La impregnación lumínica, topográfica, meteorológica ayuda enormemente a comprenderme como persona. Creo que soy un ser enormemente marino pero, a veces acudo a la montaña en busca de inspiraciòn y sosiego. En el país malagueño, Sierras como la de las Nieves nunca me defraudan. Una vez, no muy lejos de unos pinsapares espectaculares, escuché decir a un guía de montaña que durante la noche se habían visto oscuras sombras entonando extraños cantos a la luz de la luna. La historia le hubiera encantado a cualquier maestro del terror. Yo, por otra parte, estoy muy inclinado a escuchar esas narraciones para escapar del horror de la realidad cotidiana. Incluso aunque sea en una cumbre, porque a pesar de lo que se pueda pensar, soy un animal de tierras lllanas, una criatura horizontal. En realidad, acudir a este rincón malagueño para huir del terror habitual del papanatismo peninsular reinante, se me antoja una necesidad vital. Tras haber alimentado el alma, puedo hacer lo propio con el cuerpo con una comida arcaida y añeja pero contundente.
El pequeño Nicolás, al que todos los medios le dan bola, es una buena imágen de nuestro tiempo. Creo que aunque tengo muy sedimentado el poder de la imaginación , la realidad circundante la soprepasa; un botarate con cara de zumbado que parece sacado de una historieta de Anacleto, aquel personaje que hacía las delicias de los niños de antaño con sus aventuras delirantes de agente secreto. Y qué podríamos apuntar sobre esas entrevistas que le dan bola a alguien con un ego desmedido. Personalmente, creo que el muchacho no merece que periodistas serios se encierren con él, más bien merita a un encierro en un psiquiátrico.
Podemos es otro síntoma del esperpento hispano que haría muy feliz, si viviera, a Valle Inclán por lo que podría haber salido de su pluma. En verdad, la cosa está clara; Ya sabemos que el PSOE, vistas las encuestas, tendrá que elegir entre volver a dar el poder al PP o a los que tienen querencias por regímenes bolviarianos. Y la elección será una gran coalición que vendrá impuesta desde el corazón de la UE. Faltaría más. Convencido estoy de que Pablito se va a quedar sin caramelito. Hoy puede cerrar la boca cuando le place. Mañana la tendrá abierta de puro espanto.
Creo que la educación es, en parte, responsable de este disparate patrio en el que nos hallamos. Sólo tengo el mediterráneo que contemplo desde mi atalaya verde junto a mi amiga del Valle de Aosta, que me habla en dialecto provenzal. Hablamos de cumbres montañosas y del efecto que provocan en los seres humanos; Shelley, Chateaubriand, Dumas, Lamartine sucumbieron ante los paisajes alpinos saboyanos. Asiento a todo mientras pienso en el lomo de atún rojo de almadraga y la paletilla de cordero lechal que nos esperan a la vuelta. Y todo regado con mosto de Yunquera. Allí junto al fuego puedo escapar, una vez más, de la chalaura de un país ciertamente enfermo.
Sergio Calle Llorens
Disfrute de las vistas, amigo. Y si puede, huya.
ResponderEliminarEso intento, sin prisas, pero sin pausas. Un abrazo
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