Los hombres
de cortas luces y pocos escrúpulos se han tragado la gran mentira de la España
autonómica que es un secreto restringido. Un sistema por el cual el gobierno le
tuerce el brazo a la justicia y ésta se lo rompe a los ciudadanos incautos cumpliendo
los deseos de los virreyes autonómicos. Y esto ocurre en un país como España
donde los secretos más graves tardan poco en circular alegremente por la calle.
Pero nadie se da por aludido hasta que tienen que enfrentarse a la realidad de
un sistema judicial corrompido hasta las trancas. Por eso un toque de queda es legal
o ilegal dependiendo de los estandartes políticos que señoreen en cada taifa.
Imagino que todavía
existen pepitas de oro entre la escoria que, muchos años después de su
creación, aún conservan su brillo luchando contra esta aberración política. No
obstante, la verdad ha sido emborronada, destruida y mutilada para que el
ciudadano medio desconozca que el sistema español sólo se puede pagar
esquilmando al contribuyente. Unos lo llaman socialismo, otros simplemente un
timo. El resultado es mortal ut plurimum. Las sombras que se desvanecen con el
paso del tiempo pueden ver a la luz del día las desnudeces de un Estado
autonómico que ocultan los pasquines volanderos.
Igual que
una mujer veinteañera no deja nunca pasar un buen empalme, un político siempre
se conecta al enchufe más cercano. Ahí tienen el caso de Susana Díaz, que
tras ser denostada en la taifa del sur, ha sido elegido senadora, mientras su
sustituto ha encontrado acomodo en el ayuntamiento de San Fernando en la
agenda 2030, y sólo dos días después de dejar el senado español. Piense en ello cada vez que vaya usted a
trabajar por la mañana. Reflexione cuando le frían a impuestos porque el gran
timo autonómico se nutre de su sangre para que estas sanguijuelas sigan
chupando.
En realidad, todo se reduce a esto; mal sistema, mal Estado y la mala leche que me entra al comprobar que la mayoría sigue sin enterarse del latrocinio institucionalizado que supone la España de las autonomías.
Sergio Calle Llorens
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