Soy escritor, investigador, guionista, profesor de idiomas y muchas cosas más que no caben aquí. También tengo una sección en Espacio en Blanco de RNE. El mundo se divide en dos categorías, los que tienen el revolver cargado, y los que cavan, tú cavas.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
EL BARDO ANDALUZ
En el año 2011 después de Cristo. Toda Andalucía ha sido ocupada por los populares… ¿Toda? ¡No¡ Una aldea poblada por irreductibles hispalenses resiste todavía al invasor. Y la vida no es fácil para los campamentos de Malacca, Gádir, Portus Magnus, Iliberis, Onuba y Auringis. Al fin y al cabo, sus honrados ciudadanos no entienden que sus primos sigan sin ver las ventajas de incorporarse a una civilización más avanzada. Para explicar el rechazo que sienten los hispalenses hacia los cambios, los habitantes de las guarniciones populares exponen diferentes teorías. La más generalizada es que los moradores asentados en la dársena del Baetis se sienten descendientes directos de Jesucristo y María Magdalena. Para qué variar entonces. Otros, en cambio, apuntan a que los límites mentales de esa gente se encuentran en Orippo, Trajana y Santiponce. Vaya que fuera de ahí, el mundo ni existe, ni les interesa lo más mínimo. Sin embargo, este humilde escriba estima que el pacto entre los descamisados y la rancia aristocracia del lugar ha sido la clave para mantener la hegemonía del estandarte de la rosa en la Bética.
Uno de los personajes que más ha contribuido a la resistencia hispalense al progreso, es el oscuro Alfonso Guerra. Un individuo difícil de contemplar pero con una aguda inteligencia. Hombre de armas tomar que ha sabido mantener a raya a las fuerzas invasoras. Algo extraño si tenemos en cuenta que Guerracacofonix, perteneciente a la orden de los bardos de las chaquetas de pana, tuvo que dimitir en el año 1986 de nuestro señor por el escándalo protagonizado por su frater Juan. Hablamos del uso del consejo regional para hacer negocios fraudulentos. A pesar de ello, o quizá por ello, Hispalis sigue optando por el clan de la Rosa, que pese a estar marchito, sigue ondeando para su desgracia, en lo más alto de sus pabellones.
En cambio en el Mare Nostrum, los mediterráneos y las otras poblaciones colindantes han optado por abrazar la modernidad. Parecen querer salir de la oscuridad de los bosques y se dirigen a la luz. Sus viejos dioses han sido abandonados en los altares. Piden sacrificios porque están dispuestos a sacrificarse para que el nuevo orden funcione. De sol a sol van trabajando por un mañana mejor porque saben que ningún pueblo puede tener un futuro brillante con un pasado tan fosco. El problema es que todas esas localidades ven a Hispalis como un lastre. Por ello, están decididos a acabar con su administración corrupta e ineficaz que nos cuesta billones de denarios. Además en cuestiones de reparto de poder, o de proyectos que generen riqueza para estos pueblos, Hispalis siempre aparece como la apagadora de sueños. Su Omnia Vanitas y su egocentrismo han conducido a la expulsión de sus representantes de las provincias bañadas por la patria salada. No es casual, por tanto, que ahora que estamos celebrando el banquete de la victoria, hayamos optado por amarrar al árbol al bardo andaluz: Guerracacofonix. Y no lo hacemos porque su canto sea insoportable a los oídos mediterráneos- que también-, sino porque tenemos la experiencia de que cada vez que el dichoso bardo anda suelto en un banquete, termina acabando con las existencias que tanto nos costó reunir.
Sergio Calle Llorens
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Señor Llorens es usted la monda. Me río mucho con sus ocurrencias y su forma de ver a Andalucía. Se le nota un tipo de mundo y de estilo.
ResponderEliminarEste tipo de blogs me hacen olvidarme a veces de vivir en una región tan patética por culpa de la Junta de Andalucía.
Mil gracias de Nuevo
Me acaban de pasar este trabajo y me he quedado de piedra, no se puede decir tanto en menos palabras. En mi modesta opinión, el pacto entre los señoritos y los descamisados que señalas se ajusta mucho a la realidad. Lo que pasa es que el pueblo andaluz es en su gran mayoría muy inculto y así nos va a todos.
ResponderEliminarAlguien ha puesto esta entrada en el ABC de Sevilla. Quiero decirte que eres un catalán de mierda y que no mereces vivir. No hay nada peor que un catalán y eso es un catalán que vive en Málaga. VIVA SEVILLA¡.
ResponderEliminarMuriel: Con un estilo contundente y corrosivo no dejas a nadie indiferente. Tus textos no tienen nada que ver con esos escritos por gente que no tiene ni idea de como hacer un buen artículo. Eres divertido y muy ácido con los socialistas que llevan treinta años gobernando. Sólo una sugerencia, deberías de enviar tus artículos a los periódicos nacionales. Toda España debería leerte.
ResponderEliminarUn beso
Viva la madre que te parió: Esta parte es genial. Te superas cada día. Sigue así.
ResponderEliminarSu Omnia Vanitas y su egocentrismo han conducido a la expulsión de sus representantes de las provincias bañadas por la patria salada. No es casual, por tanto, que ahora que estamos celebrando el banquete de la victoria, hayamos optado por amarrar al árbol al bardo andaluz: Guerracacofonix. Y no lo hacemos porque su canto sea insoportable a los oídos mediterráneos- que también-, sino porque tenemos la experiencia de que cada vez que el dichoso bardo anda suelto en un banquete, termina acabando con las existencias que tanto nos costó reunir.
Gracias a todos por dejar vuestros comentarios. Incluso a aquel que me desea mal. Eso sí recordar que no soy catalán aunque tenga querencia por esa tierra. Y no creo, digo yo, que por eso merezca la muerte. Eso sí, estoy muy orgulloso de mi sangre catalana. En España, de cualquier forma, siempre hubo separadores y separatistas. Son los mismos perros con diferente collar. En el caso del amigo de Sevilla, su ubicación no está con los animales de cuatro patas que ladran, pues ellos son mucho más inteligentes.
ResponderEliminarSaludos
Saludos