Leandro Muñoz Gracia decidió quemarse a lo bonzo como le había
prometido a Rubalcaba, vía Twitter; en una sede de la Junta de Andalucía. Era su
manera desesperada de protestar contra la forma en la que el patético gobierno
andaluz había dejado morir a su madre. Ahora lo llaman loco, pero yo le
comprendo perfectamente. Vimos morir a mi padre ahogado en su propia sangre. Fuimos
testigos de las negativas del SAS para que entrara en diálisis. Murió como un
perro. Y sólo un año después de su fallecimiento, le dieron cita. Al parecer,
seguían sin saber que ya se había mudado al otro barrio. Lo del amigo Leandro,
por tanto, ha sido fruto de la impotencia que tan bien conozco. Ahora con el 65% de su cuerpo quemado y
en la UCI de un hospital sevillano el que es conocido como la antorcha humana, lucha por su
vida.
Sin embargo, a Leandro le ha salido el tiro por la culata-
Chaves diría cuneta- porque se le ocurrió prenderse fuego en el mismo día que Neymar
era presentado en el Barcelona. La prensa de la meseta, siempre atenta a
contrarrestar la perfidia catalana, decidió centrarse en la entrevista de
Florentino Pérez en Punto y Pelota. Moraleja; nunca has de quemarte a lo bonzo
en los días que hay fútbol en el calendario. Tal vez, Leandro pensó que la
imagen quemándose vivo iba a dar la vuelta al mundo, pero ya les digo, calculó
mal. Él era un asqueroso ciudadano de Málaga que, por lo visto, no queda bien
en los telediarios nacionales. Hay que entenderlo, el quemado no era un árabe
luchando contra la opresión en Egipto, ni un palestino abatido por las balas de
los terribles judíos. “Esos asesinos de Cristo” que sólo admiten en las cámaras
de gas del holocausto. Y es que no hubo ni una mención en los medios
audiovisuales de España, no fuera a destrozar la idea de que Andalucía es el
ejemplo a seguir.
En cuanto a los medios locales, todos han pasado por la
noticia de puntillas. Han tenido que publicarla en primera página pero
haciendo hincapié en el supuesto hecho de que Leandro sufría una honda depresión
por la muerte de su madre. Incluso hubo articulistas como Teodoro León Gross
que hablaban del tema, sin mencionar siquiera a Andalucía. En su defensa alegó
que en su artículo del día anterior había criticado a los socialistas. Uno de
sus más fervientes seguidores apuntaba lo mordaz que era Gross, palabra que en
inglés significa vulgar o grosero. Ninguno se ha puesto a investigar las causas
por las que a la madre de Leandro le denegaron las ayudas. En cualquier caso,
dan como buenas las explicaciones, cualquiera que sean, que de el gobierno de la República Bananera
de Andalucía.
Si Leandro se recupera, sabrá que para una gran mayoría el
sexo oral de Michael Douglas es mucho más
importante que su propia vida. También lo es la publicidad institucional que
cobran los medios regionales. Entenderá que todo ha sido en vano porque su acto
no inspirará a nadie. A lo sumo, llevará a que unos comensales comenten la
noticia mientras degustan unos
espetos de sardinas a orillas del mediterráneo.
Sergio Calle Llorens
"... cualesquiera que sean, ..." o "cualquiera que sea". Lo siento, no puedo evitarlo, tocayo :-)
ResponderEliminarPor lo demás, como casi siempre, plenamente de acuerdo, maestro. Ayer estuve hablando con un candidato de IU que me defendió, bastante exaltado ante mis razonamientos en contrario, la desaparición de las diputaciones y el traspaso de todas sus funciones a la Junta.
O no aprendemos, o cada día estamos más tontos. Claro que, quizás, si el pobre Leandro hubiera hablado catalán...
Un abrazo.
Lo de IU no tiene nombre. No aprenden, ni aprenderán jamás a entender el expolio que ha supuesto pertenecer a la taifa que ellos dirigen ahora. Ni para quemados vivos servimos.
EliminarSaludos