Las hordas
han tomado Madrid, Barcelona, Valencia y Cádiz entre otras poblaciones
emblemáticas. En la capital del Turia tiempo les ha faltado para retirar la
bandera de España. En el Foro un se descubre que los de Podemos no sólo son
amigos de ETA sino que, encima, se mofan de sus víctimas y del mismísimo
holocausto judío. Y en la Ciudad Condal Colau se viste de proceso. Ya se han quitado
la careta. Ya no hablan de escraches, ni de procesos constituyentes, porque su
democracia sólo se entiende cuando ellos toman la vara de mando.
Nuestra
repuesta ha de ser clara y simple ser lo que siempre fuimos; seamos Irene Villa
con su fuerza y amor por todos nosotros. Esa bella mujer capaz de expresar en
un simple mensaje que es infinitamente mejor que todos los concejales electos
de la izquierda; “me llaman la mujer explosiva”. Unos simples caracteres que
demuestran, sin duda alguna, su superioridad moral con respecto al PSOE capaz
de pactar con Bildu en Pamplona o con cualquiera para retomar el vergonzante
pacto del Tinell. Por no hablar de todas esas concejalas vestidas con look
batasuno y con los muslos sin depilar. Seamos Israel, el verdadero dique que
nos protege de las hordas bárbaras. Seamos soldados viejos de los Tercios de
Flandes que, aunque rodeados e inferiores en número, sabe mantener filas las
prietas esperando al enemigo. Seamos defensores de la decencia. Y eso incluye
vetar las cadenas de televisión como la Sexta y Cuatro que presentan una imagen
apocalíptica de España. Seamos intolerantes con gentuza como Alberto Garzón que
afirma que Venezuela es una democracia plena. Seamos inexorables con esa arraigada
costumbre patria de fusilar a los disidentes. Seamos obcecados y beligerantes
con los enemigos de las democracias occidentales. Seamos tozudos en la defensa
de Europa frente al asalto islámico. Seamos tercos en presentar a la izquierda
radical como una pandilla de tarados que tiene una guerra incivil en la cabeza.
Pertenecemos
a un club selecto de personas inteligentes que cree en la libertad con
mayúscula. No volvamos a olvidarlo. Un club cuyos miembros se caracterizan más
por el amor y nunca por el odio. En definitiva somos mejores y, sin ningún tipo
de dudas, vamos a demostrarlo. La batalla empieza ahora. Seamos y ganaremos.
Sergio Calle
Llorens
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