viernes, 4 de diciembre de 2020

¡LUIS ENRIQUE!

 



Me gustan mucho los equipos de Luis Enrique con esa presión alta que ahoga a los equipos contrarios.  Una forma de jugar que, unido al talento de sus jugadores, le llevó a destrozar el equipo germano con un set a cero. Una humillación histórica que no sufría Alemania desde los años treinta de la pasada centuria. Pero la clasificación de España para la fase final de la Nations League es doblemente dulce porque ha retratado a la inmensa mayoría de periodistas deportivos de este país. Basta darse un paseo por las hemerotecas para comprobar que ni uno solo fue capaz de anticipar la victoria española.  Es más no hubo tertulia futbolera en la que no se anunciara la inmolación de la selección. Así que si quieren echarse unas risas, ya saben lo que tienen que hacer.  Y es que parecía que el equipo nacional- ¿se puede llamar así sin que te llamen fascista?-  les estaba quitando protagonista al equipo de sus amores.  Ese que se va arrastrando por la liga  y por la fase de grupo de la liga de campeones.  España aburría, decían, y había que echar a su entrenador. 

Sí, me gustan los equipos de Luis Enrique. Creo además que el seleccionador ha hecho un buen trabajo construyendo la España del futuro contando con Ferrán Torres, Dani Olmos, Rodri, Ansu Fati, Canales, Gaya o Pau Torres. Por no hablar del acierto de encontrar un portero de garantías como Unai Simón. El vasco ha dejado en el banquillo, por fin, al triste portero del Manchester United.  Sin embargo no creo que la nueva generación esté cuajada para ganar la próxima Eurocopa aunque, bien mirado, han ganado tiempo con el tema de la pandemia, retrasando el acontecimiento en un año.  Ya veremos. 

Hay otro punto interesante a tener en cuenta en esta ecuación de ganadores que es la propia incógnita del asturiano. Y es que aunque me encante el seleccionador, como buen natural del territorio donde empieza España- el resto es territorio conquistado- no sabe nadar y  guardar la ropa. Dicho de otra manera, su única táctica es ir a por el contrario cuan si fuera musulmán y él Don Pelayo reencarnado. Lo demostró el día en el que nos bastaba un empate con Inglaterra para asegurar la clasificación cuando decidió plantear el partido como si no hubiese un mañana. Craso error. visto lo visto.

Por otra parte, Luis Enrique es algo caprichoso con las alineaciones hasta tal punto de que el año que ganó su triplete con el Barcelona, los capitanes del equipo- Messi, Xavi e Iniesta- tuvieron que convencerlo sobre el once base con el que ganar todo. De sabios es de rectificar. Los seleccionadores españoles lo hacen todo el tiempo, y hemos ganado tres Eurocopas, una Copa del Mundo y unos juegos olímpicos, mientras los inventores del fútbol llevan sin levantar un trofeo desde 1966.

Pero mi admiración por Luis Enrique no termina en su banquillo sino que se extiende a sus ruedas de prensa. Esos momentos en las que los periodistas tragan saliva cuando el seleccionador les enfoca con la mirada, y vaya mirada,  ante de lanzar el primer mandoble dialéctico que culmina con ciertas dosis de ironía. A veces se puede oler  el miedo de esos zangolotinos cuyos conocimientos sobre el deporte rey están a la altura de esas falsas “influencers” que influyen igual que Falete en un congreso de nutrición.  

Ganó  la España con Luis Enrique, pero algunos perdieron una ocasión ideal para meterse la lengua en el trasero de donde no deberían sacarla de nuevo.

Sergio Calle Llorens

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. El 19 de mayo de 2014 fichó por el barcelona con quien consiguió dos Ligas, tres Copas del Rey, una Supercopa de España, una Liga de Campeones, una Supercopa de Europa y una Copa Mundial de Clubes a lo largo de las siguientes tres temporadas.​ El 9 de julio de 2018 pasó a dirigir a la selección española,cargo que tuvo que abandonar después de once meses por motivos personales, aunque finalmente regresó en noviembre de 2019.

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    1. Es un grandísimo entrenador. Sus números lo dicen. Un saludo

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