Soy escritor, investigador, guionista, profesor de idiomas y muchas cosas más que no caben aquí. También tengo una sección en Espacio en Blanco de RNE. El mundo se divide en dos categorías, los que tienen el revolver cargado, y los que cavan, tú cavas.
martes, 16 de diciembre de 2014
MORIR EN ANDALUCÌA
En la República Bananera de Andalucía a uno no lo dejan ni morirse tranquilo. Parece que no les bastara con arruinarnos la vida a los ciudadanos honrados. Ahora también van a jodernos hasta el último aliento. No les hablo de la masa atocinada, sino de aquellos que, con su voto, apoyan el latrocinio institucionalizado, y cuyo grito de guerra es el "Vivan las caenas", sino de los que padecen el gobierno más corruptos de España desde los tiempos de Felipe II. Esos merecen que les roben hasta en la sepultura pero, por supuesto, los que luchamos contra el régimen deberíamos estar exentos de que se nos aplique sus diferentes planes diabólicos. Entremos en materia.
La nueva ley con la que el gobierno bolivariano andaluz, que lleva el marchamo de lucha contra el fraude fiscal, impedirá a los andaluces disponer del dinero de sus cuentas bancarias durante el año previo a su fallecimiento en el caso de que "éste sea previsible". La normativa, admitida a trámite por el Consejo de Desgobierno, y presentada por la ínclita Consejera de Hacienda Pública, María Jesús Montero, muy conocida por sus continuos golpes de cabeza sin que, por cierto, haya salido de ella ninguna idea brillante. La pregunta es obligada; ¿qué es eso de muerte previsible? porque hasta donde yo sé, hay gente que le diagnostican una enfermedad terminal y luego, ha terminado enterrando a todo el mundo. La segunda cuestión, también obligada, es; ¿quién se encargará de establecer la categoría de muerte previsible? Porque como sea uno de los secuaces de María Jesús, estamos apañados. Lo digo porque aquí hemos tenido a biólogos dirigiendo el Metro de Málaga y, a una analfabeta funcional como jefa de la oposición en el ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol.
Para justificar esta nueva norma más propia de los países comunistas, la Consejera ha afirmado que "se han detectado situciones en las que se han hecho operaciones en los depósitos bancarios de la persona hacia las cuentas de sus familiares con el objeto de evitar el pago de dicho impuesto". Dicha medida, según la horripilante señora, será la panacea que permita atajar el problema. He de añadir que detectar, lo que se dice detectar, los miembros del PSOE andaluz no detectan mucho. Baste con recordar el caso de los ERE, de los cursos de formación, de la administración paralela, de Mercasevilla y un largo etcétera para que me surjan muchas dudas.
El resultado es que desde la entrada en vigor de la ley, el heredero tendrá que aportar una acreditación emitidad por la entidad financiera-esas que les perdonan a los altos cargos socialistas sus préstamos- en la que aparezca el saldo de la cuenta en el momento de su fallecimiento, además de los movimientos efectuados desde un año antes de que el finado se fuera a cenar con Jesucristo. Vaya, la repanocha. Ya me estoy imaginando a Paquita o, a Antoñita, justificando una retirada de dinero en efectivo porque su padre, a última hora, decidió darse una alegría para el cuerpo con una aflautadora de miembros que cobra por ello. Tal vez, el asunto sea motivo de sanción porque con éstos pendejos nunca se sabe.
Siguiendo con la normativa, Montero contempla un incremento del control del Impuesto de Donaciones relacionado con el dinero que trasmiten los padres a hijos para comprar la vivienda habitual porque, afirma rotunda; " en muchas ocasiones se encubre la transmisión de la propia vivienda del progenitor, de tal manera que también elude el impuesto de Sucesiones. Para evitarlo, se exigirá que el donatario habire el inmueble adquirido durante al menos tres años". Lo que no nos aclara Doña María Jesús es si crearán una nueva Gestapo-compuesta por nuevos socialistas- para vigilar a los vecinos y sus moradas. También se desconoce si para atajar "el problema", Montero estaba algo tajada. Me temo que no.
En verdad, la realidad es tozuda; Andalucía, tras 36 años de latrocinio instucionalizado, se encuentra al borde de la bancarrota. Si no fuera por "el pérfido gobierno de Madrid" no habría ni para abrir los colegios. Es entonces cuando a algún miembro de La Garduña socialista se le ocurren nuevas formas de sangrar al personal. Suele ocurrir de la siguiente manera; "María tásate algo hija que no llegamos a fin de año". Y en este contexto hay que entender la nueva normativa andaluza.
Al respecto, hay que decir que la gente no tendría necesidad de engañar si no sufriera ese asalto a sus bolsas por parte de los bandoleros de Sierra Morena. Bastaría con rebajarnos las tasas para no hacer juegos de malabares cuando no se puede protagonizar un Duquesa de Alba- ella pagó el impuesto de sucesiones en Madrid- y eso lo entiende cualquiera que no apoye al bipartito.
Verán que unos padres se tiren toda una vida trabajando para, finalmente, ver como sus vástagos se encuentran en situciones de paro, de precariedad laboral y con un futuro muy negro- gracias a las políticas socialistas- es algo durísimo. Especialmente cuando una mañana el dóctor les dice, serio de cojones, que vayan encargando una lápida de mármol. Entonces, como no podía ser de otra manera, intentan idear cualquier método para que a sus hijos no les falte de nada y, por supuesto, ellos puedan cerrar los ojos tranquilos. Pero no, porque ahí aparecen estos malnacidos de la Junta de Andalucía para darles un último susto. Ya me estoy imaginando la escena; en una maloliente cama de hospital andaluz lleno de visitantes de otros enfermos- la promesa de Chaves de habitaciones individuales en centros sanitários nunca se cumplió- y en ese momento previo de lucidez que todo enfermo tiene antes de partir al otro barrio, sufre un arrebato de dignidad y pide a la enfermera que le ayude a incorporarse para gritar; "Me cago en los muertos de todos los de la Junta de Andalucía". Les aseguro que hasta el altísimo sonreíra en el cielo porque, dicen, siempre reconoce los rostros de aquellos que luchan contra el maligno.
Sergio Calle Llorens
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Pa mearse y no echar gota, como dicen los castizos por aquí.
ResponderEliminarPues ninguna televisión nacional trata nada al respecto. Lamentable.
EliminarAndalucía como sinónimo del poliédrico disparate de este país y con la protegida de Griñán como presidenta. Malos tiempos.
ResponderEliminarEsperpentico y no hemos tenido buenos tiempos.
EliminarEl tener que presentar los movimientos de las cuentas del ultimo año existe en mas autonomias, Navarra, Castilla y Leon, madrid,
ResponderEliminarLo que no es normal es el caso andaluz. Es que te crujen y no te permiten mover nada.
EliminarEs mas autonomias donde hay que presentar los movimientos de las cuentas del ultimo año, por sufrirlo en mis carnes, no se cuantas pero tres si
ResponderEliminar"no se puede protagonizar un Duquesa de Alba- ella pagó el impuesto de sucesiones en Madrid", el impuesto se paga donde radica el bien heredado, en el caso de la Duquesa, sus herederos tuvieron que rascarse el bolsillo en Andalucía y en otras partes de España.
ResponderEliminarUn robo a mano armada. Un latrocinio institucionalizado. No hay más. Por cierto, hay una forma clara de no pagar en Vandalucía. Ahí lo dejo. Que le informen.
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