Soy escritor, investigador, guionista, profesor de idiomas y muchas cosas más que no caben aquí. También tengo una sección en Espacio en Blanco de RNE. El mundo se divide en dos categorías, los que tienen el revolver cargado, y los que cavan, tú cavas.
viernes, 2 de diciembre de 2011
LOS REYES VAGOS
Éramos pocos y parió la abuela. En este caso sevillana y con más achaques que Matusalén en sus últimos días. Verán, algún lumbreras del ayuntamiento hispalense no se le ha ocurrido mejor forma de promocionar su ciudad que un vídeo donde sus majestades de oriente toman el sol junto a la catedral. Uno de ellos, Gaspar, emplea la expresión andaluza “ozú”. Estamos ante la misma forma de siempre de presentarse a la comunidad internacional como la última reserva de occidente de la vagancia y las malas costumbres. En cuestiones de propaganda Sevilla vuelve a hacer literalmente el ridículo y con ella, toda Andalucía. Su particular reyes magos se ha transformado en los reyes vagos.
El dichoso video ha recibido un aluvión de críticas que el alcalde de Sevilla ha respondido con un sostenella y no enmendalla. Argumentan, y no les falta razón, que se está dando una imagen zafia y desacertada de su ciudad y los sevillanos. Parecen querer aplicar lo de trabajar es de pobres, y para que laborar si ya están los otros para mantenerlos. Desgraciadamente la campaña turística de Sevilla viene a darle munición a Duran I Lleida en lo referente a los hábitos laborales de muchos habitantes del sur. Sin embargo, aunque entiendo las críticas de la mayoría, no comparto las del PSOE. Vamos a ver, está claramente demostrado que canal sur lleva más de veinte años vendiendo esa imagen de holgazanería de la región. Es más, si el cine ayuda a soñar, el nodo andaluz invita a echarse una siesta que para el trabajo ya están los japoneses o las catalanes”. Por no hablar de los socialistas andaluces. Esos loquinarios que llevan tres décadas de siesta. Y cuando despiertan de su período de hibernación, es para recobrar fuerzas en la feria de Sevilla. Período, en el que por cierto, las delegaciones andaluzas de esa ciudad cierran por vacaciones, obligando a sus homólogas andaluzas a paralizar cualquier gestión administrativa que tenga que ver con la tierra de Falete.
En la vida, queridos amigos, la mejor forma de solucionar un problema es reconocerlo. Sevilla y toda Andalucía tienen un problema de dimensiones descomunales; Su marca es reconocida en el mundo entero como sinónimo de pitorreo y viva la Pepa. Sus habitantes se consideran poco fiables a la hora del currelo. Andalucía sí, pero de vacaciones, que sus gentes, además de superficiales, caminan por la calle del ya voy, tras pasar por la avenida del nunca. La taifa del sur no necesita campañas que alaben su sol y sus monumentos, sino gente con la cabeza bien amueblada y ciertamente preparada, porque solamente el que se respeta, puede obtener el respeto de los demás. Pero terminar con esta imagen del andaluz tras siglos de literatura picaresca y de propaganda socialista a la que se une el Alcalde del PP de Sevilla, es tarea harto difícil. Por no hablar de la poca colaboración que pone el pueblo. De hecho, recuerdo como Rojas Marcos apoyó el intento de muchos sevillanos de visitar la sede del comité olímpico internacional que dilucidaba la ciudad candidata para acoger las olimpiadas. La marcha pretendía ponerse a bailar y a cantar a las puertas del organismo. Afortunadamente aquel intento chabacano fue parado de inmediato por Juan Antonio Samaranch. A pesar de que el entonces alcalde de Hispalis afirmaba que era la mejor forma que tenía la ciudad de expresarse. Aquello que puede resultar anecdótico dice mucho del asunto, pues mientras algunos trabajaban duro para conseguir organizar unas olimpiadas, otros oponían cante y baile.
A nadie debe extrañar por tanto que la marca Andalucía sea identificada a la de una organización ineficiente en su organización e insufrible por la mezquindad de sus jefes. Gente reconocida por su escaso juicio. Y todo apuntalado por una ciudadanía adormecida e idiotizada. Un dato. Una mujer presentó una denuncia contra el Rey Baltasar por recibir un impacto de caramelo mientras presenciaba el desfile de la cabalgata de reyes de 2010, que le causó una contusión ocular. La fémina, cuenta, temía perder calidad de visión por el impacto, tras haber perdido literalmente el juicio. Afortunadamente, el titular del juzgado número 4 de la Audiencia Provincial de Huelva ha archivado la denuncia al considerar que la asistencia a este tipo de acontecimientos supone la aceptación implícita de riesgos, excluyendo cualquier responsabilidad penal. Asimismo, apunta con cierta sorna, que tal vez debería haberse abstenido pues desde que tiene uso razón, ha venido recibiendo presentes de sus majestades de oriente, por lo que existe una amistad íntima con la persona denunciada.
En conclusión, si los Reyes Magos de Oriente necesitaran colaboradores para la campaña de navidad, estoy completamente convencido de que no los buscarían en las tierras del sur. Me cuentan que hasta allí les ha llegado a sus majestades el rumor de que el propio Papa Noel tuvo que despedir a unos cuantos sureños por diferentes motivos. Unos por quedarse dormidos en horas de trabajo. Otros por vender los juguetes de los niños por el doble de precio. Incluso se habla de que algunos llegaron a prejubilarse sin haber trabajado jamás en la empresa del hombre gordo y con barba. Por no hablar del asunto del trineo que, según las malas lenguas, lo estrellaron unos de Málaga haciendo carreras por los polígonos y ahora piden indemnizaciones al gobierno de Laponia por el mal funcionamiento de los renos. En fin, que en Andalucía ni la magia de la navidad podrá salvarnos de la quema.
Coda: Quiero darles las gracias a los chicos de Izquierda Unida convocatoria por Andalucía por la felicitación navideña recibida en la que además de saludarme cordialmente, critican la iluminación desmesurada con motivo de las fiestas. Únicamente añadir que la señora de Santa Claus no se llama Mary Christmas. Intenten subsanarlo la próxima vez.
Sergio Calle Llorens
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lo que vuelve a demostrar que la estupidez no es exclusiva de los sociatas. Juan Ignacio Zoido (el delegado del gobierno en Almería cuando el brote racista de El Ejido en 2000) es Pepero de la escuela aznarista.
ResponderEliminar¿O es que la estupidez no es ni del Pp ni del Psoe sino meramente sevillana?
Ojalá la estupidez sólo estuviera concentrada en una provincia. Sería fantástico. Sin embargo, basta con echar una ojeada y concluir que en todos lados cuecen habas. Finalmente reiterarte que yo no estoy en contra de los idiotas, pero sí de que una gran parte viva en Andalucía.
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