Todos
aquellos que pedían la cabeza de Alfredo Urdaci cuando pronunció lo de CCOO
llevan una semana levantisca por el cese de dos periodistas. La primera
trabajaba como corresponsal de TVE en Israel. El segundo es Jesús Cintora que
hasta hace un cuarto de hora ejercía de jefe de prensa de Pablo Iglesias en
Cuatro.
De Yolanda
Álvarez poco se puede añadir que no sea que parecía un simpatizante más de la
organización terrorista, sí terrorista, de Hamas. Sus crónicas eran una romería
macabra constante. Un insulto a la inteligencia. Un ataque a la dignidad del
periodismo. En su caso, no era el derecho a informar del conflicto sino del
deseo de eliminar a la única democracia existente en Oriente Próximo; la
israelí. Su cese, por tanto, me parece
una excelente noticia.El caso de Jesús Cintora es bien diferente ya que a golpe de mando a distancia uno podía librarse de su odio desmedido por el contrario ideológico. Otro punto a tener en cuenta, pero no menos importante, es que trabajaba para un medio privado y, la empresa en cuestión puede sustituir a sus empleados cuando le venga en gana. Otra cosa es que la turba este molesta por la desaparición de uno de sus presentadores fetiches. Sin embargo, la cosa tiene arreglo ya que estoy convencido que muy pronto, tal vez demasiado, veremos a Jesusito insultando la inteligencia del público entendido en compañía de esa hermana argentina que se parece al feo de los hermanos calatrava. Esa pibita cuyo único objetivo es hablar mal del PP pero que se niega, y en redondo, a mencionar si quiera la de Convergencia.
Todos los que se quejan del cese de estos periodistas callan con la manipulación informativa de medios como Canal Sur que, dicho sea de paso, vulnera todas las recomendaciones de la mesa electoral de la taifa del sur. En realidad, lo que buscan es tener un periodismo que coincida con su cristalización ideológica, a saber; los judíos solo son tolerados en las cámaras de gas, Dios, su Dios, es republicano, laico y” los periodistas de derecha” apenas quedan bien ante un pelotón de fusilamiento.
Debe haber sido una semana jodida para aquellos que, encima, han visto como el gobierno español concede la doble nacionalidad a los sefardíes. En la provincia de Málaga, único lugar de España con tres enclaves de población judía; la capital, Torremolinos y Marbella los hebreos están de enhorabuena. Además, la apertura del Centro Pompidou y el Centro ruso de arte ayudarán, y de qué forma, a consolidar a Málaga como cuarto destino cultural de España tras Madrid, Barcelona y Bilbao. Ayer estábamos muy felices y hoy estamos en la gloria. Su semana jodida ha sido un triunfo de todos los que amamos el trabajo bien hecho, incluido el periodístico cuya nave la agitan tanto los incapaces que parece estar borracha.
Dejemos a los descendientes de los fariseos, que son legión, rumiar su derrota pidiendo el boicot a Mediaset mientras el cielo mediterráneo se curva en la noche aterciopelada cuajada de estrellas. Dios, en lo alto, nos sonríe.
Sergio Calle
Llorens
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