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viernes, 18 de abril de 2014

SONRISAS ANDALUZAS


La humanidad lleva siglos preguntándose por la enigmática sonrisa de La Gioconda. Hoy, en cambio, gira sus ojos al rostro de Moreno Bonilla cuya permanente risa constituye el siguiente enigma a descubrir; ¿de qué coño se ríe tanto el candidato del PP en Andalucía? Descartada la posibilidad de que las encuestas le den como ganador, algunas malas lenguas apuntan a que el origen de esa sonrisa Profidén se deba a que considera un chiste su elección como candidato, teniendo en cuenta su Currícula. Sea como fuera, los meritos nunca son aspectos a tener en cuenta en la tierra de la eterna chalaura.

A la que se le ha borrado la sonrisa de un plumaza ha sido a Susana Díaz tras descubrirse un nuevo fraude protagonizado por los suyos. Esos muñidores de la secta del capullo que, como se sabe, han usado los fondos para cursos de parados como nueva fuente inagotable de ingresos. Y mientras las empresas se creaban de un día para otro con el objeto de asaltar los fondos públicos, los empresarios que si impartían los cursos han ido a la ruina por los impagos de la Junta. Como se puede comprobar, ser honrado en la República Bananera de Andalucía no sale rentable.

Luciano Alonso tampoco estaba para bromas y exigía, manda huevos, explicaciones por las supuestas filtraciones a la prensa por parte del Ministerio del Interior. Otros malagueños han aprovechado la mejor semana santa del mundo; la de Málaga, para hacerse los compungidos y olvidar su laicismo por un día. Ni la hija del farero con menos luces que un barco pirata  ha dicho nada, ni Heredia ha abierto la boca para hablar del mayor fraude económico en la historia de España cuya cuantía podría ascender a más de 3000 millones de euros. Y menciono a la Capital de la Costa del Sol porque, al parecer, el gran fraude se ha concentrado aquí.

Los de IU, por su parte, que suponen un 15% del electorado andaluz, mantienen esa sonrisa de desdén porque aunque el fraude condujera al adelanto electoral, ni el risueño Moreno Bonilla, ni la ínclita Susana Díaz tendrían mayoría. La suya es hoy, cuesta creerlo, una sonrisa llena de prepotencia. Se les ve los colmillos afilados. El único que cuenta con aprensión los minutos es Diego Valderas consciente de que tiene un año, y poco más, para seguir tocando poder. Trascurrido ese tiempo, va a ser menos conocido que el papanatas de Blas Infante cuando estaba vivo.

Mientras todos ríen y dedican sus sonrisas al personal, yo me pregunto qué tiene que pasar para que el pueblo llano le borre la sonrisa a estos cretinos. Probablemente nada, porque los andaluces, sencillamente, son anteriores al idealismo platónico y al siglo de las luces. Y mientras esto sea así, Andalucía seguirá siendo la reina del paro y de la estulticia. El andaluz debería escribir en su DNI, como aquel señor, cómico sexual; porque cada vez que se baja la ropa interior, las señoras de parten de la risa. Es lo que le ha pasado a la Princesa Europa tras conocer las vergüenzas andaluzas del fraude de los cursos de formación. Es una sonrisa helada como las cumbres de la Sierra de las Nieves en invierno.


Sergio Calle Llorens

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