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domingo, 25 de julio de 2021

¡PASEO ECOLÓGICO!

 



El Paseo ecológico de los Rubios es ideal para poner un paso y después otro. Una extensión de tres kilómetros que se une a los otros paseos del municipio. Este lugar es un espacio verde que le da la mano al Parque de la Serrezuela. Aquí los paseantes encontramos nuevas maneras de explorar el municipio al tiempo que contemplamos unas playas cubiertas de arena blanquita, o de verde intenso por la cantidad de plantas endémicas que reinan sin mucho esfuerzo. El que viene a disfrutar de estas vistas debe respetar unas básicas normas si no quiere tener un encuentro desagradable con aquellos que aspiramos a que este enclave natural no pierda ni un ápice de su encanto. El Paseo, por cierto, carece de cemento y la naturaleza señorea o, al menos, hasta que llegaron los dueños de los perritos que se creen en el derecho de pasear a sus canes por estas orillas pese a la prohibición expresa contraria a esta práctica. El otro día, sin ir más lejos, aproveché el paseo para refrescarme en las aguas del Mediterráneo cuando una bella señorita llegó con un perrito. Le comenté que en el Rincón de la Victoria hay una playa acondicionada para ese tipo de animales pero que en la Playa de los Rubios está, como acampar, terminantemente prohibido.

 Desgraciadamente, la mujer no hizo caso de mis indicaciones y siguió lanzando la pelotita al chucho que, entre captura y captura, tuvo tiempo de orinarse en las cercanías de mi toalla. De nada importaron mis quejas, ni mis ruegos desesperados para respetar la normativa ciudadana que alude a los dichosos perritos. La muchacha se mostró inflexible alegando que hay animales de cuatro patas que son más sucios que los de dos. Un argumento incontestable, pero qué de llevarlo a la práctica en todas las situaciones, yo podría llevar a mi mascota, pese a la prohibición a no ser que fuese un perro lazarillo, a darle un paseo en autobús o a la biblioteca para que me hiciera compañía en mis ratos de lectura.  

Esto de igualar a perros con seres humanos está de moda por lo que huelga decir que, aunque no pare de quejarme, terminé yo mismo lanzando la pelotita al agua para que Lucía, que así se hacía llamar al setter, se alejase de mis dominios.  Un completo desastre que me amargó un poco el paseo y el baño matutino. El lector se estará preguntando por la razón por la que no llamé a la policía para denunciar la infracción. La respuesta es simple; durante la discusión me di cuenta, básicamente por la espuma que echaba por la boca al ladrar, que la dueña de Lucía no había sido vacunada de la rabia.

¡Ladran, luego nos jodemos!

Sergio Calle Llorens


miércoles, 21 de julio de 2021

¡ACOJONADOS!

 



Por primera vez en la historia de occidente ciudadanos, que comparten la misma unidad espacio temporal, viven en épocas distintas. A un lado se encuentran los que han rescatado del calabozo del olvido los felices años veinte con sus bacanales y sus orgías. Al otro lado están los anormales que tienen tanto miedo al coronavirus que evitan cualquier contacto con amigos y conocidos. Este segundo grupo vive en alerta permanente a pesar de haber recibido las dos dosis de la vacuna. Es la gente que se cambia de acera cuando te ve venir. El grupo que lleva la mascarilla puesta hasta en la ducha. La pandilla infeliz que se lava las manos cada vez que un familiar se la casca a miles de kilómetros de distancia. Y es que cualquier precaución es poca y ya, si eso, volverá a retomar las relaciones sociales a finales de la década.  A los del espíritu atormentado se les cambia el rostro cuando oyen la noticia del fallecimiento de alguien cercano y se torturan preguntándose la causa del óbito del finado: ¿Fumaba mucho? ¿Bebía más de la cuenta? ¿Era espectador habitual de Canal Sur?

Si el buen pensador procura ver en los objetos todo lo que hay, pero no más de lo que hay, podría decirse que estos gurruminos no piensan correctamente porque no quieren ver que los cementerios están llenos de hombres que se creían imprescindibles, y los consejos de ministros se nutren de políticos de los que podríamos prescindir sin ningún esfuerzo. Individuos que pensaban que serían eternos y ya ven como al final todos terminamos criando malvas. A esta caterva de acojonados quiero recordarle, porque es mi deber, que el miedo a la muerte no les evitará la visita de la parca, pero si de que vivan intensamente. Y porque no son los años de tu vida sino la vida en tus años, ya saben, si me necesitan, podrán encontrarme en los bares.

Sergio Calle Llorens


miércoles, 14 de julio de 2021

¡OPERACIÓN MAQUILLAJE!

 



La operación maquillaje es aquella que permite que el pueblo español desconozca que el estado autonómico es insostenible. En el colmo del cinismo los creadores de este engendro se atrevieron a difundir el bulo de la Andalucía política o de la Cantabria región. Ni siquiera les tembló el pulso para crear la autonomía murciana cuyo territorio estaba vinculado a la provincia de Albacete. La procelosa pintura viene a esconder lo sucedido y en medio de la barahúnda un silencio atronador.  El resultado es el siguiente; estamos en quiebra técnica y el antiguo reino de León pinta lo mismo en el panorama nacional que el cabildo de Lanzarote. Ni siquiera Cataluña, infierno fiscal en la tierra, se salva del espantoso ridículo de tener menos relevancia internacional que la comuna danesa de Skanderborg.

La historia no absolverá a nadie porque estamos en la más espantosa de las ruinas. Lo que viene a demostrar que las crónicas también las escriben los asesinos de la esperanza de tener un futuro mejor. Seamos claros; hay que pagar diecisiete parlamentos autonómicos a costa de las pensiones, y una gran mayoría de ciudadanos no podrá nunca tener una casa propia.  Desgraciadamente los periodistas de la falsificación y los cátedros ignorantes, pero próximos al poder, seguirán mintiendo en sus columnas de opinión. Después de todo, los embusteros profesionales están subordinados a la paguita y se sostienen con impertinencia saducea. Seguirán los homenajes folcloristas  porque casi nadie se atreve a contar la verdad.

La mentira de la España autonómica no es más que literatura para hacer digerir el cuento de los poderosos que controlan la justicia, los medios de comunicación y hasta sus pensamientos. Habría que mostrar a nuestros escolares los dos elementos principales para construir un país próspero: lo que no hay que hacer nunca y lo que hay que hacer siempre. Que el cielo castigue a los responsables de este desvarío patrio.

Sergio Calle Llorens


lunes, 12 de julio de 2021

¡PLAYAS DE ESTEPONA!

 



He escrito en alguna ocasión, y algunos se han llevado las manos a la cabeza por ello, que mi máxima aspiración vital es coleccionar paisajes marinos. Como la memoria tiene casi tantos límites como las tarjetas que uso para mi cámara digital, me hago acompañar por un cuaderno, que no es de campo sino de playa, para plasmar las tonalidades cromáticas que cabalgan en estas olas mágicas.

 Hoy mis piernas me han traído a las orillas de Estepona; bella localidad situada en el extremo occidental de la región malagueña. Una de mis playas favoritas es la de Bahía Dorada. Un enclave ideal para los amantes de la cromatología porque las aguas aquí pasan, y sin advertencia alguna, del azul suave al verde y del verde al azul más índigo. En estas aguas, hay muchas clases de olas, pero hay unas ondulaciones intercambiables, los deportes acuáticos que, según la época, van del submarinismo a las ruidosas motos que van dando saltos cuan si fueran delfines. Por eso siempre llego a esta playa a primera hora, y es que las compañías molestas me impiden la concentración a la hora de entablar una conversación desigual con ese superior que es el mar. En realidad, más que un diálogo es un monólogo en el que el Mediterráneo habla y un servidor escucha. Y tanto me concentro en sus palabras que, sin saber muy bien cómo, he arribado a la playa contigua; la de Arroyo Vaquero que, a su vez, está unida a la Playa de Costa Natura y a Playa de Guadalobón. Es una playa tranquila de arena dorada y fina cuyo encanto se agiganta por la presencia de la torre vigía que luce altanera. Piedras que conservan la tenacidad de unas gentes en la lucha contra sus enemigos. Y hablando de enemigos, la Playa de Arroyo Vaquero ha sido galardonada, como muchas otras de la Costa del Sol, con la bandera azul. Prueba de que los de la bandera verde y blanca no han podido ensuciarla este año con sus tejemanejes administrativos.

La Playa del Cristo conforma una cala de pequeñas dimensiones de un azul dulcísimo. Setecientos metros bañados por aguas limpias y protegidos por un espigón y por las extensas arboledas.  En esta calita los niños de la localidad encuentran estupendas zonas de juego mientras sus padres se turnan en la vigilancia. Ellos alternando la lectura del periódico, también conocido como el mentiroso, con el seguimiento ocular de los movimientos de los pequeños. Ellas, cuan pulpos, con tres patas para untar las manos o con cuatro ojos para el control de los infantes. El resto de las patas las usan para preparar bocadillos, recoger las palas con las que los pequeños construyen castillos en la arena y para miles de otras cosas. Y con tanta pata realizando cosas, al final es obvio que terminen metiéndola. Los días de playa en pareja y con hijos pueden ser la antesala del divorcio.

Quiero pasar de puntillas por la Playa de la Rada porque en ella se concentra gran cantidad de bañistas lo que provoca, además de algunos sustos para los socorristas que tienen que arriesgar su vida para que la cosa no pase a mayores, que muchos nos alejemos rápidamente de ella. Hoy, en cambio, me quedo absorto oyendo la discusión entre un bañista de campo y un socorrista- la playa cuenta con el mayor dispositivo de seguridad de toda la parte occidental de Málaga- y es que el primero le afea que el otro día estuvo a punto de ahogarse y que el mozo, a pesar de que está obligado a tirarse al mar a salvarlo, se quedó en la orilla sin hacer nada. El muchacho esbozó una sonrisa sardónica antes de contestar:” cuando hay bandera roja, un socorrista no está obligado a arriesgar el pellejo porque la bandera, además de indicar peligro extremo, es un recordatorio que aquel que se lance al mar será responsable de su suerte. El socorrista, por tanto, sólo intentará salvarlo si lo estima oportuno”. El anuncio del socorrista deja sin palabras al hombre de interior hasta que, tal vez poseído por una fuerza demoníaca, comienza a echar espumas por la boca; grita, vocifera y hace grandes movimientos con las manos advirtiendo que no volverá nunca a veranear en la localidad.  Dice que el servicio de seguridad en la piscina de su pueblo es mucho mejor. El joven, paciente y educado, aguanta el chaparrón para espetarle a la cara que él se casa la semana que viene, y que no iba a poner su vida en peligro porque un papafritas del interior decidiese, a pesar de todas las advertencias, bañarse en un Mediterráneo enfadado.  Barrunto que el cateto, que ha sido capaz de comparar el servicio de vigilancia de una piscina con el de una playa, además de no bajarse del burro, seguirá anclado a la perplejidad del asno y volverá a Estepona el año que viene.

Mi paseo esteponero de hoy termina en Punta Plana. Una playa de dos kilómetros con agua clara, suave oleaje y cielos, al menos hoy, de nubes blancas errabundas. Aquí contemplo un hecho tan extraordinario como una playa de Fuengirola sin la presencia de cordobeses; es un grupo de simpáticos gorriones fornicantes. Un pajarito que ha ido desapareciendo de nuestro país por la estupidez manifiesta de aquellos que importaron aves de otras latitudes que han ido colonizando los otrora territorios querenciosos de nuestros graciosos pajarillos que ahora revolotean por la playa para colocarse, y literalmente, a dos escasos pasos de mi toalla. Uno de ellos saca pecho ante una hembra de menor tamaño a la que, en caso de preñar, dejará en busca de otra conquista femenina que echarse al coleto. Y es que el gorrión es, si aplicamos la definición más radical del feminismo actual, un sinvergüenza de calado producido, y en masa, por el pérfido heteropatriarcado. Un criminal en potencia que se desentiende de criar a la prole dejando sola a la hembra en tan difícil tarea, aunque yo creo que todas las acusaciones contra mis amigos son una burda patraña inventada por envidiosos. En cualquier caso, yo soy el primer defensor de este vivaracho pájaro cantor de plumaje con manchas negras y grises.  Unos quince centímetros de poderío que ha ido cediendo, como les decía en líneas precedentes, por la presencia de esos loros argentinos tan ruidosos que no los dejan vivir tranquilos. Me pregunto por qué me gustan tanto los gorriones, pero no hallo respuesta en mi cabeza. Sólo sé que estas tierras sin gorriones, es como un domingo en la playa sin domingas: una auténtica tragedia.

Sergio Calle Llorens

 

 

 


miércoles, 7 de julio de 2021

¡LA GUARRA DE LAS GALAXIAS!

 


La historia se burla de los hombres que escriben la palabra jamás en las leyes. Pero poner a Pedro Sánchez al abrigo de las críticas, previo pago con la publicidad institucional, tiene sus riesgos. Incluso para aquellos que defienden su bajada de pantalones en el tema de los indultos. Porque es imposible no recordar que la mayoría de los medios muestra al presidente y ex presidente como grandes estadistas al tiempo que se critica a la oposición sin rubor alguno.  La realidad está basada en películas de serie B.  Para el Diario El País, el jefe es el protagonista de la mejor cinta; “Si no soy Curro Jiménez; ¿Qué hago con este trabuco?” mientras Ayuso protagoniza “la guarra de las galaxias”.  Lo de la izquierda española con la madrileña es de juzgado de guardia. Empero, una lectura detenida de la realidad nos lleva a pensar que los cronistas son culpables de un infantilismo revolucionario ajenos tanto a la incompetencia del jefe, como a la película que se había montado Pablo Iglesias en su organización; “Agente 069: con licencia para mojar”.  Sí, la vida de un personaje siniestro, al que se puede calificar sin vacilar como un paranoico sádico. Incluso tiempo después de haber sufrido el ciclón de Isabel Ayuso en la comunidad de Madrid, todavía resuena la banda sonora de la película que mejor ha retratado a la organización morada según los medios más conservadores; “Mujeres al borde de un ataque de miembros”.  Pero hablando de películas, la boca de Carmen Calvo tiene un título que explica divinamente sus continuos lapsus linguae;  “Abierta hasta el amanecer”.  Como ven, bajo la férula del dinero se dicen y se hacen muchas tonterías.

Sergio Calle Llorens


martes, 6 de julio de 2021

¡PLAYAS DE BENALMÁDENA|


 

De los veinte kilómetros de playas que tiene Benalmádena yo me he decantado por playa Benalnatura. Un paraíso para bañarme como Dios me trajo al mundo. De hecho, estas arenas fueron la primera zona nudista de todo el litoral español. Enclavada en una calita rodeada de vegetación exuberante, ni la ola del turismo supone un problema para sumergirte en sus aguas al resguardo de miradas inquisitivas. Esto se explica porque el acceso a Benalnatura es un poco más complicado que el resto de playas de este mágico municipio costero. He llegado en un amanecer púrpura con un oleaje moderado. Huelga decir que, como estoy solo, he tenido suficiente tiempo para inmortalizar las caricias del mar en esta cala tan presumida que presume de contar con los cuerpos más bonitos de la Costa del Sol. De hecho, poco a poco van llegando señoritas que se quitan la ropa con la misma naturalidad que “un gobierno de progreso” prohíbe cosas a los ciudadanos. En estas orillas las prendas sobran como las etiquetas. Es curioso, pero mirando al horizonte infinito que va adquiriendo una coloración rosácea, advierto las diferencias entre los liberales y los progresistas que, aunque usted no lo sepa, son dos tipos de tiburón diferente. Los primeros usamos el lenguaje como herramienta para comunicarnos. Los segundos lo usan como arma arrojadiza para imponernos su agenda política basada en prohibir todo aquello que no les gusta; películas, libros, obras de arte, opiniones, vicios como el tabaco o el alcohol. Además, los liberales creemos firmemente en la libertad de expresión, y los progres sólo la amparan cuando está en consonancia con lo que ellos piensan. Los liberales apostamos por vivir y dejar de vivir. Los progres, por su parte, prohíben todo aquello que no va con su forma de vida. Ellos nacen con ese don prodigioso de saber lo que le conviene a todo hijo de vecino.  Nunca fallan en sus vaticinios. En el fondo estos mal llamados progresistas son más puritanos que un inglés medio de la época victoriana.  En este momento me pregunto por lo que estarían pensando estos retrógrados al ver el culo blanquísimo de la mujer morena que ahora se mete en el agua. Yo diría que son unas posaderas estupendas que rozan la perfección. Una obra de arte dividida en dos cachetes igualmente divinos.  Como la soledad es un catalizador ideal para la creatividad, grabo la imagen del pompis en mi cabeza para componerle unos versos como tributo.  Como experto en lenguas muertas y en mujeres vivas, espero estar a la altura de unas nalgas tan apetitosas.  De pronto, otra belleza morena se sumerge en las aguas con mi sirena.  De su conversación se desprende que ambas son amigas y de Murcia. Sin pensarlo demasiado, tomo mi cuaderno de notas y vierto estos versos que saben a sal y a brisa satírica.

Tiene usted señora mía

Un culo apocalíptico

Si me permite la licencia

De tener esta querencia

 

Es un trasero divino

Dividido en dos cachetes

Que yo como mosquetero

Me quito hasta el sombrero

 

Dos cachetes de personalidad propia

Dos lados sobresalientes

Que producen agujetas

Y el calentamiento del planeta

 

Una maravilla de trasero

Que nunca pone pero

Al tema de la coyunda

Y que en Brasil llaman bunda

 

Es un culo muy murciano

Que quita al sueño

A este singular malagueño

Que quiere tenerlo en la mano

 

Vio la vida en el Mar menor

Ese culo superior

Que me quita la razón

Y pone alegre al cabezón

 

A mi vera señora mía

Su culo no pasará hambre

Aunque yo me quede como alambre

Y a usted no la llamen pía

 

Será símbolo su trasero

De una nueva religión

Que practica la abducción

En singular achicharradero

 

Estoy convencido de que algunos, al degustarlos, habrán sentido el deseo de aniquilarme. Bah, ese deseo criminal apenas merita en el apartado de damnificados de Calle Llorens. Gente que, tras leerme, ansía mi cuello como Hitler el de los hebreos. Además, yo mismo habría matado a muchas criaturas. Especialmente a los puritanos incapaces de contemplar con respeto y admiración la mayor creación del universo; el cuerpo de una mujer. La maravilla que yo admiro y que hoy, desgraciadamente, se considera, al resaltar sus cualidades femeninas, una cosificación de la fémina, pero no se cosen la boca tras pronunciar semejante majadería.  Estoy convencido de que esta gente es un torrente de sandeces que en una playa nudista, como es la de Benalnatura, saca todos los complejos por no disponer de cuerpos tan espectaculares como las de las dos murcianas que ahora se secan al sol. La envidia prende siempre en el corazón de aquellas que jamás sacaban a bailar los chicos más populares en las fiestas del instituto.  Y como nadie las miraba con deseo, pretenden que la que nacen bellas oculten sus sensuales cuerpos tras un millón de excusas.   El mar, que tiene el color de nuestro planeta, y esta playa natural y naturista, son el gran centro de nuestro pensamiento liberal. El componente malagueño que siempre rompió las vestiduras de un traje hecho a medida de las mentes obtusas que no entienden que sus líderes políticos, apóstoles del mal, jamás contemplaron un mar bajo esas nubes níveas que rigen en el cielo en estas mañanas rosáceas que rezuman libertad.  Estas playas, que tienen un encanto indescifrable, albergan todas las formas del querer. Porque se puede hacer el amor en cualquier lado para aprobar la asignatura del conocimiento del cuerpo humano, pero sólo aquel que se ha entregado con toda el alma en estas calitas se licencia con matrícula de honor en la carrera de la pasión.  No sé qué he ganado escribiendo sobre estas cosas en la playa de Benalnatura, pero, estoy convencido; desnudo, lo escribo de nuevo, gano mucho.

La playa de las Yucas es pequeña y es uno de los sitios predilectos del municipio para practicar buceo. También suelen venir muchos a practicar el nudismo, aunque hoy apenas hay gente.  En realidad, esta cala está separada, como la de La Viborilla, por rocas y se accede fácilmente porque está situada en la carretera de la costa. Tiene unos veinte metros de ancho y cuatrocientos de largo.  Mi idea es nadar hasta la playa de Torrequebrada que debe su nombre al casino que se encuentra muy cerquita.  Dicen que la clave para ganar una pequeña fortuna en el establecimiento es acudir con una los bolsillos llenos de monedas. Ellos juegan a ganarla y yo a hacerles ver que me importa.

El problema es que en las Yucas hay cangrejeras y escarpines y, sin el calzado adecuado, mis pies pueden sufrir de lo lindo. Allí he practicado el snorkel en ocasiones. Tras pensarlo dos veces, acudo al lugar en coche para disfrutar de sus aguas cristalinas y límpidas.  Una vez en la orilla me dejo llevar por la visión de la playa, de una barca y del mar que me recibe con los brazos abiertos. Estoy bocarriba en las aguas aturquesadas contemplando un cielo azulísimo.  Entiendo que este paseo por calas recónditas me hace huir de los temores que me acosan como las lechuzas a los ratones de campo. En mi alma anida un sentimiento libertario de puro agradecimiento por haber nacido en estas orillas mediterráneas alejadas del fanatismo de los que ni quieren cambiar de opinión, ni pueden cambiar de tema.  Al sumergirme  completamente para iniciar mi actividad subacuática, veo pasar un banco de peces y, justo en el fondo, detecto unas conchas de los colores que adornan estas playas bajo la dulce luz del crepúsculo. La vida, a veces, puede ser maravillosa.

Creo que la mayoría no conoce la importancia que tiene la torre vigía cristiana conocida como Torre de Benalmádena por la existencia de un muelle en esta cala desde época romana. Torremuelle fue un importante fondeadero en la antigüedad, como han demostrado los restos subacuáticos y Villa Mauritania que se encuentra en las inmediaciones. En este clave de gran importancia, dada la facilidad para atracar de barcos por la cercanía del Castillo de la localidad. En la Playa de Torremuelle tomo varias instantáneas. Creo que las guías turísticas suelen recomendar la visita a esta torre, que se asienta en un espacio circular, en el mes de julio. Yo, siempre tan desobediente, acudo aquí cuando menos se lo esperan las autoridades que, como saben, siempre están dispuestas a cobrar un nuevo impuesto al confiado contribuyente. 

Después de un agradable paseo, deshago mis pasos hasta Playa Bonita. Una pequeña calita de aguas calmadas gracias al rompeolas que la protege. Me siento un rato a empaparme del azul cobalto que va dejándose atrapar por un turquesa en las zonas de las rocas.  Al alzar un poco la testa, veo por el rabillo del ojo a varias gaviotas que mantienen un combate en el aire por una pesca reciente. Estas aves son maquiavélicas y no conocen épocas de peces flacos. De hecho, tienen muy claro que a estas orillas o te muestras combativo o no llenarán el buche. Pasar hambre no es una opción para el ave palmípeda marina de plumaje gris en la espada, y blanco en el resto del cuerpo, de pico amarillo, algo curvo en la punta. Súbitamente la pelea adquiere un carácter épico; se escuchan unos mugidos sordos-las gaviotas no necesitan abrir el pico para chillar- que van en aumento y anuncian la tragedia; el pez se les escapa y, para la desgracia de las combatientes, cae al mar donde otra compañera da cuenta del botín. Ahora Playa Bonita se llena de gritos amenazantes. Una letanía aguda y estirada. Es el  sonido que llega del aire. La quintaesencia del mar que nos evoca todo tipo de recuerdos a los mediterráneos. Un grito que yo traduzco a nuestra peculiar jerga de hombres del mar: Los tiempos duros hacen hombres duros. Los hombres duros hacen tiempos dulces. Los tiempos dulces hacen hombres débiles. Los hombres débiles hacen tiempos duros. Por ello, la conclusión es evidente; evite siempre a los hombres débiles.  Lo que uno puede aprender de estas especies marinas no viene en ninguna guía de turismo y, menos, en los pobres diarios de tirada comarcal.

Finalmente llego entre dos luces a un restaurante con vistas a Playa del Bil- Bil. No estoy lejos de ese imponente castillo en el que se celebran eventos culturales durante los meses de verano. Se dice que el responsable de la programación musical del Castillo ha sido detenido en varias ocasiones por los infumables espectáculos con los que tortura a los lugareños y forasteros. Para olvidarme del asunto, y también para retomar fuerzas, me tomo una lubina bien condimentada que acompaño con un vino blanco de uva atintada. La vida puede ser maravillosa. 

Sergio Calle Llorens


 


jueves, 1 de julio de 2021

¡LOS SOSPECHOSOS!

 




El caso de Jack el Destripador está lleno de esas historias circulares que tanto nos gustan a los escritores. Relatos tan poco conocidos como la vinculación al caso del personaje que inspiró al mismísimo Sherlock Holmes. Al parecer éste estudió los crímenes de Whitechapel . Se dice que mandó una carta a la policía en la que figuraba el nombre del criminal. Tampoco es de dominio público que el actor que interpretaba a Dr Jekyll y Mr Hyde fue uno de los primeros sospechosos de ser el asesino en serie más famoso de la historia. El primero se llamaba Joseph Bell y el segundo Richard Mansfield.  Bell, doctor y profesor en Edimburgo, llevó a la horca al despiadado- Eugene Chantrell- que tomó como modelo Robert Louis Stevenson para escribir el extraño caso del Doctor Jekyll y el señor Hyde

 Pero al margen de las singularidades más desconocidas de la investigación, he de añadir que todavía son muchos los detalles que todo el mundo da por veraces cuando, en realidad, son completamente falsos. Para ilustrarlo he de centrarme en los sospechosos. He aquí la lista que va en orden cronológico:

·        Richard Mansfield: La razón por la que el actor fue acusado tiene que ver con la denuncia de un escritor que fue a verle una noche al teatro londinense donde interpretaba los personajes creados por la inmortal pluma de Stevenson. Quedó tan impactado que no pudo dormir en dos noches consecutivas. Era imposible, argumentaba el periodista, que el intérprete pudiera pasar de un papel a otro sin ser el criminal que azotaba el East End londinense destripando prostitutas.

·        Aaron Kosminksy: Fue identificado por un testigo que lo vio hablando con una de las víctimas. El problema es que se negó a testificar porque, siendo un judío como él, no quería que acabase ahorcado.  Robert Anderson, comisionado de la policía metropolitana de Londres, declaró lo siguiente en 1910:

 Undiscovered murders are rare in London, and the "Jack-the-Ripper" crimes are not in that category...I will merely add that the only person who had ever had a good view of the murderer unhesitatingly identified the suspect the instant he was confronted with him; but he refused to give evidence against him...In saying that he was a Polish Jew I am merely stating a definitely ascertained fact.

Kosminsky Fue internado en un manicomio poco después de los crímenes donde, por cierto, no mostró ningún tipo de comportamiento violento. Empero hay otra prueba, considerada por muchos como definitiva: el chal supuestamente encontrado en la escena del crimen de Catherine Eddowes el 30 de septiembre de 1888. Una prenda recogida por un sargento de Scotland Yard y que habría pasado a sus descendientes hasta llegar a nuestros días. En ella se encontró material genético- ADN mitocondrial- que correspondería al barbero polaco ya que sus familiares tuvieron a bien participar en el estudio realizado por la universidad de Liverpool. Pero hay dos pruebas que refutan estas conclusiones que señalan a Kosminsky: la primera es que el agente- Simpson-  que afirmó haber hallado el chal no trabajaba para la policía metropolitana que, como saben, era la encargada de la investigación. La segunda es que este tipo de ADN mitocondrial lo comparten millones de personas.

·        Montaigue John Druitt: Fue encontrado flotando en el Támesis el 31 de diciembre de 1888. Un mes después de haber sido despedido del colegio donde trabajaba. Tenía 31 años y su cuerpo llevaba tiempo en el río. La única evidencia que existe contra él es el convencimiento de sus familiares de que era Jack el Destripador. Hay dos razones que explican su suicidio: su despido del centro donde trabajaba tras ser despedido por un supuesto escándalo sexual, y su temor a estar volviéndose loco como su madre, pero no hay ninguna prueba clara para considerarle el asesino.

·        Leather Apron: A principios de septiembre de 1888 la policía descubre que un hombre vaga de noche por las calles del barrio intimidando prostitutas. Se le conoce por su apodo “Leather Apron”. Un criminal que amenaza a las prostitutas con matarlas y descuartizarlas si se niegan a darle el dinero que éstas han conseguido de sus clientes.  El sargento William Thick arrestó a John Pizer. Sin embargo, las autoridades lo pusieron en libertad porque tenía coartadas en las noches en las que se cometieron los crímenes.

·        Michael Ostrog: Un doctor ruso que fue arrestado en 1873 por apuntar a un policía con una pistola. Los periódicos lo describían como muy inteligente, de modales delicados y de buena educación. Estuvo en varias instituciones psiquiátricos, pero ni era violento con las mujeres y estaba cumpliendo condena en Francia cuando los crímenes tuvieron lugar.

·        Dr William Withey Gull:  Este doctor fue elevado a sospechoso en 1970 por un famoso criminólogo llamado Thomas Stowell y, posteriormente en 1973 se le volvía a señalar como el responsable de las muertes en un documental. Recientemente su nombre también ha salido a colación en el libro de Melvyn Fairclough  “The Ripper and the Royals”. La primera versión que apunta al médico de la Reina Victoria está basada en las visiones de un médium- R.J. Lees- siguió un rastro de sangre hasta la casa del doctor. Interrogado por la policía, el galeno declaró que sufría de frecuentes perdidas de memoria. La segunda alternativa implica al doctor en un complot para silenciar a cinco prostitutas encabezadas por Mary Kelly. Y es que las meretrices habrían chantajeado a la Corona por el supuesto matrimonio del Príncipe Albert Victor con Annie Elizabeth Crook. Creo los que hayan visto la película “From Hell” recordarán bien esta teoría en la que los masones y la realeza utilizaron la locura de Gull para proteger a la Corona. Teoría sugerente donde las haya en la que no es difícil dejarse llevar por ese carruaje del color de la noche donde viajaba en busca de sangre por las calles de Whitechapel. El problema es que Gull sufrió una embolia en 1887, un año antes de que los crímenes empezaran, y ni tenía la fuerza suficiente para cometer los asesinatos, ni el matrimonio entre el príncipe Albert y una mujer católica tuvo lugar.

·        James Maybrick:  En 1992 aparecen las memorias de un comerciante de Liverpool tras haber caído en las manos de Michaell Barrett que afirmaba, sin dar muchos más detalles, que se las había dado un amigo en un pub el año anterior.  Aunque el diario no menciona el nombre del asesino, hay alusiones personales claras a James Maybrick que murió en 1891 tras la muerte de su mujer, Florence, que había sido arrestada por intentar asesinarle con arsénico.  El diario, que siempre ha dividido a los riperólogos, es un fraude como muy bien reconoció el mismísimo Barrett. De hecho contiene todos los detalles de los crímenes que la mayoría ha dado por validos todos estos años.  Para muestra un botón:  el crimen de Mary Kelly  en el 13 de Millers Court del que el autor del diario  describe cómo colocó los pechos y otros órganos de su víctima en diferentes partes de la habitación-  “Being hung around the walls like Christmas decoration”, pero los informes policiales destacan que todos los órganos estaban colocados en la cama.

·        William Sickert: Ciertamente el pintor estaba obsesionado con el caso de Jack el Destripador, pero no cometió los crímenes por más que se empeñe en demostrarlo Patricia Cornwall.  Ya saben que la americana sacó al mercado un libro titulado “Portrait of a killer: Jack  the Ripper case closed” .  En su cochambrosa investigación Cornwall afirma que Sickert  era impotente y que por eso odiaba a las mujeres. El problema es que la mujer del pintor se divorció de él por adúltero y hoy sabemos que tuvo, además de un hijo nacido fuera del matrimonio, muchas y variadas amantes.   Así que de impotente nada de nada. La autora también señala los parecidos entre los cuadros de Sickert y las escenas de los crímenes de Jack.  En este mundo hay que añadir que Sickert tiene un cuadro inspirado en el asesinato de una prostituta- Emily Dimmock- en Camden Town en 1908. Además, el artista no estaba en Inglaterra cuando se produjeron los asesinatos.

En fin, amigos míos, podemos concluir que no es la verdad la que viaja por el mundo sino la opinión, aunque ésta se base en las más descacharrantes teorías apoyadas en datos eminentemente falsos.

Sergio Calle Llorens