Dicen que nadie es tan feo como en su foto del DNI ni tan guapo como en su foto de perfil. A excepción, claro está, de los candidatos a unas elecciones. Ellos salen siempre mostrando su mejor perfil en los carteles que inundan hoy toda España. La imagen, dicen, lo es todo para poder alcanzar o conservar el poder. Una foto, un saludo, una propuesta-irrealizable, un estrechar de manos y hasta repartir besos a gente a la que normalmente detestan. La política, según Edward Kennedy, es como las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal. Y aparecer muy arrugado, muy feo o con cara de idiota suele quedar muy mal a la hora de pedir el voto. Yo, que suelo prestar atención a nuestros políticos, llevo días con la sonrisa dibujada en el rostro al ver el eslogan de algunos y las fotos que les acompañan. Empecemos.
Una tal Encarnación Anaya de Rincón de la Victoria y representante socialista luce kilos-o toneladas- en su cartel electoral. Lo curioso del caso es que el cartel reza con F de fantástico, pero claro al verla tan oronda, la gente llega al chiste fácil: con F de Foca. En el segundo puesto de mi lista, está el candidato del: Partido Social independiente de Rincón de la Victoria, también conocido como PSIRV. El candidato que responde al familiar nombre de Pepe habría quedado muy bien como protagonista de la película “Catetos a babor”. La verdad es que cuesta creer que haya publicistas tan malos, casi tanto como entender que la cabeza de Manuel Chaves pudiera caber alguna vez en cartel electoral alguno. En tercer lugar, me quedo con la propaganda de la formación crepuscular de Izquierda Hundida que reza así: “Sobran las razones”. Para no votarles, porque su ideario libertario y ecologista queda tapado por ser un partido muy próximo a la dictadura del proletariado. En cuarto lugar, está la campaña socialista con la frase “Para que tu ciudad gane”, vota a cualquiera menos a ellos, no vaya a ser que sigan llenando nuestros pueblos y ciudades de parados y desesperación. En el caso de Málaga, tenemos a la criatura de María Gámez siempre posando con gafas para corregir sus miopes ideas. Su máximo rival del PP luce también con anteojos y sus propuestas parecen las mismas que antaño. De cualquier forma, lo importante para encontrar el candidato ideal no es el envoltorio, sino el contenido. El talento y no el talante. Y eso es lo que se debe tener en cuenta para votar al mejor Alcalde. Desgraciadamente, el Diario Sur en vez de centrarse en ello, se decanta por un reportaje sobre el lado más tierno de los candidatos que ayuda poco a los sufridores ciudadanos a la hora de votar. El trabajo, que nunca ganará el premio Pullitzer, nos habla de los zapatos ingleses del Alcalde, y del fuerte carácter de su hija, de las diarreas mentales de Gámez con besito incluido a su pareja- otro pájaro de cuidado- y la familia numerosa del representante de Izquierda Hundida. El reportaje, patético como pocos, tan sólo podía ser superado por el Señor Lomas en su horrible columna del diario La Opinión. En la misma destaca una frase de María Gámez que dice así: “Esta ciudad es a veces hostil a lo saludable”. El vendido periodista que tanta lisonja les hace a sus amos socialistas debería entender que a la hija del farero y a su merced, no se les suele saludar en Málaga a gusto porque entendemos que la traición es el alma de los miserables y los cobardes. De ahí, viene la hostilidad a saludarles, sobre todo si eso implica estrecharles la mano, que luego hay que desinfectar.
Sergio Calle Llorens
No hay comentarios:
Publicar un comentario