martes, 6 de septiembre de 2011

CRISTINITA GUARDA EL COÑO

El futuro emperador Adriano, recién llegado de España intentó hacer un discurso en el senado romano y en cuanto abrió la boca, sus señorías se descojonaron de risa. Y es que ya apuntó Cicerón que los hispanos hablaban un latín “pingüe atque peregrinum”, es decir, gangoso y extraño. Yo a estas alturas no espero que la gran mayoría de mis compatriotas sepan quien fue aquel hispano fascinado por la filosofía estoica y epicúrea. Sin embargo, todavía me sorprende el desconocimiento existente sobre la historia de España en general. Por eso hoy voy a hablarles de algunos hechos históricos dados por veraces por la turba atocinada:

 La inquisición española tiene un lugar preferente en la memoria colectiva de millones de personas- no solamente españolas- que imaginan un tribunal sin garantías donde frailes dominados por la lujuria torturaban a mujeres desnudas sobre el potro de tormento. Una maquina de matar que sólo existía en la salvaje España. Sin embargo, casi todos los países de Europa tuvieron sus inquisiciones, algunas mucho más crueles que la nuestra. Por darles algunas cifras, la Spanish Inquisition mataba una media de 3.2 personas al año. Les hablo de los territorios de la monarquía hispana incluyendo sus dominios europeos y americanos. Pero para que se hagan una idea mucho más ajustada, voy a facilitarles algunas cifras muy ilustrativas. No son mías, por cierto, sino del danés Gustav Hennignsen. El escandinavo afirma que entre los años 1540 y 1700, unas 50.000 personas murieron en la hoguera en Europa. He aquí el reparto. • Portugal: 4 ajusticiados • Italia: 36 • España: 59 • Países Bajos: 200 • Hungría: 800 • Dinamarca/Noruega: 1.350 • Inglaterra/Escocia: 1.500 • Francia: 4.000 • Suiza: 4.000 • Polonia/Lituania: 10.000 • Alemania: 25.000 La inquisición española no fue ni la más cruel, ni la que causó más muertes en el mundo. El problema de nuestra inquisición fue que duró más que ninguna otra, y eso le granjeó la imagen que el más común de los mortales tiene hoy sobre ella. También son muchos los que consideran la derrota de la Armada Invencible la mayor humillación sufrida por las fuerzas navales de cualquier gran país. No obstante, es Inglaterra la que tiene el triste honor de haber sufrido en la mar el peor desastre de los tiempos pretéritos. Y es que Blas de Lezo derrotó con 6000 hombres y 6 barcos a una Royal Navy que tenía 186 barcos y 24.000 hombres. Les estoy hablando del mayor ataque anfibio de la historia hasta el desembarco de Normandia. Ocurrió en Cartagena de Indias en 1741. Aquella derrota inglesa supuso el dominio español de los mares hasta Trafalgar. El caso es que los británicos humillados por la derrota ocultaron monedas y grabados realizados para conmemorar la victoria que nunca llegó. Otra mentira histórica aceptada por majaderos varios es el supuesto origen moro de muchos andaluces. En realidad, los andaluces tienen de moro lo mismo que los de Barcelona o los de Vigo. Es cierto que en los en los ocho siglos de dominación islámica, los musulmanes tomaron esposas cristianas. Sin embargo, como la ley islámica prohíbe las bodas entre musulmana con cristiano bajo pena de muerte, el proceso inverso apenas se dio. Además durante los primeros siglos de Al Andalus- otro mito idealizado- las comunidades mozárabes se trasladaron a tierras cristianas, o sufrieron deportaciones al norte de África a manos de los radicales almohades.

 Luego llegó Fernando III que barrió de moros el valle del Gudalquivir pues no quiso cometer el mismo error que Alfonso VII. Más tarde Alfonso X, los reyes católicos y Felipe III completaron el trabajo. Así que la gran mayoría de andaluces son descendientes de los cristianos del norte por más que los Antonios, las Paquitas y los Pablos hayan cambiado de nombre por los de Mohamed, Abderrahman o Aixa y se empeñen en reescribir la historia. Alfonso XII no dejó testamento político alguno, pero al parecer le dio un consejo a su mujer en el lecho de muerte: “Cristinita, ya sabes, guarda el coño y de Canovas a Sagasta y de Sagasta a Canovas”. Como vemos, el monarca tenía en su cabeza la mejor forma posible de continuar con la alternancia en el poder. Yo, por mi parte, también voy a darles un par de consejos ya que hoy el asunto va de la historia. El primero es que le pongan un cierre la televisión con un candado para abrir más los libros. El segundo, y último, es que abran sus brazos o lo que tengan más abajo para fundirse con los nuevos pueblos que habitan España. En otras palabras que se mezclen. Es la única manera posible de regenerar la raza hispánica y acabar con la estupidez generalizada. Amen.

 Sergio Calle Llorens

9 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. La conformación étnica española está sujeta a controversia desde el siglo XIX, algo que, por otra parte, sucede en todas las naciones de Europa. Jalonada como está por las luchas ideológicas decimonónicas ha pasado por las aportaciones conservadoras, republicanas, ateas, nacionalistas de diversa índole o socialistas y hasta ácratas terminando como todo, cayendo en el mayor cainismo y en una no menos abultada radicalidad.

    Por lo que a mí respecta, las dos posturas fundamentales se han exagerado hasta límites poco racionales. En reacción a las ideas lanzadas por conservadores y nacionalistas el siglo XX de los autonomistas y socialistas se hizo descender de un pasado árabe poco creíble. El blanco de los Almohades y el verde de los Omeyas (ay! don Blas y sus ensoñaciones), quienes fueron claramente expulsados por los Alfonsos y Fernandos de turno.

    Ahora bien, la supuesta limpieza étnica (etnia no es lo mismo que raza) esbozada por los Reyes Católicos y culminada por Felipe III proporciona alguna duda.

    -¿cómo Asturias y León, territorios con fuertes problemas demográficos y grandes vacíos pudo en unos 50 años repoblar el valle del Guadalquivir (más buena parte de la Mancha y casi toda la Extremadura) sin resentirse el norte y manteniendo el sur una de las tasas más fuertes poblacionales y urbanas de Europa comparables al norte de Italia y Países Bajos? ¿Fue todo con gentes del norte o pudieron verse reforzados con conversiones en masa que se mimetizaron sobre todo en zonas rurales? Eso vale para el reino de Granada ya en el tardío siglo XV en proceso parecido pero ulterior.

    Por supuesto que étnicamente el islam desapareció lo mismo que desapareció el judaísmo aunque, como todo el mundo sabe, el converso siguió presente como así atestigua la propia literatura del siglo de oro castellana y los innumerables informes de limpieza de sangre requeridos por ejemplo a Velázquez o Cervantes. Si se fueron todos ¿porqué hacerlos?

    Por otra parte linajes nobles musulmanes se quedaron aquí y pudieron conservar ojo! hasta el apellido castellanizado. Los Guzmanes, los Almunias, Alcaraz o Alcalá tenían tierras y muchas, y era mejor para una estabilidad que olvidasen su lengua (su algarabía como dicen las fuentes, de Al-Harab, nombre para el idioma en la lengua del profeta) se hicieran cristianos y se asimilaran desde el feudalismo moro al cristiano que, por cierto, fueron bastante parecidos. Como dice un proverbio Haitiano “un negro rico es visto como un mulato y un mulato pobre como un negro “.
    Por supuesto que no me creo que el español y andaluz actual tenga mucho que ver con Abdelrraman o Almanzor, ya que, como ya he dicho, la etnia desapareció o entró en una clandestinidad que terminó por diluirse con el tiempo y al final, ser todos asimilados por la cultura vencedora de más de ocho siglos de conflicto. De igual manera en Grecia hay quien dice que provienen de Pericles, en Italia de Scipión, o en Alemania de los Otónidas. También pongo en duda la pervivencia de los Reyes Católicos en un actual sistema constitucional-capitalista.

    Igual, muchas de estas ideas tengan la fuerza que prestaron super eruditos como Menéndez Pelayo (al que se le podría oponer el no inferior en valía Menéndez Pidal), el cual, entre sus trabajos de innegable enjundia llegó a decir aquello de que España era martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, evangelizadora de la mitad del orbe, cuña de Santa Teresa…”esa es nuestra unidad y no tenemos otra”… si lo dice el gran Marcelino, él mismo nos confirma lo que queda de España.

    De la Inquisición que comentas, no creo que sea tan simple. Un profesor que tuve (no se si exageraba) comentó en clase que era el tema histórico al que más bibliografía se le había dedicado, así en genérico. Aunque en líneas generales mejor sería no separar mucho por nacionalidades.

    ResponderEliminar
  4. De todas formas, considero todo esto como elementos de debate y no verdades absolutas (sobre todo en el espinoso tema etnológico). Que para radicalismos estúpidos y excluyentes sólo hay que encender la tele.

    ResponderEliminar
  5. Tienes razón porque en España hay un componente evidente de conversos, especialmente de judíos. De moros, poquitos. Por aquí, de cualquier forma, pasaron todas las grandes civilizaciones y todas nos dejaron algo. De cualquier forma, a mí el tema de la raza me levanta menos que Belén Esteban a la hora de comer. El artículo va de todos aquellos aspectos de nuestra historia que la mayoría desconoce.

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Sin fueron tan poquitos moros los asimilados sigo sin entender cómo no hubo una debacle poblacional y pudo Castilla afrontar la empresa americana con tal fortaleza.

    Al parecer vascos, leoneses y asturianos repoblaron las tierras de moros y después américa. Bueno, igual su potencia sexual fue muy superior a lo visto hasta ahora, o contaban con una viagra hasta hoy secreta.

    ResponderEliminar
  7. Hubo de todo, trajeron gente hasta de Génova. Te recomiendo leer los repartimientos tras la reconquista para conocer el origen de los nuevos pobladores. Además Fernando III no cometió el error de su antecesor de dejar el Valle del Guadalquivir con población musulmana. Simplemente los expulsó. No quería correr riesgos.

    Por cierto, mi familia vino con el Duque de Arcos para poner fin a la rebelión morisca. Y por aquí se quedaron- Eran de Cantabria, aunque por parte materna seamos de origen catalán y valenciano. Ya sabes del antiguo Reino de Aragón que, por cierto, ayudaron bastante en la conquista de Málaga. Vaya que por ambos lados, hemos sangrado por España.

    Saludos

    ResponderEliminar
  8. En cuanto a la inquisición española, también podrías leer el libro sobre el tema de Henry Kamen. Un hispanista que no destaca precisamente por su amor a España. También mira el trabajo de Hennigsen.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Creo que los centro urbanos pueden documentarse perfectamente como poblaciones repobladas enteramente con castellanos de diversa índole. Algo mucho más difícil de demostrar en las zonas rurales. En los primeros tenemos diversas fuentes y las capitulaciones , gran ejemplo de lo que se prometió a los moros y nunca se cumplió. Claro que esas capitulaciones no existen para campos y villorrios, dejados a la voluntad de huestes y señores que pudieron asimilar a quien les vino en gana al margen del "primus inter pares". Tengo entendido de bautismos en masa de moros del reino nazarí que dejaron de ser contabilizados como moriscos, mientras se portaran bien se entiende.

    Las cartas puebla son para fundaciones Ex-novo y bastidas como Puerto Real o Mancha Real, pobladas también por gente nueva.

    Según he podido saber por mi apellido (Chaparro) algún pariente tuve que tener Leonés o incluso vasco. Debieron ser labriegos norteños llamados a repoblar por Extremadura según alguna fuente que ha caído en mis manos. Pero de eso, también se muy poco.

    Muchas gracias por tu recomendación bibliográfica. la tendré muy en cuenta.

    ResponderEliminar