Como a zangolotina no le gana nadie, era cuestión de tiempo
que encontrara a alguien con la misma capacidad intelectual que ella. El
desafortunado fue un tipo de la
Carolina cuyos talento es inferior al de la babosa aquella
del pleistoceno. De ambas personajes escribí mucho, y bien, en el pasado. Demostré
que vivían en Mijas pero que se tuvieron que empadronar en Málaga para poder
votar a las elecciones a las que ella se presentaba por la secta del capullo. También
deje constancia de que su chófer traía a la pareja cada semana a la capital de la Costa del Sol, a pesar de
que nos podían haber ahorrado ese dinero, al tener vivienda en Málaga. Finalmente evidencié que María Gámez había montado su oficina electoral en la Delegación del Gobierno
de Andalucía en donde, por cierto, llevó a su hermano funcionario público para hacerse cargo de su campaña electoral en las redes sociales. El resultado fue que los
malagueños dieron una sonora patada en el trasero hediondo de la patética Gámez
y, por ende, a todos sus familiares. Para no iniciados, comentaré que la pobre
señorita cosechó la mayor derrota electoral en la historia de la ciudad al no
ganar en ningún distrito. Un caso único en la historia del municipalismo
español.
Como el clan Gámez me la tenía jurada, me demandaron y en
fechas recientes acudí a la policía a aclarar el entuerto. El motivo de la
demanda era que yo había llamado lerda a su compañera cuando él señor Martínez-
El bobo de la Carolina-
se permite llamar necio en las redes sociales al Consejero de gobierno de su asqueroso bipartito. Por
supuesto, no tuvieron bemoles de denunciar mis revelaciones pues sabían que tenía,
y tengo, pruebas de todo lo que publiqué. En realidad, pasé un ratito muy
divertido con el agente que me atendió tan amablemente. Estuvo de acuerdo
conmigo en que la demanda no tenía base jurídica ninguna y que me amparaba la
libertad de expresión. La misma que permite al payaso de Martínez llamar
Mamporreros a los periodistas de ABC por publicar el mayor robo en la historia
de la democracia que ha constituido el tema de los ERE.
Sólo un tarado como Martínez podría pensar que sólo él tiene
derecho a calificar a los demás como le venga en gana. Algo normal para un tipo
que afirma que el hombre primitivo se vestía con pieles y se refugiaba en las
tabernas, imaginamos que con la sin par Dulcinea del Baboso.
Por todo ello, quiero afirmar que seguiré publicando sobre
el dueto Gámez y Martínez. Además, como en los últimos
tiempos la hija del farero ha contratado a un “vidente” que publicó una obra
llamada “El libro de mis sueños” prologada por-me parto,- Irma Soriano, tal vez
el afamado astrólogo pueda adelantarles algo del futuro:” De la Torre vuelve a batir a María
Gámez en las elecciones dándole una soberana paliza”. Y yo, ya sea en Australia
o en Dinamarca, seguiré llamándola lerda pues es la mejor descripción que le
puedo regalar al ser tan lenta y torpe en comprender que Málaga la detesta
igual que a Platini. Ajo y agua.
Sergio Calle Llorens
JAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJJAJA. BUENÍSIMOOOOOOOOOOOOOOOOO
ResponderEliminarEres un valiente Sergio Llorens. Ratifico cada una de tus palabras, si la gamez es patética el martínez no le va a la zaga.
ResponderEliminarMaría Gámez es un cáncer para Málaga y su novio o marido o lo que sea tan patético como ella. Un gran trabajo que cuenta las verdades del barquero.
ResponderEliminarLydia Alcantara