Me dirijo a la Málaga
cosmopolita, liberal, mediterránea. A la
urbe que es ya, por derecho propio, el tercer destino cultural de España tras
Madrid y Barcelona. A la provincia que tiene 150 nacionalidades distintas.
A la cuna de la cocina con mayúsculas con 8
estrellas Michelin. A la que lidera el crecimiento de las exportaciones de la Sanguijuela de Andalucía. A la tierra
donde se crean una de cada tres empresas de la taifa. Sí, a esa Málaga que ha sabido reinventarse e
innovar en un mundo globalizado para reducir el paro en el 60% de sus
municipios. A la Isla cultural donde hay
un 70% de compra de libros- la más alta del sur- y la cosa sigue subiendo.
Sí, me dirijo a todos los habitantes que viven en esta
tierra afortunada para pedirles que no voten al PSOE porque, como he comentado en otros artículos, hacerlo
supone una traición con mayúsculas a nuestros intereses. Es evidente que solo soy un malagueño más que
quiere lo mejor para todos. Poca cosa,
quizá, para solicitarles un sufragio negativo contra la secta del capullo pero, si usted, querido amigo, siente ganas de votar por ideología o simpatía por esa
formación, quiero que piense antes en lo que aquí le dejo escrito.
Piense en las tres décadas largas de latrocinio
institucionalizado, en los malagueños que murieron en las listas de espera, en
el Parque de los Cuentos, en las promesas de Chaves, en “la hora de Málaga” que nunca arribó, en Intelhorce, en Isofotón, en los
socialistas andaluces tratando de colocar el Thyssen en otras orillas, en los informes falsos para hundir a los empresarios
del Polígono del Guadalhorce, en la
Cuenca mediterránea que se llevaron, en las viviendas sociales que jamás
construyeron, en el día en el que dejaron a Málaga
fuera del corredor ferroviario, en Susana
Díaz cerrando plantas en los hospitales malagueños de ciudades que quintuplican
la población en verano. Y, sobre todo, piense en los ERES y en todos los
colectivos a los que la mafia socialista ha robado sin que nadie hiciera nada
por evitarlo. Les aseguro que tras reflexionar sobre todo lo anterior, usted no querrá
ser un Judas más con la Ciudad del Paraíso.
Andalucía, queridos
paisanos, es una maquinación siniestra para chuparnos la sangre. Un gobierno de súbditos que nada tiene que
ver con la Málaga ciudadana cuya
burguesía fue siempre, más que les duela, de origen extranjero y tan alejada de
los parámetros mentales de su rancia aristocracia. Voten pues en conciencia
contra La Garduña del sur como primer
paso para que los malagueños volvamos a tener el
destino en nuestras manos que pasa, irremediablemente, por el eje mediterráneo
y nunca por la pérfida Junta.
Depositar una
papeleta contra el PSOE- andaluz como acto de amor por Málaga y en contra de
Andalucía. Voten para botar a esta pandilla de pánfilos de una puñetera
vez. Cuento, por supuesto, con su voto negativo.
Sergio Calle Llorens
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