Páginas

miércoles, 3 de septiembre de 2014

LA MIRADA


Ocurrió en la final de la Eurocopa de baloncesto de 2011; los jugadores españoles aguardaban su turno para salir a la pista. Entonces Pau Gasol los vio aparecer por el túnel de vestuarios. Advirtió a todos sus compañeros del acontecimiento: “Ahí están los franceses”. Todos tensaron sus cuerpos mientras los hermanos Gasol fijaban su mirada en los deportistas galos. Ninguna fue capaz de aguantarles la mirada. España arrasó a los Noah, Parker y compañía con un Juan Carlos Navarro espectacular. La mirada fría y cortante de esos muchachos nos marca el camino. Esos ojos con pólvora que la carga el diablo. Esa determinación que hace saber al enemigo que no hay espacio, ni aire, para los que quieren exterminarnos.

 Recuerdo que  hubo un tiempo en el que los españoles asombrábamos al mundo con nuestros relámpagos. Hoy, en cambio, apenas ya quedan recuerdos de aquella actitud que nos hizo dominar el planeta. Empero, todavía hay compatriotas que han sido capaces de conservar esa mirada.. Sin duda, nuestras zozobras de hoy se deben a la cobardía del personal. A ellos les recuerdo que  la vida, como la esgrima, se basa en saber destacarse ante aquellos que están dispuestos a asaltar nuestro castillo. Y éstos han de saber que estamos dispuestos a vender cara la piel. Hay que obligarles a comprender que si lo intentan, lamentarán haber nacido.

Por eso cuando leo o escucho a los del Estado Islámico afirmar que en 5 o 10 años están dispuestos a hacerse con nuestro país, pienso que hemos de recuperar, sin falta, esa mirada fría y desafiante. Una mirada que les diga: por aquí no pasáis pedazos de asnos. En realidad, si quisiéramos, podríamos dar una lección magistral al mundo de cómo se hacen las cosas. Sin complejos. Una buena tunda a esos desgraciados que quieren ponernos mirando a La Meca.

Sencillamente los españoles no tenemos el cuello destinado al verdugo. Nosotros que pertenecemos a la nación moderna más antigua del mundo no podemos, ni debemos, dar un paso atrás en las pretensiones de esos canallas. El moro mejor que nadie sabe mejor interpretar esa mirada llena de determinación. Por eso, les pido que la próxima vez que tengan dudas, busquen los ojos de los Gasol antes de la final ante Francia. De inmediato recuperarán la furia que todo español lleva dentro. La madre España y, junto a ella, la Princesa Europa bien merecen el esfuerzo. Es la civilización contra la barbarie. Sí, ya sé que todos quieren que les pase cosas bonitas, pero yo no puedo pasar por todos lados. La próxima vez luchen antes de que sea demasiado tarde. 

Sergio Calle Llorens







No hay comentarios:

Publicar un comentario