Alemania y Francia, en compañía de otros países europeos,
han montado gran escándalo al saberse espiados por el amigo norteamericano.
Merkel, Hollande y otros payasos que han llevado a la UE a la ruina se rasgan las
vestiduras ante el escándalo. Por ello, quiero expresar toda mi solidaridad con
el gobierno de Obama y su gran nación. Es más, entiendo perfectamente las
razones americanas que han motivado el espionaje. No podemos culparles. ¿Quién
en su sano juicio podría confiar en naciones como Francia o Alemania? No estaría
más recordar como Francia apoyó a Marruecos en el conflicto de Perejil, o su
responsabilidad en las matanzas de Ruanda. Por no hablar del holocausto que
perpetraron los nazis en el viejo continente. Los americanos tienen millones de
motivos para espiar a los europeos a los que, por cierto, siempre tienen que
rescatar cuando las cosas se ponen rematadamente mal.
Eran norteamericanos los que se dejaron la vida en las
playas de Normandía para liberarnos del yugo de Hitler. También eran hijos del
Tío Sam los que pusieron fin a la guerra de Yugoslavia. También fueron ellos los que mantuvieron viva
la llama de la libertad en la lucha contra el comunismo. A los Estados Unidos
de América, Europa le debe todo. Y cuando la diosa fortuna nos vuelva la espalda,
será de nuevo el país de las barras y estrellas el que nos saque del
atolladero.
Lo único que podemos añadir es como están pasando de
puntillas los medios de comunicación de España sobre el asunto del espionaje.
De haber cometido Bush la felonía, ahora tendríamos una saturación de debates
sobre la perfidia americana. Con Obama no se atreven tanto. En cualquier caso,
los europeos deberíamos saber que estamos en guerra con un enemigo invisible
que está dentro de nuestras fronteras. Enemigo que usa nuestra libertad para
destruirla. Les estoy hablando del islamismo radical. Las únicas naciones que
nos apoyan en esta guerra silenciosa y sin cuartel, son los Estados Unidos de
América e Israel. Mientras antes lo entendamos los europeos, mucho mejor para todos.
Por ello, quiero expresar mi más profunda gratitud al hermano norteamericano.
¡In America We trust!
Sergio Calle Llorens
De acuerdo de cabo a rabo. A ver, Sergio, si los idiotas que nos rodean abren los ojos.
ResponderEliminarSu ideología es un momento detenido en el tiempo. Lo que llamamos cristalizaciones de pensamiento. Cualquier cosa antes de aceptar la realidad.
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