Más de un millón de andaluces viven del
régimen andaluz en la República Bananera
de Andalucía. Es gente que tiene el carnet de la secta del capullo; allegados,
familiares, empresarios, amantes o sindicalistas horizontales. Para completar
el cuadro, los medios de comunicación están comprados por la publicidad
institucional. Incluso, como en el caso del
grupo joly- que debería llamarse jolly en inglés por lo de alegre que
esconden la corrupción de los suyos- falsifica facturas falsas para que la
unión general de trincadotes-UGT- siga atracando a mano armada sin que tenga
consecuencias penales. En consecuencia la oposición, donde no hay vida
inteligente conocida, puede ganar unas elecciones pero nunca certificar una
mayoría absoluta.
Por ello, yo pediría hacer de Andalucía un
régimen de izquierdas a perpetuidad y marcharnos los disidentes al extranjero.
Si nos aceptan, claro, pues afirmar que uno ha nacido en la tierra de María
Santísima no es la mejor carta de presentación. De esta manera, nos
ahorraríamos dinero para la farsa de las elecciones en las que, por cierto,
cada uno o dos años, los socialistas se podrán seguir pasando el poder unos a
otros para que ninguna familia de izquierdas se quede sin comer del pastel. Es
obvio que no es una imagen bucólica pero al menos, digo yo, tendrán que ponerse
a trabajar de una vez ya que la mano de obra inteligente se habrá marchado con
la música a otra parte.
Obviamente, los ciudadanos honrados que
renunciamos al simulacro de democracia andaluza podríamos pedir algunas
contraprestaciones; la primera sería una oficina en la cual se borren nuestros
datos de vinculación con Andalucía. Algo así como ha hecho el PP con los
ordenadores del caso Bárcenas. De tal forma que nadie pueda conectarnos jamás
con la taifa de la chalaura. Yo podría pasar por valenciano y mis vecinos por
unos tipos muy serios de Guadalajara. La segunda sería una amnistía fiscal del
último ejercicio fiscal antes de marcharnos. La tercera, pero no menos
importante, la constituiría una indemnización por los daños y perjuicios
sufridos tras 32 años de latrocinio institucionalizado.
Pasados muchos años, los socialistas y sus
socios comunistas habrán llevado a tal grado de empobrecimiento a la región más
africana de España, que ya no habrá nada que llevarse a la boca. Años de luchas
intestinas, de puñaladas, de prisiones secretas, de GULAG informativo serán los
principales causantes del hundimiento. Será el momento perfecto en el que
nuestros tataranietos puedan volver para reclamar la tierra de sus ancestros
donde habrá señoreando la bandera del partido único; PCE-PSOE. Mientras tanto,
de Andalucía no quiero ni el polvo de sus caminos.
Sergio Calle Llorens
Sutilmente inteligente.
ResponderEliminarGracias por la leve sonrisa irónica provocada con esta lectura.
Gracias Pedro; un placer verte por aquí. Estabas muy perdido. Por cierto, nos vamos a divertir con los miembros del nuevo gobierno andaluz. Un fuerte abrazo.
EliminarCompletamente de acuerdo, excepto en lo de marcharnos, ¿y si mejor los expulsamos a esos pseudo-socialistas?
ResponderEliminaro explicarle lo que es el socialismo y la democracia para que se dejen te tanta aberración.
No te vayas, Sergio. Precisamente ahora cuando a los buenos escritores y articulistas como tú os quedan días de gloria por venir con Susi y sus muñecos. Por cierto.,¿has visto el SUR? está que se sale con el gobiernito de Susi. Yo he visto gente cretina en mi vida, pero nada comparable a la estúpida derecha malagueña que sigue comprando todas las mañanas un folleto que trabaja para La Garduña. Son tontos de remate, bobos de babero. Páginas y páginas para la Cosa Nostra andaluza, para Susanita y su banda del empastre y un poco de Málaga C.F, aderezado con unas gotas de Hermandades y Cofradías y los subnormales de la derecha malagueña vuelven al día siguiente, felices, a comprar el folleto que les está segando la hierba bajo los pies. Una esperanza:¿Hemos tocado fondo con Susanita y con sus palmeros malagueños?
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