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miércoles, 26 de abril de 2017

13 REASONS WHY

Tal vez la vida no sea más que tener la valentía de sacar a bailar a la persona que nos gusta en la fiesta de fin de curso para, a renglón seguido, aceptar  su negativa a la danza de apareamiento. Entender que las páginas biográficas, que antaño imaginábamos de un blanco inmaculado, son borrones que solo borrará el alzheimer.

 Si abrazamos nuestros fracasos como parte esencial de la vida, y sin quejarnos demasiado, el viaje será, al margen de más duradero, mucho más placentero. Valga, en cualquier caso, este pequeña reflexión como anticipo de la crítica que están a punto de leer sobre la serie 13 reasons why; una serie basada en la novela de Jay Asher. Una gran obra coral que me ha dejado tan impactado como un vaho de azules esponjados danzando bajo las estrellas en el rompeolas.

La historia nos presenta a Hannah Baker- Katherine Langford está estupenda en este papel- , una joven de 17 primaveras que se suicida dejando trece cintas  de casete, y grabadas con su voz, para que todos aquellos amigos y conocidos de la adolescente sepan su papel en el drama que la lleva finalmente a la muerte. Cada uno de “los responsables” debe pasarlas a los otros una vez ha escuchado las grabaciones. Con este hilo argumental, la serie de Netflix nos hace reflexionar sobre el tema del suicidio al que llegan algunos jóvenes tras cientos de episodios de acoso escolar, y la manera en la que los responsables educativos, por llamarlos de alguna manera, miran para otro lado. Algo que, al menos en esta serie, no puede dejar pasar, Clay Jensen, el enamorado de Baker cuyo remordimiento por no haberla salvado va in crescendo en los diferentes episodios, así como su paso de joven a adulto.

 La serie, además, obliga al espectador a hacer un ejercicio de retorno al pasado, pero no solo al de la joven suicida, sino a nuestro mismísimo pretérito. Flashbacks que nos permiten conocer como la estudiante capea el temporal de sus dramas juveniles. Y los comparamos con nuestras desdichas llegando a la conclusión, al menos en mi caso, de que no había ninguna razón de peso para desconectar el cerebro para siempre. Que la vida es demasiado bella como para desperdiciarla de esa manera. Obviamente mi punto de vista está basado en lo que sé hoy y no en lo que el personaje de Hannah Baker desconoce.

13 razones por qué  es una serie bien dirigida que apunta directamente al corazón del espectador; a nuestras decepciones y miedos. Una gran serie en el que destaca el misterio, el ritmo y la brutal interpretación de una panoplia de actores y actrices jóvenes a los que deseo, como no podía ser de otra manera, que lleguen a triunfar en el difícil mundo del espectáculo.

La serie, y esta es una opinión muy sui generis, debería de ser de obligado visionado en los institutos del orbe occidental. Especialmente en España; un país donde las cifras de suicidios son escandalosamente bajas porque las autoridades establecen que para que sea considerado como tal el ejecutor debe dejar una nota explicando sus razones. Y ni siquiera catalogan como muerte voluntaria a que un tipo  confiese a su mejor amigo que va a acabar con su vida escuchando un disco de sevillanas una y otra vez. De nuevo nuestras autoridades nos dan gato por liebre. Por eso, 13 razones por qué se me antoja una oportunidad única de comenzar a dialogar sobre el suicidio  con nuestros adolescentes que, aunque no lo parezcan, buscan la luz de un faro que los guíe como un barco en la tempestad.

¡Dios quiera que la muerte de Hannah Baker no sea en vano!

Sergio Calle Llorens





3 comentarios:

  1. Excelente analisis de esta nueva serie tan intensa y oscura.Completamente de acuerdo con la valoracion expuesta.Una serie que hace diana en el corazón adentrándonos en ese mundo mágico y a veces doloroso de unos adolescentes que como bien dice usted necesitan un faro que les ilumine el camino en esa dura tarea de encontrar su identidad en una sociedad en la que el propio sistema educativo no ayuda.Asimismo me parece una idea muy constructiva el hecho de que esta serie se aproveche para debatir con nuestros adolescentes un tema tan doloroso y delicado como es el suicidio.Enhorabuena por el artículo.Saludos

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  2. Excelente analisis de esta serie.Completamente de acuerdo con su valoración expuesta de una forma tan exquisita y delicada tratándose de un tema tan doloroso como el suicidio.Como usted dice ,ésta serie hace diana en el corazón adentrándonos en ese mundo tan mágico y a veces doloroso de esos adolescentes que piden a gritos una luz que les guíe en un mundo hostil en busca de su identidad y en el que ni siquiera el sistema educativo que deberia sacar lo mejor de uno mismo está por la labor.Apoyo su iniciativa de aprovechar esta serie para reflexionar con nuestros adolescentes sobre el suicidio y ayudarles a que expresen sus miedos.Enhorabuena por su árticulo.Gracias por compartirlo.
    Saludos

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    1. El mundo adolescente es mágico pero complicado y los que la sufren deben de ser ayudados. Gracias por el comentario. Un placer

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