Más de doscientas nacionalidades
conforman el alma local. El hecho numérico y cosmopolita depara sorpresas al
despistado visitante. Una de ellas se encuentra en los grupos que bailan ese
estilo de jazz popularizado en la década de los 30 de la centuria pasada, y que
se caracteriza por su ritmo vivo y flexible.
Yo también soy de aquellos que grita en la noche: to swing or not to swing, that´s the question.
Comencé a danzar en el muelle 2 del Puerto de
Málaga y desde entonces no he parado de moverme al ritmo de esta bendita
música. Para mí es un orgullo que, gracias a nuestras danzas nocturnas, nuestra
zona marina se la conozca también como la Costa del Swing. Esta historia bailona se une al anecdotario de
la historia de la Costa del Sol que admite a actores como Rock Hudson, Sofía
Loren, Bridgit Bardot o el mismísimo Frank Sinatra que acabó detenido en una
sucia comisaría. En esta Málaga
Mediterránea John Lennon y el manager de la banda de Liverpool, Brian Epstein,
tocaron en uno de los clubes más míticos: el Top Ten. Al desgraciado de
Brian le birló la novia- Anita Pallenberg- su compañero Keith
Richards. También Vince Taylor,
responsable del temazo de Brand New Cadillac de The Clash forjó aquí su
leyenda que dio lugar al Ziggy Stardust de David Bowie. Como ven el anecdotario puede rellenar de
colores millones de páginas en blanco.
He de decir que esta orgía creativa
tiene un ADN extremamente multinacional.
Vivimos practicando un empirismo cosmopolita que forja mentes abiertas.
El litoral malagueño siempre ha disfrutado de una relajación de las costumbres
sexuales que no se daba en el resto de España. También la comunidad de los
honrados come-almohadas puede dar fe de esta afirmación sobre el intercambio de
fluidos en las playas de nuestros municipios.
Incluso las drogas eran el padre de nuestro de aquellos que aceptaron la
Santísima Trinidad del Rock and Roll: Elvis Presley, Chuck Burry y Jerry Lee
Lewis. Personajes que podían ganarse
la vida en clubes del país malagueño mientras holgaban con hembras placenteras.
No es de extrañar que el Rockin Race
Jamboree de Torremolinos, que ya va por su 26 edición, haya sido elegido
como el mejor festival de música norteamericana del mundo fuera de las fronteras
de los Estados Unidos. Para los del sello
malagueño Sleazy Records, organizador de este singular certamen al que
acuden Rockers de todo el mundo, va este poema que, vaya usted a saber por qué,
compuse en la lengua de Shakespeare una noche sin luna.
When I am in trouble
Only rock and roll
Can give me double
When I am upset
Only rock and roll
Can cure my regret
When I am in hell
Only rock and roll
Ring the magic bell
When I listen to the beat
Courtesy of the king
I can`t control my feet
And with the groove of Cochran
I climb to the Twenty flight
rock
To explode like a machoman
Without forgetting Budy Holly
He will never fade away
Rock and roll is here to stay
A nosotros, seguramente, el fin del
mundo nos pille bailando a ritmo de swing o de Rock and Roll en cualquier playa
cercana.
Sergio Calle Llorens