Observando
la miríada de movimientos de pactos postelectorales bajo ese ritmo irregular de
la naturaleza humana, comprendo que el público se sienta más fascinado por el himen
reconstruido de Leticia Sabater que por las prácticas orales de los candidatos.
Habría que recordarles que, además de la importancia del virgo, no lejos de
allí se encuentra el mayor de los tesoros femeninos; el clítoris que viene del
griego “kleitoris”y significa montaña
pequeña. Colina apetecible para aquellos que amamos a la mujer y, detestamos la
montaña rusa de la política basada en el latrocinio. Nadie puede culparnos y,
mucho menos en Andalucía donde de las ayudas de comedor que no se conceden,
pasamos a las becas de los candidatos socialistas a las alcaldías de Málaga,
Granada y Huelva a cargo de los fondos de reptiles. Debe de ser tan sensual
reptar hasta la caja de caudales que cierta víbora se ha convertido ya, con
membrana o sin ella, en multiorgásmica.
El clítoris
es la llave del placer en las señoras y, no hay nada más heroico que luchar
hasta el final por el clímax de una dama. Leticia se reconstruye el himen y,
los votantes embelesados se olvidan de reedificar el pensamiento crítico con
los corruptos de cualquier signo. Tal vez, con el paso de muchas lunas se topen
con la cordura. Les recuerdo que las coincidencias existen. Yo mismo he descubierto, tras tres largas
décadas de exploraciones anatómicas, que el Punto G lo tenía la vecina.
España se ha
convertido en un país balcánico cualquiera que vive una intranquilidad permanente. La política
oscila entre vigorosos proyectistas y políticos que parecen koalas agarrados a
su árbol por temor a caer al suelo que pisan “los ciudadanos”. Una parodia de la democracia con música de
Tamara como banda sonora. Y claro,
triunfa el himen de Leticia y de toda petarda que decida vender
públicamente el usufructo peludo o afeitado. Cualquier cosa antes de escuchar a
los de IU hablando de presupuestos participativos, cuando la realidad es que en
todos los países que gobiernan sólo los comunistas pueden participar. Cualquier
evento antes de recordar a Rajoy repensando, tras leer el Marca con avidez, su estrategia de comunicación. No descarten que un día de estos elija a
Tomás Roncero como portavoz del gobierno. Cualquier asunto antes de ver a Felipe
González en Caracas defendiendo a los presos políticos de allá mientras, Dios
dame paciencia, su partido se dedica a pactar con la muchachada de Podemos
responsable de convertir a Venezuela en el coño de la Bernarda. Dejemos pues que el populacho se entretenga con la recién estrenada virginidad de la otrora amiga de los niños. Total, así concentrados en el himen de la susodicha, olvidan que aunque la cosa está difícil, Leticia lo tiene chupado.
Sergio Calle
Llorens
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