La realidad es que Felipe VI ha sido recibido con todos los
honores en Francia, mientras Artur Mas debe conformarse en cada visita con el lugar reservado para los presidentes
regionales franceses. El Borbón da discursos en el parlamento francés y con el
de Convergencia no parlamentan ni las limpiadoras del Eliseo. La conclusión es
simple; España es una nación y Cataluña una región con el mismo peso internacional que la Diputación de Cuenca. No
hay que darle más vueltas.
La realidad es que una monja argentina se lamenta de las
desigualdades en España cuando en su país las cifras de niños que sufren
malnutrición pertenece al tercer mundo. Si analizamos su extraña forma de discurrir, la hermana parece creer que Juana de
Arco era drogadicta porque murió como heroína. La mujer, que quiso meterse a
monja y terminó metida en el independentismo, podría enclaustrarse en su
convento que yo le llevo el pene de plástico de su amado Artur Mas para que se
calme un tanto. Así demostramos, por fin, que el presidente de la Generalitat en
realidad sí sirve para algo.
La realidad es que llevamos 72 días sin gobierno andaluz. Un
tiempo perfecto y feliz en el que constatamos que las mujeres están más guapas
y el mediterráneo luce en plenitud con esos turquesas y azules marinos que me alimentan el alma. La
verdad es que han pasado muchas lunas desde las elecciones y, de momento, no
han podido robar ni un céntimo más. Un hecho realmente sorprendente, pero ya les digo muy dichoso en la patética taifa del sur. En esa en la que Sánchez Gordillo es un
referente del cretinismo peninsular con su ayuntamiento quebrado y su barba
llena de piojos.
La realidad es que en Venezuela hay presos políticos y, por
no tener, no tienen ni papel higiénico. Y esa confirmación diaria no es asumida
por la izquierda española tan papanatas y sectaria como pocas en el mundo.
La realidad es que los medios de comunicación españoles sólo
informan de muertes en Oriente Próximo cuando Israel ha respondido al
lanzamiento de cohetes por parte de Hamas. Hasta entonces, los corresponsales
están siempre escondidos o haciendo ganchillo.
La realidad es una mujer llamada Tania Sánchez que lleva
demasiado tiempo dando lecciones de moral cuando, entre otras cosas, concedió
29 ayudas irregulares a la empresa de su hermano. Ni la materialidad de su
imputación ha dado paso a una mujer más humilde. Ahí la tienen con esa misma
cara de odio, con esa gestualidad que recuerda a la dulzura de una hiena.
La realidad es que, a pesar de la creación de empleo en la España de hoy, las condiciones
laborales son leoninas y, más que una mejora en las políticas informativas del
gobierno del PP, lo que necesitamos es un gobierno liberal que nos baje los
impuestos, elimine trámites burocráticos y deje, literalmente, de darnos por el
ano. Y eso incluye el cese inmediato de los Ministros Montero y Wert.
Lo difícil en la vida no es tener ideas nuevas sino quitarnos
las viejas de la testa que el personal apenas usa para peinarse. Abandonar esa
forma tan cochambrosa de pensar. Hacer hueco al liberalismo para afrontar la
vida. Eso es lo complicado. Recuerde que la realidad es todo lo contrario de lo que la mayoría
percibe como cierto. La turba puede vivir en esa especie de dimensión paralela
pero la existencia es ciertamente otra cosa. Y eso se lo dice alguien que, en
realidad, es un genio y usted no.
Sergio Calle Llorens
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