Es uno de
los casos que más ríos de tinta han hecho correr en la vieja España. Una
desaparición llena de medias verdades, de rumores infundados y de pistas falsas. Incluso se habla de la participación de una conocida médium local. A día de hoy el caso está cerrado, y
el paradero de David Guerrero Guevara sigue siendo una incógnita. Empero, ha llegado el momento de descodificar el caso del niño pintor. Un trabajo basado en las confesiones del excelente policía
Juan Antonio O´Donnell. El agente que más veces ha leído el sumario oficial del
caso. Un hombre cuya hoja de servicios es tan brillante como el sol que ilumina nuestros
pasos en la atardecida.
La pista suiza
La única pista que encontraron los investigadores fue la confesión de la trabajadora de un hotel situado en el este de la capital malagueña. Ésta afirmaba haber hallado una nota con la dirección del niño pintor en la habitación de un cliente: el suizo cuyas iniciales son R.E. La misma mujer había intentado denunciar esta situación a la policía tres años antes, pero, siempre según su propia confesión, el director del establecimiento hotelero se negó en redondo argumentando que daría muy mala fama al establecimiento. Había pasado mucho tiempo, pero recordaba que un día después de haber visto la citada nota, se la encontró en la papelera hecha pedazos. Sólo habían pasado veinticuatro horas de la desaparición de David. La policía, obviamente, centró sus investigaciones en él. No tardaron mucho en descubrir que el suizo viajaba con frecuencia a Marruecos, y decidieron investigar sobre el terreno. El problema fue que los marroquíes pararon todas las pesquisas de la policía española. Al menos sacaron en claro que el ciudadano suizo se encontraba en Interlaken tras detener al hijo - J.P.E- el 2 de agosto de 1992. Al llegar a Suiza, con una orden de interpol- comisión rogatoria del 6 de agosto-, supieron que el sospechoso había muerto. Su viuda- ya divorciada de él- permitió que los españoles realizaran un registro en el que encontraron cientos de fotografías de niños. Ninguna de David Guerrero. Es justo reconocer que tampoco hallaron material pedófilo.
Reconstrucción
Se desprende del sumario que el suizo había contactado con el niño pintor en la calle. Al parecer se había ganado su confianza tras hacerle unas inocentes fotografías. Fue David Guerrero el que le había facilitado la dirección de su domicilio. Los investigadores del caso siempre sospecharon de este hombre porque, teniendo una casa en propiedad en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria, se hospedaba en un hotel. Así que sabiendo donde vivía el niño, se presentó allí la tarde de autos, y al verlo en el paseo se ofreció a llevarlo a su destino en su BMW. Por eso nadie lo vio subir al autobús aquel día en el que S. M. la Reina Doña Sofía estaba en Málaga para la reinauguración del teatro Cervantes.
La policía sostiene que el chico no llegó ni a la peña del Cenachero, ni a la galería la Maison, situada en el ensanche de la ciudad- hoy Soho- a escasos metros del puerto de la capital de la Costa del Sol. Descubrieron también que el suizo tenía un barco- en realidad estaba a nombre de su hijo. fondeado en la bahía de Málaga. Estaban convencidos de que este hombre era el responsable de su desaparición. Por eso llegaron a detener al hijo para investigarlo, pero, desgraciadamente, no pudieron sacarle ninguna confesión, dejándolo en libertad tras trascurrir el tiempo preceptivo por ley. De sus declaraciones destacamos la que hizo sobre su progenitor:
"Mi padre era un esteta, alguien que buscaba la belleza a través de la fotografía, y estaba completamente abducido por la belleza de los niños.
Diferentes fuentes consultadas lo califican de "pederasta pasivo". A favor de esta tesis está el hecho de que el suizo jamás fue arrestado, ni siquiera vinculado, con casos de abusos de menores. Así que los agentes se movieron en el terreno de la especulación para establecer que el helvético llevó al niño a algún lugar, tal vez al propio barco, y bien porque el niño se asustó, o porque el sospechoso trató de impedir sus huida, David Guerrero se golpeó de forma involuntaria o fue golpeado. Tras su muerte, el suizo no tuvo más remedio que hacerlo desaparecer en la mar.
¿Una médium?
Otro punto interesante es la supuesta participación de videntes que habrían ayudado a la policía en el caso. He de decir que me entrevisté personalmente con Celeste, una médium que estuvo presente en la investigación del poltergeist más famoso de España- el caso de Plaza y Janés de calle Císter en Málaga- Ella manifestó haber colaborado con los investigadores en el intento de arrojar luz en la desaparición de David Guerrero. Afirmaba haber visto al suizo en una de sus visiones antes de que nadie supiese nada del mismo. Sin embargo, en el sumario policial no aparece ni una mención acerca de la participación de ninguna vidente. Sólo se me ocurre pensar que Celeste colaborase a titulo particular con algún investigador que le hubiese pedido su ayuda. A O´Donnell no le consta.
Conclusiones
Las nuevas pistas- incluida la del dibujo del suizo que llegó a casa de su amiga del colegio- son tan débiles que la justicia se ha negado a reabrir el caso. Todos los miembros de la peña el Cenachero fueron investigados, y sus teléfonos pinchados. No hay vinculación entre ellos y la desaparición del niño. Tampoco existe ninguna trama policial o judicial, como algunos han querido apuntar, para encubrir a un supuesto grupo de pedófilos del barrio de la Trinidad.
El tal Gervasio sólo ha existido en la imaginación de aquellos que han querido mantener el caso en el candelero. Es evidente que el crimen perfecto no existe sino una mala investigación. Sin embargo, hemos de ponernos en las circunstancias tan extraordinarias del caso para comprender el fracaso policial tras no haber aportado la pista clave la trabajadora del hotel. Una mujer que hoy tiene unos 80 años.
Hubo errores de bulto por parte de los agentes como, por ejemplo, la detención del hijo del suizo en vez de haberle pinchado el teléfono para conocer si estaba involucrado en el caso o, si al menos, conocía lo que había hecho su padre con el niño pintor. También es destacable que el grupo de homicidios de Málaga- el encargado de la investigación- tenía un 90 por ciento de casos resueltos. El mejor de toda España. De hecho, aunque nadie parezca acordarse, fue el que detuvo, y en tan sólo en once días, a los secuestradores de Melodie Nakashian. No haber resuelto el caso de David Guerrero es una mancha indeleble en la hoja de servicios de estos agentes de la ley. Por eso no es difícil llegar a la conclusión de que si hubiese alguna posibilidad de que el caso pudiese resolverse, ellos serían los primeros interesados, al margen de la familia como es lógico, en que así fuese.
En un mundo en el que todos buscan
respuestas, le más pertinente, en mi opinión, es hacerse las preguntas
adecuadas. En este caso sería la siguiente: ¿A quién le interesa seguir
manteniendo esto en el candelero? Pues en la pregunta hallarán la respuesta. El
caso está cerrado.
Demasiada casualidad esta pista y el niño desaparecido. Y además este señor obsesionado con los niños, es enfermiso fotos y más fotos de niños. Se apresuraron y podían haber conseguido más información aunque sea de forma privada y no tan lícita. Por todos los medios hubiera tratado de tener información del entorno de Marruecos en una investigación privada. No se agotó adecuadamente la vía.
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