Hay demonios babilónicos como Alu, Gallu, Namtar, Pazuzu y
luego está María Gámez que los supera a todos en perversidad. La mujer que
en tan sólo cuatro meses ha puesto patas arriba a la Benemérita cuyo prestigio ha quedado tocado por su sectarismo
político.
En verdad hay que
tener poco talento para firmar una orden ilegal que cesa a un Coronel “por no
informar del desarrollo de investigaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de Policía Judicial, con
fines de conocimiento”. La nota demuestra que no se trataba de una simple
pérdida de confianza, ni tampoco de una reestructuración de los equipos en el
instituto armada como defendía Pequeño
Marlaska, sino que como confirma el documento rubricado por Calamity, y ofrecido en exclusiva por el Confidencial, se cesa a un coronel
por no entregar un informe que la jueza había ordenado que no entregara. La gravedad es tal que tres de las cuatro
organizaciones de jueces más las asociaciones de oficiales del Instituto Armada
coindicen en pedir la dimisión del ministro y de la socialista que fue becada
con 3500 euros por el fondo de reptiles
de los ERE para hacer un curso de alta dirección. Como se ha visto, el
curso no le ha servido de mucho a la hija del farero con menos luces que un
barco pirata.
Desconozco quien
tuvo la brillante idea de elegir a Gámez
Gámez para el puesto de directora general de la Guardia Civil. Tal vez
lleguemos a enterarnos cuando la gaditana tenga que declarar ante el juez. En Málaga la
carcajada fue generalizada cuando Pedro
Sánchez anunció el nombramiento de la señorita. Todos intuimos, tras
secarnos las lágrimas de risa, que la cosa terminaría en tragedia.
María Gámez es un
zote intelectual con un instinto romo para la política. Un pobre producto de la
factoría de la secta del capullo. Su único talento es para conspirar contra los
críticos. En verdad no me extraña que el General
Santiago dijera que “estaban trabajando para minimizar las críticas al
gobierno en las redes sociales” teniendo a la socialista como jefa. Pero al
margen de su escaso talento, esta mujer es ciertamente gafe. Se dice que de ser
nombrada directora del Instituto
de Sismología de España, la sucesión de terremotos sería inevitable.
Incluso, me cuentan los que conocen su legendaria fama de cenizo, que si la hicieran jefa de un
vivero, las plantas, aterradas por su presencia, se suicidarían en masa
negándose a aceptar la fotosíntesis. También se teme, y el temor no es infundado, que si una
civilización alienígena detecta la presencia de Gámez en la galaxia, nuestro mundo quedaría reducido a cenizas en
cuestión de segundos, y nadie podría culpar a los simpáticos extraterrestres.
El mayor triunfo del Diablo
es convencernos de su no existencia. Pero, como han podido ustedes comprobar, Belcebú sigue aquí presto a hacer lo
que mejor se le da: el mal. Espero que
no vuelvan a despistarse pero, si eso ocurriera, no tienen nada más que fijarse en la imagen que acompaña a este artículo. Verán a la mujer de Sanlúcar de Barrameda con su abrigo que
remata un cinturón en forma de lacito.
Parece querer decirnos que ella es un presente. Y es cierto, estamos
ante un regalo del mismísimo Satán.
Sergio Calle Llorens
https://www.elmundo.es/andalucia/2015/06/08/5574868b46163f686e8b4587.html
https://blogs.elconfidencial.com/espana/caza-mayor/2020-06-02/marlaska-guardia-civil-maria-gamez-explicarse-juez-ministerio-interior-cese-perez-cobos_2620740/
https://www.elespanol.com/espana/tribunales/20200602/jueces-piden-dimision-marlaska-perdido-legitimidad-ministro/494701209_0.html
https://www.cope.es/actualidad/espana/noticias/asociacion-independiente-fiscales-pide-dimision-marlaska-por-respetar-separacion-poderes-20200603_748996
Vuelvo a su blog, Sergio, después de demasiado tiempo y lo he hecho buscando precisamente este artículo. Recordaba su antigua y justificada animadversión por esta mujer. Estaba seguro de que al nuevo habría escrito sobre su gran esfuerzo para destrozar la Guardia Civil. No me ha defraudado. Y si encima me regala el otro artículo sobre la Omaha Beach y los cretinos de rodillas, ni le cuento.
ResponderEliminarAquí sigo.
Pues muchas gracias por dejar el comentario. Me alegra saber de que sigue vivo. Un abrazo y a seguir dándole a la tecla mientras los muros de nuestra civilización se desmoronan.
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