña. Mi lucha futura será diferente a la pretérita porque he aprendido cuando combatir y cuando calmarme. Son demasiados años empuñando la espada. Espero que al estar a millones de leguas de la región, no me lleve a estar tan aislado como Tamino y Papageno en la Flauta Mágica tras su viaje a Egipto, a la corte de la Reina de la Noche. De cualquier forma, Andalucía no puede cambiar mucho en mi ausencia, estando anclada al siglo XIX.
Se podría decir que el Rebelde del Sur resucitó al séptimo día y la pasión continua. Que cada uno tenga su espada en la mano y rodela a su lado, y los soldados con sus mosquetes. Vamos a asaltar de una vez la galeota andaluza enarbolando nuestras banderas. Venceremos porque la razón está de nuestro parte.
Sergio Calle Llorens
Me congratula que hayas regresado a la trinchera a seguir blandiendo mosquete y espada contra los enemigos de la Fé y de España que son aquellos que ensucian y manchan la Patria grande y la chica. Bienvenido de nuevo al barro, al sudor, a la sangre y a la pólvora, que rezones no faltaran, ni ganas, ni pasiones.
ResponderEliminarUn saludazo.
Muchas gracias campeón. Un saludo.
EliminarBienvenido a la vida. Caronte puede esperar.
ResponderEliminarFuerza y Honor