EL TERTULIANO MAJARÓN

El problema de los socialistas es creer que el centro del mundo está en su sede, y en no saber disimularlo. Para los de la secta del capullo, cualquier atentado contra la dignidad de la persona es justificable, siempre y cuando lo hayan cometido ellos; los GAL, los ERE. Hablando del caso del mayor caso de corrupción en la historia de España, conocemos nuevos datos:

1-     Que los imputados se aprovecharon de una organización muy elaborada con base central en la Junta de Andalucía con el objeto de desviar dinero de las sobrecomisiones a sus butxacas.  Siendo la gran mayoría  de delincuente socialistas andaluces. El último intruso, en cambio, es el conocido diputado socialista vasco Antxon  Martínez.

2-     Moutaz Al Mokhtar Kasem, un indigente de origen árabe, figuraba como administrador en el entramado societario montado por el grupo Vitalia, mediador de la mayoría de los ERE fraudulentos. Al marroquí lo sacaron de un centro social para utilizarlo como testaferro en seis sociedades que el grupo de supuestos delincuentes usó como tapadera.

3-     Los sobres con miles de euros que cobraban los comisionistas eran entregados en las inmediaciones del Parlamento de Andalucía.

4-     Chaves y Griñán son, cuando menos, responsables políticos del mayor latrocinio institucional en la historia de la democracia española

5-     Zarrías, según la versión del chófer del putero Guerrero, llamaba a éste para que incluyera a diferentes intrusos en los ERE.

6-     Los andaluces todavía no han tomado el parlamento al asalto.

Ante tanta desvergüenza, acude siempre al rescate de la Junta el tertuliano majarón. Ahí  tenemos a Ricardo Martín y Elisa Ben acusando a Eduardo Mestre en un programa de 13TV donde había acudido a hablar de La Resistencia en Andalucía. Inasequibles a la luz de la honradez, acusan al profesor de violonchelo por liderar un movimiento que denuncia los abusos de un régimen putrefacto. En la misma línea, aparece el señor Carmona, tertuliano y hombre fuerte de Tomás Gómez, reconociendo ante miembros de la secta que su participación en el debate de los ERE de Telecinco estaba tan teledirigida, que el propio Griñán le mandaba mensajes vía Whatsapp. Sus revelaciones pueden verse en un vídeo que está circulando en la red como la pólvora. Capítulo aparte merece ver como saca pecho al afirmar que ha colocado a varios socialistas de tertulianos.

Imagino que estas revelaciones constituyen una especie de ruido sordo, algo lejano, pero para los que estamos acostumbrados a la embestida de las olas con el temporal de levante, los mugidos no espontáneos de los vendidos al poder, son habituales. La única respuesta a este tipo de patanes que cierra voluntariamente los ojos para no ver los desmanes de sus camaradas, debe ser siempre la misma; no ver jamás los programas en los que ellos aparecen. Tan simple para muchos y, al mismo tiempo, tan difícil para la turba que no piensa.

Sergio Calle Llorens